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No recuerdo quién me pidió esto.

*: Día de playa con la familia Sato

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Era una cálida mañana de verano cuando Kenji Sato y tú decidieron llevar a sus dos hijos, Yuto y Hana, a la playa para pasar un día de relajación y diversión. La emoción llenaba el aire mientras cargaban el coche con toallas, juguetes de playa y una nevera llena de comida deliciosa.

Al llegar a la playa, los niños salieron corriendo hacia el agua con sus flotadores de colores. Kenji, con una sonrisa pícara, te tomó de la mano y corrieron detrás de ellos, salpicando agua en todas direcciones.

"¡Voy a ganar!" gritó Kenji, acelerando el paso.

"¡En tus sueños, Ken!" respondiste entre risas, esforzándote por alcanzarlo.

Yuto, de cinco años, observaba a sus padres mientras intentaba hacer una torre de arena. "¡Mamá, papá, miren mi castillo!", gritó emocionado.

Kenji se detuvo, aún jadeando por la carrera, y se inclinó para ver la creación de Yuto. "¡Es un castillo increíble, campeón! Pero creo que necesita un dragón protector. ¿Qué piensas, Hana?"

Hana, de tres años, sonrió ampliamente y corrió hacia su hermano, llevando consigo una concha grande. "¡Aquí está el dragón, Yuto!" dijo, poniendo la concha en la cima de la torre.

Mientras los niños jugaban, tú y Kenji se relajaban en la arena, disfrutando de la brisa marina. "Este es el mejor día en mucho tiempo," dijiste, recostándote sobre la toalla.

Kenji te miró con una chispa en los ojos. "¿Te acuerdas de nuestra primera cita en la playa? Estabas tan nerviosa que accidentalmente tiraste helado en mi camiseta."

Te reíste recordando el momento. "Y tú trataste de impresionar a todos haciendo malabares con pelotas de playa, pero terminaste golpeando a un señor en la cabeza."

Kenji soltó una carcajada. "Bueno, al menos hice que nuestra cita fuera memorable, ¿verdad?"

Los niños regresaron corriendo, llenos de energía. "¡Vamos a nadar de nuevo!" insistió Yuto, jalando la mano de Kenji.

Todos juntos se adentraron en el agua, chapoteando y riendo. Hana intentaba atrapar las olas mientras Kenji la sostenía con seguridad. Yuto, por otro lado, estaba decidido a demostrar que podía nadar como su papá.

De repente, Kenji se volvió hacia ti con una sonrisa traviesa. "¿Qué te parece si hacemos un concurso de castillos de arena? Tú y Hana contra Yuto y yo."

Aceptaste el desafío con entusiasmo y se dispusieron a construir los castillos más elaborados. Hana y tú crearon una fortaleza con murallas y puentes, mientras que Kenji y Yuto optaron por una estructura más alta, aunque un poco tambaleante.

Cuando llegó el momento de juzgar, decidieron que ambos equipos eran ganadores. "¡Es un empate!" exclamaste, levantando a Hana en brazos.

Kenji, fingiendo decepción, dijo: "Bueno, supongo que tendremos que resolver esto con un combate de agua."

Antes de que te dieras cuenta, una guerra de agua comenzó. Los niños se reían y gritaban mientras tú y Kenji trataban de mantener el control. Al final, todos terminaron empapados y felices.

Al atardecer, se sentaron en la arena, disfrutando de una cena improvisada de sándwiches y frutas. "Hoy ha sido un día perfecto," dijo Kenji, abrazándote con una sonrisa.

Yuto, con la boca llena de sandía, añadió: "¡El mejor día de todos!"

Hana, adormilada por la actividad del día, se acurrucó en tu regazo y susurró: "Los quiero mucho, papá y mamá."

Con el sol poniéndose en el horizonte, llenando el cielo de tonos naranjas y rosados, te diste cuenta de que no necesitabas nada más que estos momentos simples y felices con tu familia. Y mientras Kenji hacía una broma sobre su terrible habilidad para construir castillos de arena, todos estallaron en risas, sabiendo que los recuerdos de este día quedarían grabados para siempre en sus corazones.

Finalmente, cuando regresaban al coche, Kenji intentó cargar todas las bolsas de una vez, tropezando torpemente. "¡Mira, soy el hombre fuerte!" bromeó, haciendo que los niños se rieran aún más.

"Siempre sabes cómo hacernos reír," dijiste, dándole un beso rápido en la mejilla.

Kenji sonrió y, con el brillo del atardecer reflejándose en sus ojos, respondió: "Eso es porque hacerlos felices es mi cosa favorita en el mundo."

Este hombre es el estándar 

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Este hombre es el estándar 

One Shots [ken Sato]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora