Entraron en el gimnasio, Kageyama cerró la puerta a sus espaldas, Hinata lo miró.— Es para que no se escape el balón.
— Okey — no dudó de la respuesta del armador de Karasuno.
— Acompáñame a buscar más pelotas a la bodega.
Caminaban rápido, Hinata estaba feliz, por fin podía practicar el pase rápido abriendo los ojos en el punto más alto de su salto, lo lograría sí o sí, aunque tuviera que practicar todo día y la noche, inclusive si eso significaba no dormir, pero entonces, la luz del gimnasio parpadeó cuando un rayo cayó, la luz platinada se coló por las altas ventanas del gimnasio, el pequeño comenzó a tiritar, odiaba las tormentas, y esta no estaba pronosticada, o por lo menos nadie le advirtió, intentaba hacerse el valiente todo porque estaba frente a Kageyama, se mantuvo derecho y respiro para calmarse un poco, pero el trueno lo descolocó, se metió corriendo a la bodega para quedarse hecho una bolita en un rincón de la habitación en el suelo, las pequeñas gotas de lluvia que se veían a través de la ventana comenzaron ha multiplicarse para dar pasó a un aguacero, otro rayo cayó iluminando todo, Hinata contaba, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, y llegó el trueno, el rayo había caído cerca, metió su cabeza entre medio de sus rodillas y cerró los ojos con fuerza arrugando su tierno rostro.
— Hinata, ¿te dan miedo las tormentas? — al decir esto, la luz de la ampolleta volvió a parpadear.
— Nooooo, para naaaaadaaaa — dijo en tono irónico mientras tiritaba.
Kageyama se acercó quedando al frente de la bolita humana, Hinata miró las zapatillas del ceñudo, olvidando por un solo segundo la tormenta, volvió a esconderse entre sus rodillas cuando otro trueno sonó, sintió que Kageyama se movió, levantó la cabeza para encontrarse a el ceñudo encuclillado frente a él, de inmediato sintió los latidos de su corazón en sus oídos, inconscientemente estaba haciendo un mohín con los labios, labios de patito, y con su entrecejo levantado, sus ojos húmedos, parecía como si fuese a llorar.
Relámpago y en un susurro Kageyama dice — adorable... — justo cuando sonó otro trueno silenciando la palabra pronunciada.
Pegó un pequeño salto al escuchar el trueno — ¿qué cosa? — sus manos sudaban y los latidos de su corazón no se calmaban.
— Nada — Kageyama se acercó, así agachado como estaba, y suspiró.
Hinata tembló al contacto de las manos de Kageyama en sus hombros, se quedó hipnotizado cuando sus miradas se cruzaron, el ceñudo ya no hacía honor a su apodo, tenía el rostro relajado, un rayo iluminó la bodega y se cortó la luz, Hinata gritó y se abalanzó hacia Kageyama abrazándolo, contó, uno, dos y se escuchó el estruendo, Kageyama devolvió el abrazo y con su mano tomó el mentón de Hinata levantando su rostro, a ciegas se acercó y a tientas besó el ojo de Hinata,
— ¡Auch!... ¿Qué? — exclamó un confundido Hinata.
Kageyama no respondió y aprovechó la luz de otro rayo para depositar sus labios sobre los de Hinata, éste se olvidó de la tormenta, estaba anonadado, abrió los ojos tanto que se hicieron arrugas en su frente, se olvidó de contar, ni siquiera escuchó el trueno que siguió a la luz, no podía creer que lo estaban besando, ¡su primer beso y con Kageyama!, el beso comenzó a subir de tono, cada vez mas apasionado, Kageyama metió su lengua y Hinata hizo un sonido divertido, se avergonzó pero él hizo lo mismo metió su lengua con timidez, una mano se deslizó por el abdomen de Hinata dejando calor por donde pasaba, apretó cerca del hueso de la cadera lo que provocó un pequeño salto en Hinata, Kageyama tomó el borde de la camiseta de Hinata y tiró fuertemente hacia arriba, obligando al sorprendido Hinata a extender los brazos, él no sabía si hacer lo mismo y lanzarse a la camiseta de Kageyama, dudó, pero no fue necesario tomar una decisión, el mismo Kageyama se sacó su camiseta.
— ¿Qué haces?, esto está mal, de verdad está mal... ¿Por qué? dime por qué...
— ¿A caso no te gusta? — sonrió pícaro.
Con unos parpadeos de la ampolleta volvió la luz.
— Eeeh, yo... Esto... Es que... Tal vez — dijo mirando para el lado derecho, girando un poco su cabeza.
— Mírame — tomó con cuidado la mejilla de Hinata y le enderezó la cara — mírame — ordenó, cerrando los dedos y con el dorso de estos acarició su mejilla — no rehuyas tu mirada.
— Es que yo... Eeeeh... Lo que pasa es que... No sé — ahora miró hacia el piso con su cara roja.
— No... mírame — apoyó su índice en el mentón de Hinata y levantó su rostro — bésame — se acercó y mordió sus labios deslizando sus dientes, primero por el labio superior para ir de a poco moviéndose para finalizar mordiendo el labio inferior, se separó y embistió con furia besando y comiéndose la boca de Hinata, Hinata estaba comenzando a excitarse, sentía escalofríos que recorrían su espina dorsal, sus rodillas flaquearon, por lo que Kageyama tuvo que sujetarlo, lo tomó de las axilas y caminó con él, empujándolo para que siguiera sus pasos caminando hacia atrás, cuando llegó al objetivo, tomó, con una mano, la colchoneta que estaba arriba de la pila que estaba amontonada en la esquina de la habitación, la tiró al suelo para luego depositar con extremo cuidado a Hinata, cuando este estuvo totalmente acostado, lo besó paseando su lengua por toda la boca de su compañero de equipo, el cual gimió extasiado. La mano de Kageyama bajó hasta el miembro del excitado Hinata, lo agarró sobre el buzo y comenzó a friccionar.
— Aah, así... No te detengas... O sea... Kageyama, detente... Aaaah... Ahhh... Espera... Yo...
— Shh, déjate llevar.
— Pero yo nuca... Aaah... — "¿me querrá?, no quiero que sólo me esté utilizando...". Con sus manos intentó alejar la mano de Kageyama, pero su cuerpo tuvo un orgasmo — aaaaaaaahhh... Fuu... Fuu.
Ring... Ring... Ring... Ring...
Hinata estiró la mano y apretó la pantalla de su teléfono, el cual dejó de sonar de inmediato.
— ¡¿Qué?! ¡No puede ser! — con ambas manos se tapó la cara al recordar el sueño que acababa de tener — ¡mierda!, ¡mierda!, esto no está pasando... de verdad me gusta Kageyama, oh Dios, estoy perdido.
Con aprehensión bajó su mano por su cuerpo para llegar a su abdomen bajo, tocando el pantalón de su pijama, no fue sorpresa, estaba húmedo. "¡Noooo!, tuve ese tipo de sueño con Kageyama, ¿con qué cara lo voy a ver hoy?... ¿Qué voy a hacer?. ¡Maldito Kageyama!
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...