Pedido por: st4rgi1int3rlud3
*: Noches de Mascarillas con Kenji Sato
......
.....
....
...
..
.
Era una noche tranquila y fresca, perfecta para una de tus actividades favoritas: una noche de cuidado personal con tu novio, Kenji Sato. La idea de embellecer a Ken con mascarillas y otros tratamientos de belleza siempre te hacía sonreír, y a él le encantaba lo relajado y consentido que se sentía después.
-Ken, ¿estás listo para nuestra noche de mascarillas? -le preguntaste mientras preparabas los productos en la sala.
Kenji, que estaba en el sofá con su cabello despeinado y en pijama, te sonrió con dulzura.
-Claro que sí, amor. Siempre estoy listo para un poco de tiempo de calidad contigo -respondió, levantándose para unirse a ti.
Empezaste con una limpieza facial para Kenji, aplicando una suave espuma limpiadora y masajeando su piel con movimientos circulares. Sus ojos se cerraron mientras disfrutaba del contacto de tus manos, una expresión de pura relajación en su rostro.
-Esto se siente increíble -murmuró Kenji, casi en un susurro.
-Me alegra que te guste, cariño. Tu piel necesita un poco de cariño después de tanto entrenamiento y partidos -le dijiste, limpiando la espuma con una toalla húmeda.
Luego, sacaste la mascarilla de arcilla que tanto le gustaba. La aplicaste con cuidado, asegurándote de cubrir toda su cara, excepto los ojos y la boca.
-Te ves adorable -dijiste, riendo suavemente al ver su rostro cubierto de arcilla.
Kenji abrió un ojo y te miró con una sonrisa.
-¿Adorable? Pensé que me iba a ver más como un monstruo del barro -bromeó.
-Para mí siempre eres adorable, incluso con mascarilla de arcilla -respondiste, dándole un beso en la mejilla, evitando la parte con la mascarilla.
Mientras la mascarilla hacía su trabajo, sacaste dos rodajas de pepino del refrigerador y las colocaste sobre sus ojos.
-Esto es para reducir las ojeras y refrescar tus ojos -le explicaste.
Kenji soltó una risita y asintió, disfrutando cada momento de tu cuidado.
-Tienes manos mágicas, ¿lo sabías? -dijo, su voz llena de cariño y gratitud.
-Me gusta hacerte sentir bien -respondiste, acariciando suavemente su cabello.
Después de que la mascarilla se secó, la retiraste con cuidado y aplicaste una crema hidratante, masajeando su rostro con movimientos suaves y rítmicos. Kenji dejó escapar un suspiro de contento, completamente relajado.
-Esto es el paraíso -murmuró, abriendo los ojos para mirarte con una expresión de profundo amor.
-Me alegra que te sientas así. Te mereces todo el cariño y cuidado del mundo -le dijiste, mirándolo a los ojos y sintiendo una oleada de amor por él.
Finalmente, terminaste con un bálsamo labial y una ligera neblina de agua de rosas, dejando su piel resplandeciente y fresca.
-¿Cómo te sientes? -le preguntaste, sonriendo.
Kenji se levantó del sofá y se miró en el espejo.
-Me siento increíble. Y todo gracias a ti, amor -dijo, dándote un abrazo y un beso en la frente.
-Es mi placer cuidar de ti -le respondíste, sintiéndote feliz y satisfecha.
De repente, Kenji tuvo una idea divertida. Tomó un poco de la mascarilla de arcilla restante y la aplicó en tu nariz.
-¡Ahora tú también eres adorable! -dijo, riendo.
-¡Ken! -exclamaste, riendo también mientras intentabas limpiarte la nariz.
La noche terminó con risas y más cariño, demostrando una vez más cuánto se amaban y disfrutaban de esos momentos simples pero significativos juntos. Aunque las mascarillas y los tratamientos de belleza eran solo una excusa para pasar tiempo de calidad, lo que realmente importaba era el amor y la felicidad que compartían.
Por culpa mía y de este guapote, ahora tengo ALTAS expectativas en el amor.
La personita que me lo pidió, espero y te guste :)
Los que me siguen pidiendo esa escena de celos y luego coger como animales, aguanten no es fácil escribir esas escenas. Me sonrojo de la vergüenza .
La imaginación para el sepso ahorita no es buena :(