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Todo bueno acaba... y mi perfecto fin de semana a lado de mi esposo había terminado, debía volver a casa con mis hijos y atender mis labores.
Llevábamos apenas unas horas separados y lo extrañaba bastante.
Mis hijos no hacían más que preguntarme por su papá y me reprochaban el no haberlos llevado.
Volví a la oficina, a tratar de poner en orden mi carrera, no sé por donde comenzar, debería dejarla en manos de Anthony y sus consejeros. Royce, Tom y yo somos un desastre. Solamente quería demostrar que podía hacerlo sola, sin ayuda de Anthony, pero esto es demasiado, lo necesito.
Toda la semana me la había pasado sentada frente al computador, pensando en una estrategia para re lanzar mi disco, pero nada me fluía, Tom no me aportaba nada y eso me estaba cansando, no hacía más que verme de una forma intensa, sé que le gusto, que siente algo por mi, pero debería disimularlo.
-¿Entonces que debemos hacer? , me estoy cansando de esto, ni Royce ni tú me aportan ideas.- dije molesta.
-No puedo concentrarme- Me dijo Tom encogiendo los hombros.
-Quizá si dejarás de estar admirándome, te concentrarías mejor.
-No puedo- dijo sonriendo.
A lo cual respondí poniendo los ojos en blanco.
-Entonces que vamos a hacer? Sentarnos todo el mes aquí para solo vernos las caras?- le dije molesta parándome frente a él.
-Compréndeme, me es muy tóxico, verte todos los días, sentir que me explota el corazón al verte y saber que nunca podrás ser Mía- dijo Tom parándose frente a mi.
-Por favor deja esto, no de nuevo, por dios- dije tocándome el puente de la nariz con desesperación.
-No puedo _______.- dijo colocando sus manos en Mis hombros.
-Tom... eres un buen hombre, no quiero lastimarte, no siento lo mismo por ti, estoy casada y amo a mi esposo.
-¿No sientes ni un poco por mi?- dijo pasando sus manos por mi cintura.
-Claro que no, y suéltame por favor-dije de inmediato, colocando mis manos en su pecho para alejarlo.
-podríamos intentarlo- dijo jalándome a la fuerza, acercándose con intensión de besarme.
-Suéltala o te lo voy a partir la cara- dijo un Anthony muy molesto parado en la entrada de mi oficina.
-Vaya a quien tenemos aquí, Al esposo "preocupado" que siempre está ausente- dijo en tono sarcástico para después soltarme.
-¿Que dijiste?- Anthony se acercó a Tom hecho una fiera.
-En pocas palabras... vienes aquí a montar una escena de esposo preocupado y protector, cuando siempre la dejas sola? No tiene chofer, ni guardaespaldas, qué tipo de esposo eres? No cuidas a tu mujer y mira que es una joya, es preciosa.
-Si es preciosa, pero es Mía, mi esposa- dijo Anthony sonando un poco infantil.
-"Es Mía" has notado que ella no es una cosa? Es una mujer, no un objeto que puedas poseer o comprar en la tienda. Ella es una joya, una dama que merece alguien que la ame, no que la cele como un Neanderthal, que la tenga como un objeto de colección.
Romeo soltó una carcajada.
-Y quién es el hombre perfecto para ella? Tu? No me hagas reír por favor.
-Yo si la amo, yo si la cuido, lo he hecho todo este tiempo que tú te mantienes de gira, le traigo de comer, la llevo a su casa, estoy al pendiente de ella y tú? Tu que haces con ella?
-¿Pueden dejar de discutir cómo si yo no estuviera aquí? - grite con frustración.
Ambos me miramos un Segundo y volvieron a discutir entre ambos.
-Lo que yo haga con ella o deje de hacerlo, no te importa y no tengo por qué darte explicaciones.
-Si claro, no tienes argumentos para defender lo que acabo de decirte, como es típico de ti, apropiándote mujeres para tenerlas como colección,mientras tú estás de gira- dijo Tom riéndose.
-Y como es típico de ti, queriendo lo que es mío, pero te recuerdo que "siempre vuelven a mi"
Esto estaba volviéndose más incómodo por que ya no estaban peleando por mi, si no que estaban hechandose en cara su pasado y eso me ponía celosa.
-Y en lo que vuelven a ti, yo ya me las comí- dijo Tom riéndose.- Por cierto, _______ besa muy bien.
Abrí los ojos como plato cuando escuché que dijo eso. Si te pregunta niégalo todo.
Anthony le dio un fuerte golpe en la cara, su nariz se expandía por la forma en la que estaba respirando, estaba rojo y una vena se saltaba en la frente. Tom le regresó el golpe y empezaron una lucha a muerte, mientras destruían mi oficina.
-¿Pueden parar por favor?- grite con lágrimas es los ojos.
Ambos estaban matándose en el suelo, pero al escucharme ambos pararon y voltearon a verme.
Anthony se levantó y se acercó a mi.
-No llores mi amor- dijo limpiándome las lágrimas con sus dedos.
-Estás sangrando- le dije viendo sus labios, tenía una pequeña fisura en la comisura del labio.
-No es nada amor- dijo limpiándose la sangre.
-Vas a seguir haciéndote pendejo o vas a pelear por tu mujer?- dijo Tom doblándose las mangas de la camisa, buscando más pelea.
-Ya basta Tom, por dios- le dije furiosa parándome frente a él- deja de reclamarme como tuya, estoy casada, amo a mi esposo, no tienes idea de todo lo que hemos pasado juntos para que vengas a intentar separarnos, estoy enamorada de este tipo- le dije señalando a Anthony- Lo amo tanto que aún si él no me amara seguiría con él, no tienes por qué venir y señalar sus defectos por qué ya los conozco, le he perdonado tantas cosas, muchas muy fuertes y ni eso nos ha separado, así que deja ya este numerito, no quiero estar contigo, y si este show es por su pasado, adelante, dense en la madre pero mi no me metan en esto.- le dije furiosa. Tome mi bolso y salí de la oficina.

"Siempre Vuelvo a ti" Romeo Santos  2da y 3era temp. (Prince Royce) TERMINADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora