-Anthony... ¿Que hacemos en el aeropuerto?- le pregunte confundida. -Es sorpresa- dijo dándome un beso en la mano. Ambos montamos el avión, me abrazo durante todo el camino para evitar que supiera a donde iríamos, a las pocas aterrizamos. Cuando baje del avión era imposible no saber donde estaba. El olor a mar, arena, ese clima tan cálido, lo conocía muy bien. -¿Que hacemos aquí?- le pregunte a Anthony confundida. -Ya veras... No seas ansiosa. Una camioneta negra polarizada se encontraba esperándonos, subimos y se puso en marcha, recordaba muy bien la última vez que estuve aquí, no tenía planeado volver, este lugar me trae malos recuerdos. Y más malos recuerdos se instalaron en mi al ver a donde habíamos llegado. -¿Por que me trajiste aquí? Debiste... debiste consultármelo- le dije alterada al llegar a la casa donde había intentado quitarme la vida. -Sthhh, aún no digas nada amor, confía en mi- dijo tratando de tranquilizarme. Al entrar a aquella casa sentí escalofríos, ¿Como pude ser tan estupida?
Anthony me tomo de la mano y me llevo a aquella habitación... Al llegar a la puerta me quede paralizada, mis piernas no funcionaban.
-Vamos amor, todo va a estar bien- dijo colocándose tras de mi, dándome un beso en cuello.-Abre la puerta. Él me tomo la mano para que giráramos juntos la perilla de la puerta, cuando está se abrió pude ver una habitación totalmente diferente y llena de bonitos detalles, muy a lo Romeo.
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-¿Que es esto?- le pregunte nerviosa. -Te dije que me iba a encargar de borrar todo lo malo de tu memoria, esa habitación no existe más, hoy vamos a guardar nuevos recuerdos, estoy dispuesto a hacer todo por ti y lo sabes. -A que Hora hiciste esto? ¿Estás loco?- le pregunte confundida. -Hace mucho que mande a que la remodelan, solo pedí que hicieran algo romántico para mi esposa y para mi... y si si estoy loco... por ti- dijo pasando sus brazos por mi cintura para acercarme más a su cuerpo. -Y como vas a borrar los malos recuerdos de mi memoria? -Con amor- dijo sonriendo. -Pensé que nunca volvería a este lugar... Aún no supero ese lapso, sabes, cuando lo recuerdo me siento una estupida... No pensé en mis hijos... puse a un hombre por encima de ellos- Me toque el cabello desesperada. -Hey! Estas aquí amor, eres una excelente madre, ¿recuerdas cuando me decías que no te gustaban los niños y que serias como Kim Kardashian olvidando a tus hijos en los centros comerciales? Has demostrado todo lo contrario mi amor, si, a lo mejor tienes razón y me pusiste por encima de ellos, pero es que esto que tenemos es demasiado fuerte, y si, fui un cabron, me comporté como un pendejo, lo aceptó, y no me ajustara la vida para pedirte perdón, pero sabes que? Fue horrible el sentimiento de saber que podía perderte de nuevo, eres una parte de mi, te amo, te amo como un loco enfermo, y así como yo superé muchas cosas, tu vas a superar esto y vamos a trabajar juntos para borrarlo, está Claro señorita? -Señora- le dije corrigiéndolo mientras unas lágrimas se deslizaban por mi mejilla.-Te amo Anthony.- le dije abrazándolo con fuerza. Nuestros labios se unieron, encajando a la perfección, sus labios acariciaban los míos con presión. -Voy a hacerte el amor- Me dijo al oído, haciendo que se me erizara la piel. -¿Me estás avisando o pidiendo permiso?- le dije riéndome. -Avisando, no creo que quieras poner resistencia- dijo dándome besos y pequeñas mordidas en el cuello, causando que soltara ligeros jadeos. -¿Te gusta lo que te hago?- Me pregunto susurrando al oído. -Podría ser mejor. -Ah si?- dijo sonriendo de lado. -Si, podrías esforzarte más- le dije sonriendo con picardía. Sentí como se hincaba y me mordía el trasero, mientras sus manos apretaban mis caderas y hacia repentinas caricias por mi monte Venus. Con sus manos me giro y así quede frente a él. -Arrodillado ante mi Reyna- dijo haciendo una reverencia-Para cumplir sus más ardientes deseos- dijo deslizando sus manos debajo de mi vestido, me reí y pare sus manos para que no prosiguiera. -¿Que pasa?- Me pregunto confundido. -Tengo hambre, comamos algo primero. Sonrió frustrado y se levantó del piso...
