Pedido por: jimegars
*: El charro negro te echo el ojo 😉
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En una noche sombría, en una vasta y antigua hacienda en México, la joven marquesa T/N se encontraba llorando desconsoladamente en su habitación. Su prometido, un hombre cruel y despiadado, la había humillado una vez más, dejándola sintiéndose más sola y desesperada que nunca. Las lágrimas caían sin cesar por sus mejillas, mojando su elegante vestido.
El viento nocturno parecía susurrar su dolor, y en ese momento, una figura oscura apareció en el umbral de su ventana. Era Ken Sato, conocido en el inframundo como el Charro Negro. Su mirada se suavizó al ver a T/N, una belleza que jamás había contemplado en su inmortal vida.
—¿Quién eres? —preguntó T/N, sorprendida y algo asustada al ver al extraño.
—Soy el Charro Negro —respondió Ken, su voz profunda y serena—. He escuchado tu llanto y no pude quedarme sin hacer nada. He venido a ofrecerte un trato.
T/N lo miró con cautela, pero también con curiosidad. La desesperación en su corazón era tan grande que estaba dispuesta a escuchar cualquier cosa que pudiera liberarla de su tormento.
—¿Qué tipo de trato? —preguntó, secándose las lágrimas.
Ken dio un paso adelante, su figura imponente pero a la vez protectora.
—Ven conmigo al inframundo —dijo suavemente—. Te prometo que allí serás tratada como una reina. Te llevaré flores, te daré serenatas y te besaré apasionadamente. Seré el hombre que te mereces, lejos de la escoria que tienes como prometido.
El corazón de T/N latía con fuerza. La propuesta era tentadora y, en su estado de desesperación, no veía otra salida.
—Acepto —dijo finalmente, levantándose y tomando la mano que Ken le ofrecía.
Con un movimiento suave, Ken la llevó a su caballo negro. Montaron juntos y se adentraron en la oscuridad de la noche, rumbo al inframundo.
Al llegar, T/N quedó asombrada por la belleza del lugar. Aunque era el inframundo, Ken había creado un refugio lleno de jardines florecientes y ríos de cristal. Era un paraíso oculto, y ella se sintió inmediatamente bienvenida y protegida.
Desde ese día, su vida cambió por completo. Ken, fiel a su palabra, la trataba como a una reina. Cada mañana, al despertar, encontraba un ramo de flores frescas junto a su cama. Por las noches, Ken le cantaba serenatas bajo la luz de la luna, su voz llenando el aire con melodías de amor y devoción.
—Nunca había sido tan feliz —confesó T/N una noche mientras se abrazaban junto a un fuego acogedor.
Ken la miró con ternura, sus ojos oscuros reflejando el amor que sentía por ella.
—Haré todo lo posible para que siempre seas feliz —dijo, besándola suavemente.
Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. La relación entre T/N y Ken se fortaleció cada vez más. El amor y el respeto que se tenían eran inquebrantables.
Un día, mientras paseaban por uno de los jardines, T/N se detuvo y miró a Ken con una sonrisa.
—He decidido quedarme contigo para siempre —dijo—. Aquí es donde pertenezco, a tu lado. No hay lugar en el mundo, ni en el inframundo, donde prefiera estar.
Ken la abrazó con fuerza, sintiendo una felicidad que nunca había experimentado en sus siglos de existencia.
—Entonces, mi amor, serás mi reina por toda la eternidad —respondió, besándola con pasión.
Y así, en el inframundo, Ken y T/N encontraron la felicidad que tanto habían anhelado. El amor y la devoción que se tenían los mantuvo unidos, y T/N vivió una vida llena de alegría y amor, tratada como una verdadera reina por el Charro Negro.
El final de su historia no fue de tristeza ni desesperación, sino de un amor eterno y profundo que superó todas las barreras. Juntos, Ken y T/N vivieron felices, con un amor que ni siquiera la muerte podía romper.
TE AMO KEN 💗💗
La personita que me pidió este escenario espero y te haya gustado :)