One Shots [ken Sato]

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Pedido por : camiesqui16

*:Ken te llama  preocupado por Emi.

Escuchar la rolita para mejor experiencia.

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Emi, la bebé Kaiju que había rescatado de una caída mortal, estaba herida. Mientras luchaba contra un enorme enojo de no destruir los drones, Emi había caído de un edificio, y aunque Kenji la había atrapado justo a tiempo, el impacto había sido suficiente para romperle el brazo.

Sosteniendo a la pequeña Emi en sus brazos, sintió cómo su corazón se hundía. Su llanto era desgarrador, y cada gemido de dolor le atravesaba el alma. Sin saber a quién más recurrir,  marcó tu número. Tú eras la mejor científica en Kaijus que conocía, y la única persona en la que confiaba completamente.

"¿Hola?" tu voz sonaba somnolienta al otro lado de la línea. Eran las tres de la madrugada, pero él no tenía tiempo que perder.

"Soy Kenji," dijo, su voz temblando. "Necesito tu ayuda. Emi está herida. Por favor, ven a mi casa."

No necesitaste más explicaciones. Sentías la urgencia en su voz y sabías que esto era serio. En cuestión de minutos, te vestiste y tomaste tu equipo médico especializado, conduciendo rápidamente hacia la casa de Kenji.

Cuando llegaste, Kenji te recibió en la puerta, su rostro pálido y sus ojos llenos de preocupación. Te llevó rápidamente hacia el interior, donde Emi estaba acostada en el suelo, su pequeño brazo envuelto en un improvisado cabestrillo. Su llanto había disminuido a suaves sollozos, pero el dolor era evidente.

"Déjame ver," dijiste, arrodillándote junto a Emi. Kenji observaba cada uno de tus movimientos con una intensidad que casi podías sentir físicamente. Con delicadeza, examinaste el brazo de Emi, utilizando tus conocimientos y herramientas para asegurarte de que estaba correctamente alineado y comenzaste a inmovilizarlo de manera adecuada.

Mientras trabajabas, Kenji no podía apartar los ojos de ti. Cada vez que una expresión de preocupación cruzaba tu rostro, su corazón se aceleraba. Se dio cuenta de lo mucho que te amaba, y de que tú eras la única persona a la que podía acudir en un momento así.

"Gracias por venir tan rápido," dijo Kenji en voz baja, su voz llena de gratitud y algo más profundo, algo que había estado escondiendo durante mucho tiempo. "No sabía a quién más llamar. Confío en ti más que en nadie."

Te giraste para mirarlo, viendo el amor y la preocupación en sus ojos. Sentiste una oleada de calidez en tu pecho, sabiendo que este hombre, que era un héroe para el mundo, te consideraba su refugio seguro. "Haré todo lo posible para que Emi se recupere," dijiste con firmeza, tratando de mantener la compostura ante la intensidad de su mirada.

Con el brazo de Emi adecuadamente inmovilizado, su dolor comenzó a disminuir y finalmente se quedó dormida. Te levantaste lentamente, sintiendo la tensión del momento. Kenji se acercó a ti, su rostro aún reflejando la preocupación.

"¿Estará bien?" preguntó, su voz casi un susurro.

"Asumió lo mejor, Kenji. Está fuera de peligro. Solo necesita descansar y sanar," respondíste, intentando tranquilizarlo.

Kenji dejó escapar un suspiro de alivio y te miró con una expresión de profundo agradecimiento. "No sé qué haría sin ti," dijo, su voz llena de sinceridad. "Eres increíble. No solo eres una gran científica, sino también una persona increíblemente compasiva."

Sus palabras te tocaron profundamente. Habías trabajado con Kenji muchas veces, pero nunca te había hablado de esta manera. Había algo en su mirada, en la manera en que te observaba, que te hacía sentir especial.

"Siempre estaré aquí para ti y para Emi," dijiste, sonriendo suavemente. "No tienes que enfrentar estas cosas solo."

Kenji asintió, sus ojos brillando con una emoción que no podía ocultar. "Lo sé," dijo en voz baja. "Y creo que... siempre lo he sabido."

En ese momento, ambos entendieron que su relación había cambiado. El miedo y la preocupación habían revelado sentimientos más profundos, y aunque no lo dijeron en palabras, ambos sabían que esto era solo el comienzo de algo mucho más grande.

Mientras Emi dormía tranquila, Kenji y tú se quedaron en la sala, hablando en susurros, compartiendo sueños y esperanzas. La noche que comenzó con miedo y preocupación se transformó en una noche de descubrimiento y amor, marcando el inicio de una nueva etapa en sus vidas juntos.

Morí de ternura escribiendo esto :)

Para la personita que lo pidió, espero y te haya gustado.