Capítulo 14 parte 1

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- Hinata - Kageyama arrugó el entrecejo y habló amurrado mirando para el lado - disculpa, la verdad es que te ves tierno.

- ¿Tierno? - sus ojitos brillaban, estaban vidriosos, no creía lo que acababa de escuchar - ¿lo dices en serio?.

- Sí - se puso rojo como una sandía madura y jugosa.

- ¡ooooh!, jajaja, gracias - su humor cambiante pasó de la depresión a la alegría.

Kageyama se sentó en la cama, lo miraba con ternura, como si fuera el ser mas lindo del universo, "le queda muy bien el pijama, lo debo reconocer, y cuando sonríe es como que algo dentro mío se iluminara".

Hinata esta sonriendo, "Kageyama me gustas, tu cara seria o enojada hace que quiera besarte, pero no debo... oh, tengo mucho sueño". Sus párpados se iban cerrando, luchó contra la necesidad de clausurar su visión y dejar de ver a su amado frente a él.

- Hinata, estás rojo - posó su mano en la frente de éste - creo que tienes fiebre, acuéstate.

Así lo hizo, se recostó sonriendo, Kageyama lo arropó y sin querer lo besó en la frente como lo haría una madre preocupada, Hinata no podía más de lo contento, "estoy soñando, eso es lo que pasa, pero se siente tan real", suspiró y poco a poco el sueño lo venció.

Kageyama lo miraba, vigilaba su sueño, la respiración rítmica le indicó que estaba durmiendo, con su lengua humedeció sus labios, acercó su rostro al del bello durmiente y con una suavidad de seda, unió sus labios, "son tan suaves, es tan delicado como dijo ese imbécil de Tanaka, sólo se transforma cuando juega", al detener el contacto se levantó despacio y habló en un susurro: ¿qué estabas haciendo ayer?, me tenías preocupado, ojalá no te hayas quedado con Yachi san, sé que mentiste, no te quedaste dormido en el gimnasio porque te arrancaste antes del partido, Daichi estaba muy cabreado al igual que el entrenador, creo que te van a retar el lunes, pero te lo mereces por desconsiderado, aunque yo tuve que ver con eso... ¿dónde estabas estúpido Hinata?, ¿dónde?, suspiró y se recostó al lado del peli naranja, volvió a susurrar: estás tan tibio, debe ser tu fiebre, si sólo pudiera decirte todo esto, si mi boca se moviera y mi garganta emitiera los sonidos que quisiera que escucharas, pero no me atrevo.

- Kageyama - dijo Hinata en su sueño profundo.

El que se acababa de confesar se sobresaltó, "me debe haber escuchado", se quedó ahí acostado, con los ojos bien abiertos, mirando el perfil del rostro de Hinata, su corazón se aceleró y por un momento quiso que hubiera estado despierto, que lo hubiera escuchado, pero no fue así, Hinata seguía durmiendo, comenzó a roncar lo que produjo una risita de lo más divertida en Kageyama, "te ves tan tierno estúpido Hinata, con su brazo lo abrazó con cuidado para que no se fuera a despertar, se quedó ahí disfrutando del momento, del contacto que tanto añoraba, acercó su nariz al gorrito de cabecita de perro y olfateó su aroma, olía a Hinata, a su sudor. Al final el también se quedó dormido profundamente. Un concierto de ronquidos se escuchaba en el dormitorio, primero Kageyama roncaba luego Hinata lo secundaba.

Pasó la mañana y Hinata se despertó más repuesto, abrió los ojos con parsimonia, bostezó y quiso estirarse pero un brazo se lo impedía, miró hacia su lado derecho y ahí estaba un dormido Kageyama que roncaba fuertemente, se giró para verlo mejor con extremo cuidado de no despertarlo, su ceño estaba fruncido, Hinata sacó su mano derecha de entre las sábanas, la movió en dirección de la mejilla del ceñudo durmiente, con las yemas de los dedos acarició su rostro, "si esto es un sueño, no quiero despertar, dormiría por siempre tal como me dijo el maldito de Kageyama", respiró profundo y exhaló, "te amo" dijo suavecito y sonrió, cerró los ojos para disfrutar el momento, volvió a suspirar, "y si aprovecho y lo beso, tal vez, sólo tal vez no se despierte, aunque si lo hace ¿qué haría?, no mejor no, pero no creo tener otra oportunidad", tomada la decisión, abrió los ojos y moviéndose sigilosamente, posicionó sus labios frente a Kageyama y presionó, escalofríos recorrieron su espalda, se estremeció, Kageyama dejó de roncar, Hianta abrió los ojos para ver directamente las pupilas azul oscuro casi negro de Kageyama.

- Eeeeh, yo... Esto... Lo que pasa es que... - dijo con voz trémula, "piensa Hinata, piensa... Eso" - estaba soñando con Yachi san - ahora habló con voz firme.

- Estúpido Hinata, me acabas de besar, me robaste mi primer beso, estúpido - dijo fingiendo enojo. Mintió, el primero fue en la mañana.

- Lo siento, para mí también fue el primero - su rostro estaba fucsia hasta las orejas.

A Kageyama se le subió la sangre al rostro dejando un lindo rubor en sus mejillas. Pero ninguno se movió se quedaron tal como estaban, Kageyama abrazando con su brazo izquierdo a Hinata y éste girado de frente a Kageyama, el cual sonrió, dejó de arrugar su entrecejo, Hinata lo imitó, se quedaron mirando y sonriendo, al mismo tiempo, ambos acercaron sus rostros quedando en contacto la punta de su nariz, sintiendo el aire expulsado por el otro, a Hinata se le salió una risita nerviosa que fue silenciada por los labios de Kageyama, un pequeño contacto, luego se separaron.

- ¿Por qué hiciste eso? - dijo Hinata con voz caprina.

- Por que me dieron ganas - Kegemaya sonrió maliciosamente y volvió a besarlo esta vez chupó los labios de Hinata.

Hinata estaba en las nubes, múltiples escalofríos invadían su cuerpo.

- Maldito Kageyama - la comisura de sus labios vencieron a la gravedad.

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No me odien, estoy imaginando la continuación... Les prometo que en unas horas más la subo (mmm fue un poco vago el lapso de tiempo... Podrían ser días... ).

Amé que se conocieran a través de leer esta historia, ShiroySora y sodarky . 💕 😊 (*O*)/

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora