"Siempre Vuelvo a ti" Romeo Santos 2da y 3era temp. (Prince Royce) TERMINADA.

Parte 45 Dia dificil.

Anthony sigue de gira, y yo bueno... aqui en casa cuidando a mi hijo... Estoy de un humor pesimo... Decidi salir de compras, deje a mi axel con dinora y estos dos guaruras que no me dejan ni a sol ni sombra.

-Pueden dejar de seguirme?.-Les dije molesta al llegar a la puerta de mi casa.

-Señora son ordenes de el señor santos.

-No me diga señora y haganme el favor de agarrar sus cosas y dejarme tranquila por un dia!!!!.-Les dije enfadada.

-No podemos son ordenes.-Me dijeron serios.

-Han visto algo fuera de lo normal en estos dos meses que han estado aqui? 

-No.

-Entonces? no pasara nada, por favor vayanse dejenme tranquila!!!!!!!!!!!!.-Dije fuera de mis casillas.

-Señora comprenda no podemos, nos pagan por cuidarlos.

-No me importaaaa, vayanse por favor, anthony no se va a enterar de que no estan aqui... se los juro!.-Dije desesperada.

No se como lo hice, pero termine convenciéndolos, por fin después de un largo tiempo siento libertad, un dia libre! Sali de nuevo, fui a la estetica, cuando venia de regreso a casa senti que alguien me seguia, seguro son estos payasos de guaruras que romeo me consiguio, segui mi camino. Llegue a casa, por fin me sentia bien, libre, relajada, me puse a darle de comer a mi bebe, cada dia crece y crece, Romeo no quiere perderse ni un solo dia del crecimiento de su hijo, me obliga a que le envie una foto diaria. Tocaron a la puerta, le entregue mi hijo a dinora y me dirigí a la puerta.

Abri los ojos como plato... Era mario, intente cerrarle la puerta pero me la empujo.

-Que haces aqui?.-Le dije molesta.

-Hasta que tus guarros te dejaron por un segundo, no sabes cuanto he esperado.-Dijo caminando por mi casa.

-Esperado?.-Le pregunte confundida.

-Si, todos los dias he estado cerca esperando el momento en que te dejaran sola.

-Dinora, llevese a mi hijo de aqui.-Le ordene a dinora.

-No te voy a dejar sola, con este canalla.

-ALEJATE DE MI HIJO.-Le dije poniendome en su camino al ver caminaba hacia ellos.

-Tranquila tranquila.-Dijo dando dos pasos para atras.

-Dinora por favor.-Le dije indicandole la puerta de mi habitacion.

-Voy a llamar a la policia.-Dijo dinora entrando al cuarto.

-No esta tu "esposito"?.-Dijo viendo cada rincon de mi departamento.

-Por que no te vas y me dejas en paz?.-Le dije enojada.

-Por que no quiero.

-Estas colmando mi paciencia mario, vete! Que es lo quieres?.

-A TI!.-Dijo atrapandome con su cuerpo en la pared.

-Quitate.-Dije trando de quitarmelo de encima.

-No.-Dijo dando un beso en mi cuello.

-Esta vez si que no mario.-Lo avente con todas mis fuerzas.

-Asi me gustan agresivas.-Dijo pasandose la lengua por los labios.

-Hay no!.-Dije con enfado.-Mira decidiste un pesimo dia para venir a amargarme el dia.

-Yo te lo alegro princesa.-Dijo jalandome por la cintura.

-Sueltame, la vez pasada te pasaste de la raya y sabes por que? por que me agarraste distraida, pero esta vez no te vas a salir con la tuya, quiero que te largues de mi casa.-Le dije apuntandole la salida.

-No me voy a ir.-Dijo segun el seduciendome.

intento besarme y le di un buen golpe que le saque la sangre.

-VETE DE AQUI, te lo dije, no me voy a dejar mario, vete.-Le grite.

-Entonces, si la unica manera de que te vayas conmigo, es llevandome a tu hijo no?.-Dijo arqueando una ceja.

-Tocas a mi hijo y te lo juro que te mato!.-Le dije con todo el odio del mundo.

Mario camino hasta la puerta de mi dormitorio, me llene de panico y de odio de pensar que pudiera siquiera tocar a mi hijo, agarre uno de los jarrones de cristal, Era precioso pero esto valia la pena.

-Te lo juro que ahora si me sale.-Dije mientras se lo estrellaba en la cabeza.

Mario cayo al suelo, con una abierta en la cabeza.

-Lo mate?.-Me pregunte a mi misma asustada.

-JESUS BENDITO.-Grito dinora al abrir la puerta.

-Llamo a la policia?.-Le pregunte al verla.

-Si si hija, ya debe venir.

Me acerque con cuidado a mario para checar su pulso, parecia que seguia vivo, yo no podria vivir cargando con su muerte, mi hijo empezo a llorar sacándome de quicio.

-Dinora llevese a mi hijo de aqui por favor!.-Dije molesta.

Me servi un trago y me lo tome de golpe, donde tenia la cabeza cuando corri a los changos que me cuidaban? Maldita sea. Ver a mario ahi tirado, donde se despierte, no quiero saber como se va a poner. Mi celular comenzo a timbrar cuando por fin llego la policia, no podia contestarle a romeo en este momento, no quiero preocuparlo, le explique a la policia que fue lo que paso. Levantaron a mario del piso, comenzo a despertar.

Lo interrogaron y lo unico que decia eran puras amenazas en mi contra y encontra de mi familia.

Comence a sentirme mal, me senti mareada, me sente en el sillon.

-Señora esta bien? Este patan le hizo algo?.-Me pregunto uno de los policias.

-Estoy bien, solo me siento un poco mal.-Le dije con la mano en la cabeza.

-Quiere que la llevemos al hospital?.-Dijo el policia precupado.

-Lo que quiero es que se vayan ya de aqui por favor.-Le dije molesta.

-Esta bien señora, con permiso y quedese tranquila que a este me encargo de refundirlo en la carcel.

-Gracias.-Le dije señalandole la puerta.

Me acoste en el sillon, sentia que la cabeza de daba vueltas, Mi celular volvio a sonar, mira la pantalla y era romeo, ignore su llamada e insistio unas 4 veces mas, me decidí a contestarle.

-Alo.

-Demonios ______ por que no me contestabas? tengo horas llamandote y nada! estaba preocupado.-Me dijo molesto.

-Por favor no estoy de humor.-Le dije seria,

-Humor para que? para contestarme las llamadas?

-Si para eso.-Le dije con ironia.

-Que te pasa? por que estas de mal humor?.-Dijo un poco mas comprensivo.

-Tuve un dia muy dificil.

-Por que? Que paso? estan bien?.-Dijo preocupado.

-Si estamos bien, despues te llamo si?.-Le dije molesta.

-Cuando estes de buenas me marcas____.-Dijo romeo colgando la llamada molesto.

-Estas bien hija?.-Me pregunto dinora saliendo del cuarto.

-No no estoy bien.-Le dije rompiendo en llanto.

-Ya hija tranquila ya paso todo.-Dijo sentandose a mi lado par abrazarme.

Yo no dejaba de llorar.

-Ya mi niña.-Decia acariciando mi cabeza.

Dinora se habia convertido como una segunda madre para mi, ella me cuidaba siempre.