*: Ken es un ladrón, pero tú le robas un beso y algo más....
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Era una noche fría en Tokio, y las luces de la ciudad parpadeaban tenuemente mientras T/N caminaba por las calles desiertas. Llevaba consigo un bolso elegante, resultado de un día de compras. La atmósfera nocturna era tranquila, pero había algo en el aire que hacía que T/N se sintiera ligeramente inquieta.
A la distancia, Kenji Sato, un ladrón conocido por su destreza y sigilo, observaba a T/N con interés. Había seguido su rastro desde que salió de una tienda de lujo, y ahora estaba decidido a robarle el bolso. Kenji no era solo un ladrón; era un maestro en su oficio, moviéndose con la gracia y precisión de un felino.
T/N, sin darse cuenta de que era seguida, continuaba su camino, sumida en sus pensamientos. De repente, Kenji emergió de las sombras, acercándose rápidamente. En un movimiento fluido, agarró el bolso de T/N, sus ojos brillando con determinación.
"¡Dame eso!" exigió Kenji, su voz baja y amenazante.
T/N, sorprendida, no reaccionó como una víctima común. En lugar de gritar o luchar, miró directamente a Kenji, sus ojos mostrando una mezcla de valentía y astucia. Y entonces, con un movimiento inesperado, se acercó a él y lo besó.
El beso tomó a Kenji por sorpresa. Sus labios se encontraron con los de T/N, y por un momento, el mundo pareció detenerse. La intensidad del beso lo desarmó, haciendo que aflojara su agarre en el bolso. T/N aprovechó el momento, agarrando el bolso con firmeza y alejándose rápidamente.
Kenji, aún aturdido por el beso, observó cómo T/N se alejaba, su figura desapareciendo en la distancia. Había sido engañado de una manera que nunca había experimentado. Un ladrón experto, vencido por un beso.
Final Alterno
El beso de T/N había comenzado como una distracción, pero rápidamente se intensificó, llenándose de una pasión inesperada. Kenji, sintiendo la electricidad en el aire, respondió con igual fervor, olvidando momentáneamente su objetivo.
T/N sintió el calor de Kenji, su cuerpo fuerte y seguro contra el suyo. Sus manos se movieron instintivamente, envolviéndose alrededor de su cuello mientras el beso se profundizaba. Lo que había comenzado como una estrategia de defensa se estaba convirtiendo en algo más, algo que ambos no podían ignorar.
Kenji, sorprendido por la respuesta de su cuerpo y su mente, dejó caer el bolso, concentrándose completamente en T/N. Sus manos viajaron por su espalda, atrayéndola más cerca. El frío de la noche se desvaneció, reemplazado por el calor de su contacto.
La intensidad del momento los llevó a un rincón oscuro, alejados de las miradas curiosas. Los besos se volvieron más urgentes, cada uno explorando y descubriendo al otro con un deseo creciente. T/N, sin aliento, miró a Kenji a los ojos, viendo algo más allá del ladrón, algo que la intrigaba y la atraía.
"¿Por qué hiciste eso?" susurró Kenji, su voz ronca y llena de emoción.
"Porque no quería perder mi bolso," respondió T/N con una sonrisa traviesa. "Y también porque era la única manera de salvarme o una paliza"
Kenji sonrió, un brillo de admiración en sus ojos. "Eres diferente, T/N. Nunca había conocido a alguien como tú."
Sus labios se encontraron de nuevo, y esta vez, el beso no fue una distracción ni un truco.
La pego a la pared dejando que su erección pegara entre sus piernas, rozando con la tela de su pantalón negro gruño al ver la tela tan molesta, solo por querer más calor bajo un poco su pantalón sin soltarla logro deshacerse de la prenda, haciendo que sus piernas quedaran arriba de sus hombros.
Dejaba ver que T/N no pesaba nada, desesperado bajo un poco su pantalón y dejo salir su polla dura y larga acariciando sus segundos labios con suavidad escuchando sus gemidos en su rostro. El calor era cada vez más fuerte y lo sintió más cuando se la metió.
Estrecho y cálido, era lo que sentía Ken, perdió la cabeza al verla con su carita de inocente mirando abajo con la respiración entrecortada y un sonrojo fuerte. Se movía con fuerza, memorizándose cada parte de su interior.
Por otro lado, T/N sentía que cada embestida le llegaba al cerebro, perdida en el placer del ladrón, solo podía gemir en su rostro, pidiendo por besos que hacían que su baba cayera y se mezclara volviéndola una sola.
Ambos sintieron una gran ola de satisfacción al correrse. T/N agitada miro su estómago manchado por la semilla de Ken y este apenas recuperando el aliento le sonrió besando su frente.
Fue una promesa de algo más, algo que ambos estaban dispuestos a explorar. La noche continuó, llena de caricias y susurros, mientras dos almas inesperadas se encontraban en medio de las sombras de Tokio.
Y así, lo que comenzó como un intento de robo se transformó en una conexión inesperada y profunda, un encuentro que ninguno de los dos olvidaría jamás.
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Este escenario lo sentí muy latinoamericano :)
La personita que lo pidió. Espero y te haya gustado :)