Capítulo 10

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  - Hinata, supongo que no dijiste nada ayer - la presidenta acorraló a Hinata en el pasillo, la resguardaban cuatro mujeres del curso.

  - No, no dije nada, te lo juro - el pobre estaba apoyado en la pared totalmente prisionero.

  - Te creeré - apoyó un su mano en la pared, sonoramente, cerca del rostro de Hinata le debió haber dolido pero no hizo gesto alguno - pero si me entero - acercó su rostro, estaban nariz con nariz - de que haz abierto el pico - ahora miró hacia sus cómplices - te la verás con todas nosotras.

  - Entendí - movió su cabeza afirmando rápida y repetidas veces, "las mujeres dan miedo".

  - ¡hey!, ¿qué le están haciendo? - Tanaka Yuu estaba atrás del grupo de mafiosas.

  - Métete en tus asuntos - respondió la presidenta.

  - Si involucra a Hinata son mis asuntos - con su brazo movió al escudo humano con firmeza y alejó a la presidenta de Hinata - es mi amigo.

  - Hinata -  lo apuntó con el dedo - que no se te olvide, vamos chicas - Se alejaron de la escena.

Tanaka estaba muy preocupado y mil veces más celoso de que lo pensaba que estaría al ver a Hinata rodeado de mujeres, pensó que lo estaban acosando de forma sexual.

  - ¿Estás bien? - casi le acaricia la mejilla, "su carita hermosa, tiene ojitos de miedo".

  - Sí, gracias - suspiró, cerró los ojos y rendido apoyó su cabeza en la pared.

  - Parece que atraes a los acosadores - intentó hacerse el gracioso, ya que él mismo ayer lo había acosado.

  - Así parece - arrugó sus labios y los movió hacia un lado, miró hacia la izquierda arrugando su entrecejo.

  - Toma - le entregó un jugo de frambuesa.

  - No debías molestarte - lo agarró y deslizó la bombilla en su interior, dio un pequeño sorbo y sonrió encantado.

  - Haría cualquier cosa por ti - "cambia rápido de humor y su carita es tan expresiva".

  - No digas eso que me da vergüenza - dijo totalmente ruborizado hasta las orejas.

  - ¡Hinata! - gritó Kageyama que había escuchado la última parte de la conversación.

  - ¿Qué? - "Dios, que querrá ahora?.

  - Tenemos un partido, ¿recuerdas? - lo agarró de la chaqueta del uniforme y lo arrastró.

  - Oye, esas no son formas de tratar a Hinata - espetó Tanaka.

  - ¿Aaaah?. ¿Quién eres para meterte? - lo miró amenazante, otra vez tuvieron un duelo de miradas, el ambiente se caldeó y Hinata ya no podía de los nervios, se agarró el pecho.

  - Soy su amigo y me preocupo por él.

  - Por favor, no discutan - dijo con voz trémula y con la mano sobre su corazón, "no puedo con esto".

  - Vamos - no lo soltó, al contrario apretó más su agarre, de un tirón lo arrastró.

  - Suéltalo - agarró con fuerza el brazo de Kageyama - o si no, no respondo - dijo esto casi gruñendo y en un tono amenazante. Hinata se imaginó a dos perros evaluándose antes de una pelea, un pastor alemán (Kageyama) y un doberman (Tanaka).

  - ¡Paren! - con ambas manos se zafó del agarre de Kageyama y corrió por el pasillo.

  - ¿Viste lo que provocaste?.

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora