83

1.3K 127 30
                                    

*: Ken te pide un cuarto hijo  ._.

......

.....

....

...

..

.







Era una noche tranquila en nuestra casa, y Ken Sato y yo estábamos acostados en la cama, disfrutando de un momento de paz después de un largo día con nuestros tres hijos. El silencio nocturno era un regalo, una rara oportunidad para relajarnos sin interrupciones.

—Cariño —dijo Ken, girándose para mirarme con una sonrisa en los labios—, ¿qué te parecería tener un cuarto hijo?

Yo lo miré sorprendida, aunque no tanto. Ken siempre había mencionado su deseo de tener una gran familia. Pero yo tenía mis reservas.

—Ken, ¿estás seguro? —respondí, intentando mantener un tono serio.

—Absolutamente. Mira cómo nos las arreglamos con Anna, Elena y Ryu. Son geniales. ¿No te gustaría tener otro pequeño corriendo por la casa?

Decidí usar una táctica diferente para explicarle mis preocupaciones.

—Mira, Ken. Imagina que pedimos una pizza grande, ¿ok? Tú te comes una rebanada, Anna se come dos, Elena se come dos, Ryu se come una, y yo me como cuatro.

Ken frunció el ceño, claramente confundido por mi explicación.

—¿Qué tiene que ver una pizza con tener otro hijo? —preguntó, cruzando los brazos.

—Todo, Ken. Porque si tenemos otro hijo, vamos a necesitar otra pizza. Y ya sabes lo mucho que me gusta la pizza. Así que, básicamente, si tenemos otro hijo, tendré que compartir más la pizza. ¿Ves a dónde quiero llegar?

Ken se quedó mirándome en silencio durante unos segundos, luego soltó una carcajada.

—¡Eso es ridículo! —dijo, todavía riéndose—. Estás diciendo que no quieres otro hijo porque no quieres compartir tu pizza. ¿En serio?

—Exactamente —respondí con una sonrisa, sintiéndome bastante satisfecha con mi lógica impecable.

Ken se sentó en la cama, todavía riéndose pero con una expresión de fingida severidad.

—Sabes qué, deberías ponerte a dieta. A lo mejor así te animas a compartir más la pizza y podemos tener ese cuarto hijo.

Yo le lancé una almohada en broma, riéndonos juntos por la estupidez de la conversación.

—¡Oye! —protesté entre risas—. No es mi culpa que la pizza sea mi debilidad.

Ken me miró con una sonrisa amorosa y me tomó de la mano.

—No importa cuántos hijos tengamos, siempre encontraremos la manera de compartir, ya sea pizza o amor. Te amo, incluso con todas tus excusas tontas.

Lo miré con ternura y me acerqué para darle un beso.

—Te amo, Ken. Gracias por siempre hacerme reír.

Nos abrazamos, disfrutando del momento de conexión. Aunque sabía que Ken aún quería otro hijo, también sabía que entendía mis preocupaciones, incluso las más tontas. Y eso era lo que hacía nuestro matrimonio tan especial: siempre encontrábamos la manera de reírnos juntos, sin importar las circunstancias.

Aquella noche, nos quedamos abrazados, riéndonos de nuestras ocurrencias y planeando el futuro. Quizás algún día tendríamos ese cuarto hijo, pero por ahora, estábamos contentos con nuestra familia y con todo el amor y la pizza que compartíamos.

 Quizás algún día tendríamos ese cuarto hijo, pero por ahora, estábamos contentos con nuestra familia y con todo el amor y la pizza que compartíamos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Cuántos hijos quieren tener?

One Shots [ken Sato]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora