One Shots [ken Sato]

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*: El gansta enamorado.

Obsesión.

Mención de muerte.

Chantaje.

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Mi nombre es Ken Sato, y mi vida siempre ha sido una serie de decisiones calculadas, peligrosos movimientos y violencia sin fin. Soy un gánster, y mi mundo está marcado por el poder, la traición y la sangre. Pero todo cambió el día que vi a T/N, la hija de uno de mis enemigos más acérrimos. Nunca pensé que alguien como yo pudiera sentir algo más allá del frío control y la furia. Pero ella... ella despertó algo dentro de mí que no puedo ni quiero controlar.

La primera vez que la vi, fue en una reunión en la mansión de su padre. Estaba allí para negociar, o más bien, para recordarle a su padre quién manda. Ella apareció de repente, como una visión, un ángel en medio del infierno. Su belleza era hipnótica, su presencia me desarmó. Desde ese momento, supe que la quería, que la necesitaba. No podía dejar que alguien tan pura y hermosa permaneciera en ese nido de serpientes.

Esa noche, mientras el sonido de las balas y los gritos se apagaba, tomé una decisión. Envié un mensaje claro a su padre: si no me entregaba a T/N, destruiría a toda su familia. No era solo una amenaza; era una promesa. No soy un hombre que hace promesas a la ligera.

Cuando finalmente la trajeron a mí, su mirada era de puro odio y miedo. Pero detrás de esos ojos llenos de desafío, podía ver algo más. Ella no sabía lo que le esperaba, pero yo sí. Sabía que aunque me odiara al principio, con el tiempo, entendería que su lugar era a mi lado.

El primer día que estuvo en mi casa, la miré y sentí un deseo profundo, no solo carnal, sino emocional. Quería protegerla, quería que entendiera que, a pesar de cómo había llegado a mi vida, ella era mi salvación. Me acerqué a ella, y supe que tenía que ser cuidadoso. No quería romper lo que era tan hermoso, tan puro. Pero también sabía que no podía dejar de ser quien soy.

"T/N," dije, mi voz baja y controlada. "No tienes idea de lo que significas para mí. Desde que te vi, supe que tenía que tenerte a mi lado. No puedes escapar de esto. No puedes escapar de mí."

Ella me miró, sus ojos llenos de desafío. "Nunca seré tuya, Ken. No importa lo que hagas."

Sonreí, sabiendo que el tiempo estaba de mi lado. "Eso es lo que tú crees," susurré, acercándome más. "Pero algún día, entenderás. Algún día, sabrás que naciste para ser mía."

Los días pasaron, y mi deseo por ella creció. No era solo el deseo de poseerla físicamente, aunque eso también era fuerte. Era un deseo más profundo, más intenso. Quería que ella entendiera que, a pesar de todo, había encontrado en mí a alguien que la amaría de una manera que nadie más podría.

Cada vez que la veía, sentía un fuego arder dentro de mí. La miraba mientras dormía, su respiración tranquila y suave, y sabía que aunque el mundo se desmoronara a nuestro alrededor, ella siempre sería mía. Quería ser el único en su vida, el único que la protegiera, el único que la amara.

Una noche, mientras la observaba dormir, me acerqué a ella y le susurré al oído. "T/N, sé que me odias ahora. Pero el odio se puede convertir en amor. Y aunque me muera, siempre serás mía."

Ella se movió ligeramente, sus ojos abriéndose lentamente. Me miró, y en ese momento, supe que aunque el camino sería difícil, valdría la pena. No podía dejar que alguien más la tuviera. No podía dejar que alguien más la tocara. Ella era mi luz en este mundo oscuro, y haría lo que fuera necesario para mantenerla a mi lado.

Soy Ken Sato, un gánster que ha encontrado su debilidad y su fuerza en la hija de su enemigo. Y aunque nuestro amor esté teñido de sangre y violencia, sé que, al final, siempre será mía.

De esos me gustan mucho :)