Al día siguiente me levante temprano y me fui a organizar lo que tenía en mente no sin antes dejarle una nota a _______.
Narra______. Aún no abría los ojos y toque la cama la esperanza de tocar la piel de tony pero lo único que encontré fue una sabana fría, abrí los ojos extrañada, iría a correr? Estará en la cocina? Me acomode en mi cama y limpie mis ojos para después estirarme un poco. -Mami puedo entrar?.-Me preguntó mi hijo. -Claro mi amor ver aquí.-Le dije señalando la cama. Corrió y se subió encima de mi abrazándome. -Papi me dejo esto para ti.-Dijo sonriendo. Tome el sobre y saque una nota que decía:
"no olvides que tenemos una cita! Pasarán por ti a las 3:00pm, esta puntual, deja a los niños con Dinora. Te ama...Anthony"
-Que dice mami?.-Me dijo mi hijo con sus enormes ojos. -Que nos ama.-Le dije abrazándolo dándole un beso en la frente. Me levante de la cama y Dinora tenía listo el desayuno, mientras desayunábamos le envié un texto a tony. _-Y bueno...Como es que tengo que vestirme para la cita? A-Normal. _-Normal como? A-No muy formal.Te Amo. Me quede pensando que me pondría, algo sport? No creo que no, escogí algo de ropa y la deje lista sobre la cama, me metí a bañar, me maquille, alacie mi cabello y comencé a cambiarme, me pise un pantalón de mezclilla unas botas largas hasta la rodilla, una blusa blanca, y un suéter color café. Eran ya las 3pm baje y me estaba esperando un coche negro muy lujoso. -Adelante Señora ______.-Me dijo el chofer el cual no conocía. -Gracias....Disculpe...-Le dije antes de que cerrara la puerta. -Dígame? -Sabe a usted a dónde vamos? -No puedo decírselo.-Dijo encogiendo los hombros. -Esta bien.-Le dije con una falsa sonrisa
📲-Anthony... A donde me llevan? No me van a secuestrar? A-Jajajaja si claro tú .... Tú... Que soy tuyo? Novio? Querido? Amante? -Mi pareja... Eso eres, pero no cambies el tema a donde me llevan? A- Oh si, tu pareja te mando secuestrar. -Ya dime... No me gustan los secretos. A-Relájate amor... No te va a pasar nada confía en mí, toma un trago de champagne a mi salud, te veo en un rato. Solté un soplido de enfado, me molesta no saber a dónde voy y no es por qué tenga miedo si no que me gusta tener todo controlado. El chofer manejo durante casi una hora, le envía a textos a anthony y no me respondía eso me irritaba, cuando por fin llegamos, vi que era un campo grande grande como a las afueras de la ciudad, no sabremos perdido? Demonios. Sentí como abrían la puerta. -Hola nena.-Era Romeo extendiéndome una mano. -Por qué no contestabas mis mensajes.-Le dije golpeando su mano. -Eres muy enfadosa ______.-Dijo riéndose. -Tonto.-Le dije al salir del auto en un susurro. -El tonto que más te ama.-Dijo susurrándome también. -Que hacemos aquí?.-Le pregunte viendo a mi alrededor. -Ven es una sorpresa.-Dijo jalándome y camine junto a él. Caminamos juntos unos pocos metros, pasamos unos enormes árboles que escondía de mi vista un enorme globo aerostatico. -Oh no anthony.-Le dije hechandome para atrás.-Yo no me voy a subir a eso. -Vamos por qué no?.-Dijo jalándome del brazo. -No no anthony, eso me da pánico.-Le dije jaloneandome. -No me obligues a cargarte.-Me dijo anthony amenazandome. -No te atrevas.-Le dije también amenazandolo. -Vamos! Será lindo... Hemos hecho cosas peores o más peligrosas, estaremos bien.-Dijo anthony tratando de convencerme. -Dije que no, sube tu sí quieres, aquí te espero.-Dije cruzando los brazos. -Bueno.-Dijo anthony encogiendo los hombros, hizo como que caminaba para adelante pero sin darme cuenta regresa corriendo por mi y me cargo como si fuera un bebé. -Bájame anthony!!!! .-le gritaba tratando de que dejara pero no lo logre. Mientras todos se reían de mí por la escena que estaba haciendo, logró meterse conmigo a la canasta del globo. -Suéltala ya!.-Gritó anthony. En cuanto supe que ya estaba un poco por los aires deje de moverme como lombriz, realmente me daba miedo, anthony me bajo lentamente y me puso de pie, la canasta de tambaleó un poco y morí de pánico! -Ven, no pasa nada.-Dijo anthony abrazándome poniéndose atrás de mí para que pudiera ver la hermosa vista panorámica, pude tranquilizarme un poco. Romeo dejo de abrazarme y escuche como abrió una botella de vino, sirvió dos copas una para el y otra para mí. -No sabía que le temías a las Alturas.-Me dijo anthony en tono burlón. -A las alturas no, a esto.-Le dije señalando la caja. -No pasa nada, solo quería que este momento fuera especial, pero...-Dijo agachando la mirada. Vaya ahora me siento mal por la escena que hice, arruine sus planes. -Es especial, cada momento a tu lado es especial.-Le dije acariciando sus mejillas.-Ya tendrás algo gracioso en tu lista para contarle a nuestros hijos cuando estén grandes.-Le dije riéndome. Sonrío ante mis palabras pero no me dijo nada, deslizó sus manos por mi cintura y me pego a su cuerpo, mientras yo pasaba mis brazos por su cuello, me besó lentamente, disfrutando de cada segundo que estábamos juntos. -Y a que se debe todo esto?.-Le dije sonriendo. -Quería hablar muy seriamente contigo.-Dijo tomando mis manos. -Dime. -No sé por dónde empezar.-Dijo rascándose la cabeza. -Por el principio estaría bien.-Le dije agarrándolo de la mano para acercarlo a mi. -Bueno mira...-Estaba nervioso. -Estas embarazado?.-Le pregunte burlona. Romeo Solto la risa.-No y tú?.-Dijo agarrándole el vientre. -No, Dios me libre!.-Le dije bromeando. -Bueno mira...-Dijo soltando un suspiro.-Los últimos meses me he sentido muy inseguro de ti... Primero hice tonterías, ya sabes poniéndote celosa y he estado pasando unos malos días imaginándome cosas y soñando cosas que me lastiman, siento que en cualquier momento puedo perderte, que te puedes ir y yo... -Y tú qué? -Y yo... Te amo, mucho... Pero... Pensé mucho esto, pero es algo que necesito... -Me vas a dejar?.-Le pregunte con una lágrima cayendo por mi mejilla. -Nooo nena claro que no.-Dijo limpiándome la lagrima para después abrazarme fuerte. -Entonces.-Le dije con la respiración cortada -Yo sé que ya lo e intentado varias veces pero... Yo solo...-Dijo separándome de su cuerpo para verme.-Yo solo quiero QUE TE CASES CONMIGO! .-Dijo poniéndose de rodillas enseñándome un precioso anillo.
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