One Shots [ken Sato]

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*: Tritón.

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T/N había comenzado a trabajar en el parque acuático con entusiasmo, llevándose bien con todos los empleados y ascendiendo rápidamente. Su curiosidad e inteligencia la llevaron a destacar, y pronto se le confió acceso a casi todas las áreas del parque. Sin embargo, había una zona a la que no tenía permitido entrar, una sección envuelta en misterio y rumores. Los empleados hablaban en susurros sobre una criatura mitológica capturada allí, algo similar a una sirena.

La naturaleza curiosa de T/N no podía ignorar esos rumores. Una noche, cuando el parque estaba desierto, decidió que no podía esperar más. Se coló en la zona prohibida, su corazón latiendo con fuerza mientras caminaba entre las enormes albercas que albergaban el agua más oscura que había visto jamás. Todo parecía estar en silencio; no había señales de la criatura que se suponía estaba encerrada allí.

Mientras exploraba, T/N se sobresaltó al chocar con un vidrio de cristal. El golpe fue lo suficientemente fuerte como para hacer que se le cayeran los lentes. Se agachó para recogerlos y, al levantarse, sus ojos se posaron en el vidrio frente a ella. Lo que vio le cortó la respiración: una enorme cola de pez se agitaba en el agua, y una mano de color azul se apoyaba contra el vidrio. La figura detrás del cristal era imponente, una criatura mitad hombre, mitad pez, encadenada por el cuello a una pared sumergida.

T/N sintió una mezcla de fascinación y lástima por el ser. A pesar de su apariencia agresiva, había algo en su mirada que la hizo sentir que estaba sufriendo. Ignorando el peligro evidente, T/N buscó una manera de entrar en la piscina donde estaba encerrado. Encontró una puerta de mantenimiento y, con el corazón en la garganta, se deslizó adentro.

Al principio, el tritón, como lo llamó en su mente, se mostró agresivo, moviéndose rápidamente en el agua y agitando su cola en señal de advertencia. Pero cuando T/N se acercó con calma, mostrando que no tenía intención de hacerle daño, él pareció calmarse, sus ojos grandes y brillantes fijos en ella. En su mano llevaba un pequeño paquete de huevos hervidos, la única comida que, según los rumores, le había gustado a la criatura.

Así comenzó su vínculo. Cada noche, T/N volvía a visitarlo, siempre trayendo más huevos hervidos, y cada vez que lo hacía, sentía que la conexión entre ellos se fortalecía. El tritón nunca hablaba, pero la escuchaba con atención mientras ella le contaba sobre su vida. Sus ojos la seguían con interés, y ella empezaba a notar una comprensión en su mirada que iba más allá de lo que un simple animal podría tener.

Con el tiempo, las visitas nocturnas de T/N se convirtieron en lo más esperado de su día. Hablaba con el tritón, le contaba sobre su infancia, sus sueños y sus miedos. Aunque nunca obtenía respuestas, sentía que el tritón la entendía, que había algo en su silencio que la consolaba. Su conexión con él era profunda, casi espiritual, y aunque no podía explicarlo, sabía que el tritón la veía como algo más que una simple humana.

Una noche, cuando T/N llegó para su visita habitual, fue sorprendida por el personal de seguridad. Habían descubierto su intrusión y, sin piedad, la arrastraron fuera del área restringida, ignorando sus gritos de protesta. El tritón, que hasta entonces había permanecido tranquilo, se volvió loco al ver a T/N siendo llevada a la fuerza. Rompió las cadenas que lo mantenían atado con una fuerza inhumana y, con un rugido ensordecedor, arremetió contra los guardias.

La violencia fue rápida y brutal. El tritón no dejó a ninguno con vida, y cuando todo terminó, se sumergió en el agua, llevándose a T/N consigo.

T/N despertó en una roca en medio del mar, rodeada por el sonido de las olas rompiendo suavemente contra la piedra. El cielo estaba cubierto de estrellas, y el aire salado llenaba sus pulmones. Frente a ella estaba el tritón, su figura imponente y azulada resaltaba bajo la luz de la luna. La miró con una intensidad que nunca antes había visto.

Entonces, por primera vez, escuchó su voz. Era profunda y resonante, como el eco de una tormenta bajo el agua. "Me llamo Ken", dijo, sus palabras reverberando en el aire.

T/N sintió un escalofrío recorrer su espalda. Había algo en su tono que le hizo entender que esto era más que una simple presentación. Ken se inclinó hacia ella, su mirada fija en la suya. "No puedo dejarte ir, T/N", continuó. "Te he estado observando, te he escuchado... y ahora que estás aquí conmigo, no hay vuelta atrás".

T/N se quedó en silencio, su mente tratando de comprender lo que estaba ocurriendo. El vínculo que habían formado, esa extraña conexión que no podía explicar, ahora tenía un significado mucho más profundo. Ken no era simplemente una criatura atrapada en el parque. Era un ser poderoso, mitológico, y ahora la reclamaba como suya.

Mientras las olas lamían la roca en la que se encontraban, T/N comprendió que su vida había cambiado para siempre. El mar, inmenso y misterioso, ahora era su hogar. Y Ken, el tritón que había capturado su corazón, sería su único compañero en este nuevo mundo. El sentimiento de libertad se mezclaba con el de incertidumbre, pero una cosa era clara: T/N ya no estaba sola.

Apoco si?