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Pedido por: Lup719

*: Ken descuida a su familia :(

Escenario triste :(

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Ken Sato había sido siempre un hombre dedicado, tanto a su familia como a su carrera. Su habilidad para equilibrar su papel de héroe y beisbolista con su vida familiar era admirable. Sin embargo, a medida que sus responsabilidades como héroe crecían y su carrera en el béisbol alcanzaba nuevos niveles de éxito, comenzó a descuidar a su familia sin siquiera darse cuenta.

La vida se volvió una sucesión de ausencias y promesas incumplidas. Los partidos, entrenamientos y misiones para salvar el mundo consumían la mayor parte de su tiempo. Mientras tanto, T/N y su pequeño hijo de cinco años, Leo, se encontraban cada vez más solos. Las cenas familiares se hicieron raras y las noches de cuentos antes de dormir se convirtieron en algo del pasado.

—Papá prometió que estaría aquí para mi partido —dijo Leo una noche, con la voz llena de esperanza.

—Sí, cariño, pero a veces las cosas cambian —respondió T/N, tratando de esconder su propio dolor y decepción.

El partido de futbol llegó y se fue sin la presencia de Ken. Leo interpretó su jugada con esmero, pero su mirada buscaba constantemente entre el público, esperando ver a su padre. Al final de la noche, cuando solo encontraron un asiento vacío, Leo no pudo ocultar su tristeza.

Las ausencias continuaron, y con el tiempo, el amor que había unido a Ken y T/N comenzó a desmoronarse bajo el peso de las responsabilidades no compartidas y las promesas rotas. Finalmente, llegó el momento que T/N había estado temiendo: la decisión de separarse.

—No puedo seguir así, Ken —dijo T/N una noche, con lágrimas en los ojos—. Leo y yo necesitamos más de ti, y tú ya no estás aquí para nosotros.

Ken, sorprendido y herido, intentó disculparse y prometer cambios, pero las palabras ya no tenían el poder de antes. La separación fue dolorosa, y el divorcio, inevitable. Leo se fue a vivir con T/N, llevando consigo un corazón lleno de confusión y un creciente rencor hacia su padre.

Con el tiempo, Ken se dio cuenta de lo mucho que había perdido. Trató de mantenerse en contacto, pero las llamadas y mensajes no podían reemplazar los momentos perdidos. Leo, creciendo, comenzó a entender más sobre las razones detrás de la separación, pero en lugar de perdonar, su resentimiento solo aumentó.

Un día, ya adolescente, Leo confrontó a su padre. Se encontraron en un parque, un lugar neutral donde las emociones se sentían más crudas y reales.

—¿Por qué? —fue lo único que Leo pudo decir al principio, sus ojos llenos de una mezcla de dolor y rabia—. ¿Por qué nos dejaste?

Ken, sintiéndose el peso de los años de ausencia, trató de explicar, pero cada palabra parecía vacía frente al dolor de su hijo.

—Leo, siempre he querido lo mejor para ustedes. Intentaba protegerlos, mantenerlos seguros...

—¡Eso no es suficiente! —interrumpió Leo, su voz quebrándose—. Mamá lloraba todas las noches. Yo solo quería a mi papá, no un héroe para el mundo.

Las palabras de Leo atravesaron a Ken como un cuchillo. Sabía que no había forma de recuperar el tiempo perdido, ni de borrar el dolor que había causado.

—Lo siento, Leo. Lo siento tanto... —dijo Ken, con lágrimas en los ojos—. Desearía haber sido mejor, haber estado ahí para ustedes.

Leo, aun con el dolor evidente en su rostro, se dio la vuelta, alejándose. Ken lo observó irse, su corazón pesado con la comprensión de que algunas heridas no sanan fácilmente, y que el rencor de su hijo podría nunca desaparecer por completo.

La vida continuó, y aunque Ken trató de hacer las cosas de la mejor manera posible, el daño ya estaba hecho. La relación con Leo nunca volvió a ser la misma, y cada intento de acercarse parecía solo recordarles a ambos las ausencias y promesas rotas.

Ken siguió adelante con su carrera y sus deberes heroicos, pero en su corazón siempre había un lugar de tristeza y arrepentimiento. Sabía que había perdido algo invaluable y que el precio de sus decisiones era el amor y la confianza de su hijo.

Y así, Ken vivió con el peso de sus errores, siempre esperando, aunque fuera solo una pequeña oportunidad, para mostrarle a Leo cuánto lo amaba y cuánto lamentaba el tiempo perdido. Pero algunas cosas, incluso el amor de un padre, no siempre pueden ser reparadas.

 Pero algunas cosas, incluso el amor de un padre, no siempre pueden ser reparadas

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La personita que lo pidió, espero y le haya gustado :)

One Shots [ken Sato]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora