"Siempre Vuelvo a ti" Romeo Santos 2da y 3era temp. (Prince Royce) TERMINADA.

4-26

Decidí ir a la fiesta con vestido color oro para contrastar con el concepto del disco, ya lo se, soy una ridicula.
Anthony me dijo que me esperaría allá, me incomoda un poco llegar sola pero en fin, debo darle su espacio, es el lanzamiento de su disco.
Llegue a uno de los edificios más exclusivos que tenía una maravillosa vista para poder admirar de lejos el empire state.
-Bienvenida señorita, tiene invitación para el evento?
-No- le dije con seriedad.
-Por Dios es la esposa de Romeo, como le pides invitación. -le dijo uno de los hombres que estaba en recepción y me llevo directo al elevador.
-Gracias- le dije educadamente.

subí en el elevador. Me sentía muy incómoda de llegar completamente sola en este evento. A estas eventos debes de llegar con tu pareja, no sola como niña abandonada. Oh cierto mi pareja está arriba divirtiéndose de lo lindo... sin mi. Salí de mis pensamientos cuando la puerta se abrió en un piso con La Luz tenue, luces en tono amarillo, esto de verdad parecía un antro. Chicas con body paint bailando arriba de un cubo, wow.
-_________, bienvenida- me dijo una chica que estaba en la entrada.
-Hola!- dije con una sonrisa fingida, no sé quien sea esta chica.
-Quieres que te acompañe adentro?
-Donde está Anthony?- le pregunte ignorando lo que me decía.
-Vamos, te acompaño- dijo jalandome de un brazo. Que confianzas la de esta chica.
Camine detrás de ella y de pronto me vi sumergida en un mar de gente, muchas de ellas me saludaban y me preguntaba cómo estaba, yo solo me limitaba a sonreírles.
Que mierda? Fue lo primero que pensé al llegar a donde estaba Romeo.  Estaba sentado en un sillón con una rubia, estaban muy juntos y era nada más y nada menos que la puta de Raquel, aquella bruja que quería quitármelo cuando estábamos trabajando en el arte de mi disco.
El tio de Romeo al verme se puso pálido y le dio un codazo a Anthony. Lo ignoro varias veces hasta que se agachó y le dijo algo al oído, aquí estaba yo parada entre la multitud quedando como estupida frente a todos. Anthony Levando la vista y al verme se puso blanco como michael Jackson, estaba furiosa. Le di una mirada reprobatoria, estaba apunto de darme la vuelta para irme pero él se levantó para ir a nuestro encuentro.
Se paro frente a mí, tomó mi rostro con las dos manos y me planto un beso en los labios.
-Bienvenida mi amor, luces maravillosa.
-Gracias- le dije con molestia.
Cuando busque con la mirada a la tal Raquel ya no estaba, seguro el alcahuete de tio la saco de aquí.
-¿Por que tardaste tanto en llegar?- me preguntó dándome un beso en la mejilla, mientras caminaba conmigo rumbo al sillón.
-Me hubieras enviado un mensaje para que me quedara en casa y pudieras disfrutar de tu hermosa velada- le dije con sarcasmo.
-Por que dices eso?- me preguntó el muy cínico.
-Eres o te haces?- le dije molesta.
-No entiendo cariño- dijo sentándose a mi lado.
-¿Que hacías con esa mujer?
-Cuál mujer?- me preguntó haciéndose el tonto.
-La puta de Raquel.
-Amor...- me dijo acariciando mi cabello.
-Amor, nada- le dije quitando su mano.
-No es el momento, ni el lugar para montarme una escena de celos.- me dijo con seriedad.
Me cruce de brazos y me quede callada, tiene razón, pero esto no se queda así.
-Ven- dijo dándome la mano- vamos a ver el espectáculo de luces.
Ignore su mano, me levante del sillón y camine hacia la ventana, Anthony se colocó detrás de mi, enredando sus brazos alrededor de mi cintura, recargo su rostro en mi hombro.
-No debes de sentirte insegura mi amor, te amo, te amo como no te lo imaginas- me dijo al oído, mientras me apretaba más junto a su cuerpo.- por cierto, este vestido te queda fabuloso, ese escote, uffff, no veo la hora de deshacerme de el. Te ves preciosa mi cielo.
Lo ignore olímpicamente, no podía hacerle la grosería de apartarlo de mi cuerpo por qué muchas personas nos estaban viendo.
Empezó el espectáculo de luces y comencé a relajarme en los brazos de mi hombre mientras me daba besos en el cuello, al fin y al cabo es mío, es mi esposo, no dejaré que una golfa arruine esta noche.
La publicista de Romeo me llamo y me llevo con ella a la parte de atrás del lugar, tenían preparado un pastel con velas de chispas, querían que yo se lo entregara y le cantara las mañanitas, acepte con gusto.
Entre al lugar con el pastel en las manos, temía quemarme las cejas con las chispas de las velas, llegue hasta él y le entregue el pastel para empezar a cantarle happy birthday!
Al terminar la canción todos comenzaron a aplaudirme, me acerqué a Anthony lo abrace con fuerza.
-happy birthday my love- le dije al oído.
-Gracias mi amor, de verdad.
-gracias a ti por estar a mi lado.
-Te amo- me dijo dándome un beso en los labios.
-Yo te amo mucho más, y que te quede claro que nadie va a destruir lo nuestro,  yo no soy tonta Anthony, yo no soy de las mujeres que les deja el camino libre.
-No lo hagas, nunca. Yo quiero estar siempre a tu lado- dijo apretándome a su cuerpo.
-Nunca vas a escapar de mi, eres mi prisionero.
-Tienes control sobre mí, lo sabes.- dijo sonriéndome.
Pasó la noche, tomando algunos tragos, pasando el rato con amigos y conocidos, me paré y busque el baño. Ya me andaba!
Entre al baño, hice mis necesidades, después de tantos tragos era justo y necesario que viniera a conocer los baños. Salí y al pararme frente al espejo me encontré con la bruja de Raquel.
-Cuanto tiempo sin toparnos______.- escupió la víbora de Raquel.
-Ojalá hubiera sido más- le dije en un susurro.
-No esperabas verme aquí, no?- dijo con arrogancia.
-Ni aquí, ni en ningún lugar.
-Es obvio que tenía que acompañar a mi chico en su día especial.
-¿Tu chico?- le dije riendo.
-Si, Anthony es mi chico, sabes que papel juego en su vida- dijo cruzando los brazos.
-No y no me importa- le dije intentando salir del baño pero me lo impidió.
-¿No te importa que tenga una amante? ¿Que mientras no esté contigo, está conmigo haciendo cositas sucias?
-No me digas que te tiene limpiando baños-le dije riéndome.
-No, me tiene disfrutando de su cuerpo, de su amor- dijo tocando su cuello.
-Pues espero lo estés disfrutando, con permiso- le dije intentando nuevamente salir, pero me lo impido.
-Bueno, que es lo que quieres Raquel? Decirme que eres su amante? Créeme que no me importa, si eres tú, o aquella o quien sea, no me importa enserio.
-Pues deberías- me dijo con arrogancia.
-Y por qué, quiere que te deje el camino libre? Sabes cuál es papel de la amante? Es la que vive en las sobras, es la sobra de la esposa, la que los hombres se avergüenzan de tener, que la tiene solo para coger. La que nunca presentarán ante la sociedad o sus amigos y mucho menos a su familia, deja de joderme la vida, por qué aquí su esposa SOY YO, y si crees que soy de esa estupidas que dejan al marido por una víbora como tú, estás muy equivocada, antes te desaparezco a dejarte a mi marido. Y quítate no me estorbes más.
Estaba petrificada, no sabía que decirme la muy pendeja, es obvio que no tiene nada con Anthony, estoy segura.

Anthony es mío, solo mío.