- Kageyama por favor hazme sentir bien – le susurró en el oído – te necesito.
El peli negro colapsó del deseo, bajó con sumo cuidado a su amor y lo desvistió con parsimonia, lentamente para que la expectación fuera mayor, el naranjito se sintió ansioso por lo que también quiso desvestir a Kageyama, pero éste no lo dejó.
- Me pediste que te hiciera sentir bien, eso mismo voy a hacer... Obedece todo lo que te diga – lo tomó con cuidado y lo dejó acostado en el suelo – ¿estás incómodo? – le preocupaba que el suelo fuera muy duro.
- Kageyama por favor...
- Tranquilo amor...
Comenzaron a besarse, un beso profundo y apasionado, Kageyama sobre Hinata movía sus caderas con un ritmo cadencioso.
- Kageyama, por favor... Más... Aaah – suplicaba y gemía nuestro naranjito.
- Amor, ¿me quieres dentro tuyo? – preguntó besando la punta del miembro de Hinata.
- Kageyama estoy desesperado, por favor... Hazme tuyo... Aaaah... Dios, se siente tan bien – se mordió los dedos para no gemir muy fuerte, de sus ojitos salieron unas pequeñitas lágrimas.
El peli negro, metió de una vez todo el eje del naranjito dentro de su boca, succionando y pasando la lengua alrededor, provocando pequeños estremecimientos en el cuerpo de su novio, cuando llegaba a los cabellos rizados de Hinata éste arqueaba la espalda introduciendo hasta el fondo su miembro en la boca de Kageyama, éste aumentó el movimiento, arriba, abajo, succionando, lamiendo, excitando a su amado.
- Kageyama si sigues así creo que me voy a ir... Aaah... Mmm... – no aguantó y agarró fuerte el cabello negro de su novio y aprisionó su cabeza apegándola hasta su ingle – Kageyama... Te necesito rápido... Te quiero dentro de mí.
Kageyama se soltó del agarre de su amado y rápidamente, con celeridad se desvistió, su eje estaba duro como fierro, de su punta salía una pequeña gota translúcida, tomó las piernas del naranjito, las levantó y separó.
- Quiero ver tu rostro... Gime para mí Hinata.
No lo introdujo de inmediato, jugó un rato más, se apoyó sobre su amado y friccionó ambos penes. Su lívido estaba al máximo.
- Hinata... Te amo mi pequeño... Te amo – gemía y hablaba con una voz profunda llena de deseo.
- Kageyama apúrate, estoy tan caliente... Aaah... Ahora... – suplicaba Hinata.
- Chupa mis dedos y llénalos de saliva... Te voy a preparar...
Hinata así lo hizo, chupó los dedos que su amado metió en su boca y los llenó de saliva, los metía y sacaba de su boca moviendo su cabeza, Kageyama cuando lo estimó conveniente los sacó y los llevó a la entrada de Hinata, el anillo estaba apretado...
- Relájate amor – metió el primer dedo.
- Aaah – Hinata se tensó un poco con la intromisión del dedo de su amado.
El peli negro metía y paseaba su dedo rodeando el conducto de su pequeño. Se decidió y metió un segundo dedo, Hinata arqueó la espalda.
- Amor sería más fácil si te pones en tus rodillas y codos – lo tomó y hábilmente lo giró.
Hinata se acomodó como lo ordenó su novio – ¿así? – giró la cabeza para mirar a su amado.
- Así Hinata, así, te ves tan sexy... Tu cintura es deliciosa... – agarró con sus manos la cintura de su novio y lo tiró para que su derrier quedara más cerca.
Hinata se sorprendió por el tirón pero le gustó, le encantaba provocar a Kageyama, que éste se rindiera a sus encantos y se desesperara. Su novio volvió a meter sus dedos, esta vez metió dos de inmediato y comenzó a follar el trasero de Hinata, mete y saca, usaba movimientos de tijereteo para dilatar más rápido la entrada de su amor, por ningún motivo le haría daño, era su preciado tesoro, su más anhelado premio, lo máximo de su vida; ahora incluyó un tercer dedo, metía y rodeaba las paredes, hurgando, buscando el punto de placer; su empeño fue recompensado cuando Hinata de un momento a otro gimió fuertemente, apretando los ojos y arqueando su espalda, supo de inmediato que lo había logrado.
- Kageyama ahí... Sigue ahí... Aaah... Te amo Kageyama – hablaba jadeando, su voz sonaba muy erótica, su rostro era sólo pasión y deseo.
- Tranquilo amor... Disfruta... No seas ansioso mi pequeño – otra vez tocó el punto exacto...
Hinata estaba ardiendo, sus brazos cedieron y apoyó los hombros en el suelo, su rostro lo tuvo que girar, su mejilla estaba en el piso. Kageyama al verlo se detuvo.
- Hinata te puede hacer daño, date vuelta, así podré ver tu hermoso rostro – nuevamente lo agarró fuerte pero con extrema delicadeza, con facilidad lo volteó como si de una muñeca de porcelana se tratara.
El naranjito quedó de espalda al suelo, abrió sus piernas presentándose e incitando a su novio.
- ¿no me deseas Kageyama? – dijo con voz mimada.
- Te deseo, prepárate porque te voy a devorar.
Dicho esto tomó su miembro y lo posicionó en la entrada de su novio, introdujo lentamente la punta, Hinata se concentró en relajarse para que entrara con facilidad.
- Así Kageyama... Aaah – con su mano derecha agarró su miembro y comenzó a masturbarse.
- Eres tan exquisito Hinata – agarró los muslos de su amado y lo sujetó para que no se moviera y se deslizara con cada embestida.
Aumentó la presión y velocidad de las embestidas, entrando y saliendo con desenfreno. Hinata aceleró el movimiento de su mano, ondulaba su cuerpo.
- Aaah Kageyama... Más... Sigue... Así... Aaaah – suplicaba jadeando luego gemía.
- Hinata te amo...
Estaban sudando con sus cuerpos calientes; Hinata ayudaba a que las penetraciones fueran más profundas, sus ojos estaban semi cerrados, un poco llorosos, se mordía el labio inferior mientras gemía.
- Kageyama... Me voy... Más fuerte... Aaaah...aaaah – su miembro expulsó el líquido blanco sobre su propia mano y su pecho, sus contracciones aprisionaron el miembro de su novio aumentando el disfrute de su amor.
- Te ves tan sexy... Tu cara orgásmica es la mejor – Kageyama ahora apoyó las manos en el suelo y movió con un ritmo acelerado sus caderas penetrando hasta el fondo a su naranjito – yo igual... Ya viene... O Dios... Aaaah – olas de placer recorrieron todo su cuerpo, comenzando desde su entrepierna, siguiendo su columna vertebral y recorriendo hasta las extremidades... se fue fuerte en el interior de su amado, llenándolo. Hinata sintió las contracciones del cuerpo de su novio y una tibieza deliciosa en su interior.
Kageyama se desvaneció sobre el cuerpo de su amado, apoyando su cabeza en el hombro de éste. Hinata de inmediato lo abrazó y comenzó a hacerle cariño en la espalda, Kageyama llenó de besos el rostro de su naranjito.
- Te amo Hinata.
Se quedaron regaloneando, mimándose unos cinco minutos...
- Hinata, amor, tenemos que irnos... Tu mamá debe estar preocupada.
- Sí, tienes razón.
Kageyama se levantó y ayudó a ponerse en pie a Hinata, el mismo peli negro vistió a su novio, con sumo cuidado; no tuvieron tiempo de limpiarse bien, sólo superficialmente. Cuando estuvieron vestidos tomaron sus pertenencias y se marcharon a la casa del más pequeño, Hinata llamó a su madre avisando que iban en camino.
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...