Pedido por: ItziaEsquivel
*: Los caprichosos de Ken sato .
Escenas de sepso :)
......
.....
....
...
..
.
Era un día soleado en el parque, y el retiro del entrenador de béisbol de Kenji Sato estaba en pleno apogeo. Había música, comida y una atmósfera de alegría y camaradería entre todos los jugadores y sus familias. Kenji, con su inconfundible sonrisa y su presencia magnética, era el centro de atención. Sin embargo, había algo en sus ojos que solo yo podía ver, una chispa de deseo que siempre parecía arder, especialmente cuando estábamos juntos.
-Ken, ¿qué estás pensando? -le pregunté, sabiendo exactamente hacia dónde se dirigía su mente.
-Nada, solo disfrutando del día -respondió, aunque su mirada sugería algo más.
Pasamos la tarde socializando, hablando con amigos y disfrutando del ambiente festivo. Pero a medida que el sol comenzaba a ponerse, noté que Kenji estaba cada vez más inquieto. Su mirada se volvía más intensa, y cada vez que nuestras manos se rozaban, sentía una corriente eléctrica entre nosotros.
Finalmente, en un momento en que todos estaban distraídos, Kenji se acercó y me susurró al oído:
-Ven conmigo.
Antes de que pudiera protestar, me tomó de la mano y me llevó a una zona más apartada del parque, lejos de las miradas curiosas. Mi corazón latía con fuerza, sabiendo lo que estaba por venir.
-Kenji, no aquí... -intenté decir, pero sus labios capturaron los míos en un beso apasionado, silenciando cualquier objeción.
Su deseo era palpable, y no pude evitar sucumbir a su intensidad. Suavemente, me empujó contra un árbol, sus manos recorriendo mi cuerpo con urgencia. A pesar de la situación, no podía negar el fuego que encendía en mí. Cada vez que estábamos juntos, era como si el mundo desapareciera, dejando solo nuestro amor y deseo mutuo.
-Kenji, estamos en un parque... -intenté razonar nuevamente, aunque mi voz sonaba débil incluso para mis propios oídos.
-No puedo esperar más -respondió, su voz ronca de deseo. -Te necesito ahora.
Mi resistencia se desmoronó, y lo siguiente que supe fue que estábamos entregándonos a nuestra pasión bajo el cielo estrellado. La mezcla de vergüenza y excitación hacía que la experiencia fuera aún más intensa. Cada susurro, cada caricia, cada beso nos acercaba más.
Ken subió mi pierna a su hombro, dando más entrada en mí, lo sentía... tan rico, cada centímetro, cada vena, todo empujando tan salvaje llenando de amor mi útero como solo él sabe. Despojándome de mi vestido se llenó la boca con mi pecho derecho y el izquierdo lo aprieta y jala como si fuera juguete para el estrés.
Jadee de dolor y extasiada de verlo como un bebe sediento a que saliera leche-Dios mío, mi bebe, ¿el pecho de mamá es delicioso?-
Sus mordidas eran fuertes y llenas de su saliva marcando mi piel. Ken sonriendo orgulloso del desastre que estaba haciendo en mí. No le basto.
Me hizo hincarme, poniendo su polla en mi rostro.
-(T/N)... abre la boca- sonrío tan feliz y perdido en la lujuria.
Ken y sus gemidos fuertes me hacían meterlo más, las lágrimas me dificultaban ver y mi boca estaba ocupada de su polla sin dejarme respirar. Sentía morir al tenerlo en la garganta, pero resistí. De atrás hacia delante varias veces, sentí como tomaba mi cabeza, follándome la boca.
Se movía desesperado, el sonido viscoso del oral era tan morboso que cerré los ojos dejándome llenar la boca por él. Tapo mi boca y la quito hasta que lo trague todo, saco la lengua para que viera.
-Mi novia es una bonita muy obediente-
Cuando finalmente nos detuvimos, ambos respirábamos con dificultad, nuestros cuerpos aun temblando por la intensidad del momento. Me miró con esos ojos oscuros llenos de amor y deseo, y supe que, a pesar de todo, no cambiaría nada de lo que habíamos vivido.
-Eres increíble -dijo, acariciando suavemente mi mejilla. -No sé qué haría sin ti.
-Probablemente, te meterías en muchos más problemas -respondí con una sonrisa, aunque no pude evitar sentir una ola de amor por este hombre tan caprichoso y apasionado.
Nos arreglamos rápidamente antes de regresar con los demás, tratando de actuar como si nada hubiera pasado. Sin embargo, no pude evitar sonrojarme cada vez que alguien nos miraba, temiendo que hubieran sospechado algo. Kenji, por su parte, parecía más feliz que nunca, con una sonrisa que delataba su satisfacción.
La noche continuó, y a medida que las estrellas brillaban en el cielo, me di cuenta de lo afortunada que era de tener a Kenji en mi vida. Su amor era intenso y a veces desbordante, pero también era lo que hacía que cada día fuera emocionante y lleno de sorpresas.
-Te amo, Kenji -le susurré mientras nos abrazábamos al final de la noche, disfrutando del calor de su cuerpo contra el mío.
-Y yo a ti -respondió, besándome suavemente. -Siempre.
A pesar de los caprichos y la intensidad de su deseo, sabía que nuestro amor era lo que nos mantenía unidos. Y en ese momento, bajo el cielo estrellado, supe que no había otro lugar en el mundo donde preferiría estar que en sus brazos, compartiendo cada aventura y cada desafío que la vida nos presentara.
¿Qué paso?
Para la personita que lo pidió, espero y te haya gustado :)
Estaba pensando en hacer un trío, pero no sé.
Miguel O' Hara
o
Ami Wakita
Voten ;)