One Shots [ken Sato]

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*: El cadáver del novio.

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En una aldea pequeña y fría, donde el invierno cubría cada rincón con una capa de nieve, vivía una joven llamada T/N. La presión de su familia por mantener las apariencias y su reputación la llevó a aceptar un matrimonio arreglado con un hombre llamado Tadashi, a quien nunca había visto ni conocido. La idea de unirse en matrimonio con un extraño la llenaba de temor y tristeza. El día antes de la boda, la ansiedad de T/N llegó a un punto crítico, y sin pensarlo dos veces, decidió escapar.

Corrió a través del bosque, el viento helado golpeando su rostro y sus pies hundiéndose en la nieve profunda. Su corazón latía con fuerza, y con cada paso sentía que se alejaba de las cadenas que la ataban. Finalmente, agotada, llegó a un claro en el bosque, iluminado tenuemente por la luz de la luna. T/N, queriendo liberarse del peso que sentía, decidió practicar sus votos matrimoniales en un último intento de sentir algo de control sobre su destino.

Con las manos temblorosas, recitó las palabras que había memorizado, su voz resonando en el silencio del bosque. "Con esta mano levantaré tus penas. Tu copa nunca se vaciará, porque yo seré tu vino. Con esta vela iluminaré tu camino en la oscuridad. Con este anillo te pido que seas mío" Al terminar, levantó la mano con el anillo y lo deslizó sobre lo que pensaba que era una rama retorcida que sobresalía del suelo. Pero al hacerlo, la "rama" se movió.

El suelo bajo sus pies comenzó a crujir, y T/N retrocedió aterrada cuando la tierra se abrió, revelando una figura esquelética que emergía lentamente. La figura se levantó completamente, sacudiéndose la nieve y la tierra. Era un hombre, o más bien, lo que quedaba de él. Su piel estaba pálida como la cera, y su cuerpo estaba adornado con restos de su traje de bodas, deteriorado por el tiempo.

El hombre, al ver a T/N, sonrió con ternura. "Por fin has llegado, mi amada", dijo con una voz suave, pero profunda, que resonaba en el aire frío de la noche. "Yo soy Ken, y ahora, eres mi esposa." T/N sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo. Su mente no podía comprender lo que acababa de suceder. ¿Acaso había enloquecido?

Sin pensarlo dos veces, dio media vuelta y comenzó a correr de regreso, dejando atrás al extraño ser que la había reclamado como suya. Pero Ken no la dejó ir tan fácilmente. De un momento a otro, apareció frente a ella, como un espectro, y antes de que pudiera gritar, la tomó suavemente de la mano.

"No temas, mi amada", le dijo, sus ojos llenos de una tristeza antigua. "Ven conmigo. Te mostraré un lugar donde siempre serás amada y nunca tendrás que temer nuevamente."

Y así, sin que T/N pudiera resistirse, Ken la llevó al inframundo, un lugar vibrante, lleno de color y vida, aunque estuviera habitado por los muertos. A su llegada, una celebración estalló en el inframundo, los espíritus danzaban y cantaban en honor a la boda que acababa de celebrarse. T/N se encontró rodeada por esqueletos y almas que la felicitaban, mientras Ken la guiaba con gentileza.

Con el tiempo, T/N empezó a conocer más a Ken. Aunque su apariencia era aterradora, descubrió que era un ser dulce, caballeroso y lleno de amor. La trataba con respeto, la hacía reír y, sobre todo, la amaba de una manera que ella nunca había experimentado antes. Pero a pesar del creciente afecto que sentía por él, T/N sabía que no pertenecía a ese lugar. Su corazón aún latía, y su vida aún tenía un curso que debía seguir.

Una noche, con el peso de su decisión sobre ella, T/N y Ken fueron a ver al monje del inframundo, una calaca vieja y sabia que sabía de todos los destinos. El monje escuchó su dilema y le dijo a T/N que la única manera de quedarse con Ken era muriendo, dejando atrás el mundo de los vivos.

T/N quedó atónita ante la opción. Morir... para quedarse con Ken. Pero también sabía que debía cumplir la promesa que le había hecho a su familia, de no avergonzarla. Así que, con el corazón en conflicto, decidió regresar al mundo de los vivos, escapando del inframundo.

Cuando regresó a su aldea, buscó a Tadashi, el hombre con quien se suponía debía casarse, y se disculpó, explicando que no podía unirse a él en matrimonio. Nunca podría amar a un hombre que no conocía, especialmente cuando su corazón ya pertenecía a otro.

Desde la ventana, Ken la observaba, su expresión mezcla de dolor y amor, esperando pacientemente a que T/N regresara con él. Al comprender la profundidad de sus sentimientos, y la imposibilidad de vivir sin el amor que había encontrado, T/N tomó una decisión final. Volvió a su habitación, tomó una copa llena de veneno y, con un suspiro de resignación y amor, la bebió lentamente, sintiendo cómo su vida se desvanecía.

Mientras su visión se oscurecía, Ken apareció a su lado, llevándola con suavidad de regreso al inframundo. Ahora, con sus corazones latiendo al unísono, finalmente podrían cumplir su sueño de casarse, unidos para siempre en la muerte, en un lugar donde el amor que compartían nunca más podría ser separado por las barreras del mundo de los vivos.

La verdad yo si quería que Víctor se quedara con Emily :)