Hinata Cuando se dio cuenta de que Kageyama se había semi desvestido, agarró ambos miembros y comenzó a masturbarlos juntos, el líquido preseminal de ambos ayudaba a que el movimiento fuera más suave, que su mano se pudiera deslizar con facilidad.
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- Aaah... Kageyama... Se siente tan bien... Tan rico... – apuró el movimiento – bésame – ordenó.
- Hinata... Aaaah... – su mente estaba quedando en blanco, su orgasmo estaba cerca, nunca había sentido tan rápido, fue tal su excitación al ver a Hinata así que se encontraba justo en el borde – detente... Creo que me voy...
- Perfecto – dijo Hinata, detuvo el agarre y fue bajando, con sus labios fue creando un camino de besos hacia abajo, hacia el camino feliz de Kageyama, mordiendo todo a su paso.
Kageyama estaba tan excitado que ya estaba sintiendo el comienzo del orgasmo, pero se aguantó, luchó contra el deseo de irse, ya que quería seguir disfrutando un poco más, y así fue cuando Hinata con sus labios abraza en un beso húmedo la punta de su eje, un torrente de placer lo recorrió, escalofríos lo invadieron y se fue, duro, fuerte, en la boca de Hinata, el cual tragó el contenido.
- Hinata, ¿estás seguro? – preguntó Kagemaya al ver a Hinata introducir su propio dedo índice en su trasero.
Hinata estaba vuelto loco, la cara orgásmica de Kageyama lo encendió más aún, todo su vientre bajo latía necesitado por lo que intentó aliviarse con su propio dedo. El cual introdujo despacio hasta el fondo, cuando llegó hasta su nudillo rodó su yema dentro, había investigado, había un punto preciso donde se sentía un placer fuerte, inigualable.
- Kageyama por favor... Estoy hirviendo... No me puedo controlar... Hazme sentir bien... Aaah... Aaah... Yo... Aaah... No aguanto – dijo mientras se estaba follando a sí mismo con su dedo.
Kageyama lo miraba, apreciaba su imagen excitada, su cara deseosa, sus gemidos de placer, no podía quitarle los ojos de encima, Hinata se recostó en el suelo, se desvistió por completo, quedó expuesta toda su piel, lo único que llevaba puesto era el colgante que le había prestado Kaori, se veía sexy con eso puesto, ya que resaltaba sobre su piel desnuda, brillaba con la luz que entraba por la ventana cada vez que se movía, el pelo de Hinata estaba mojado por su transpiración al igual que su cuerpo cubierto por pequeñas gotitas de sudor, sus piernas semi flectadas, su mano derecha agarrando firmemente a su miembro erecto, subiendo y bajando, con el índice de su mano izquierda se follaba a sí mismo, metía y sacaba el dedo, cuando lo introducía lo giraba dentro buscando el punto exacto, buscando tocar la glándula de placer. Kageyama nuevamente estaba reaccionando, su sangre se estaba acumulando en su eje, que comenzaba a tomar forma, ver a Hinata de esa forma lo encendía, lo extasiaba. Con los pantalones abajo dio unos pasos hasta quedar frente a Hinata, se agachó, en ningún momento desvió la mirada de la cara del peli anaranjado, se veía tan apetecible, tan sexy y deseoso.
- Hinata, estás demasiado drogado, mañana te vas a arrepentir de esto – dijo mientras tomaba su miembro en su mano y comenzaba a masturbarse.
- Kageyama te necesito... Aaah... Ahora... Házmelo fuerte por favor... Aaah – Hinata introdujo un segundo dedo en su entrada, esta vez fue más rápido, aumentó el número de sus embestidas y del movimiento de su mano que mantenía ocupado a su miembro.
Kageyama no quería hacerlo, no debía hacer esto, el pequeño estaba drogado, de eso no cabía duda alguna, todo su comportamiento era errático, estaba mal, Hinata no era así, pero se veía tan bien, tan sexy, luchó contra el impulso de follarlo; se repetía mentalmente que estaba drogado, que era incorrecto, que no debía aprovecharse de él, que estaba mal en todos los sentidos, por donde uno lo mirara no era correcto, pero su cuerpo estaba tan caliente, tan necesitado, sus hormonas tan vueltas locas, que liberó la mano de Hinata.
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...