Capítulo 51 parte 1

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Hinata ese día jueves le pidió a su madre agujas, hilo y si tenía alguna tela, la mamá le preguntó para qué quería eso, Hinata astuto le dijo que era para hacer un amuleto de buena suerte, la mamá encantada le pasó las cosas y además le ayudó, por lo que Hinata sí tuvo que hacer el dichoso amuleto, bueno, así aprendería a coser y no necesitaría ver el tutorial, que ya había encontrado en la red,  como mil veces. Cuando hubieron terminado Hinata tenía en sus manos un lindo amuleto al cual le escribió, a parte de buena suerte, "volemos" en alusión al voleibol, lo primero que pensó al verlo terminado fue regalárselo a Kageyama, se imaginaba la cara de sorpresa de su armador al recibir el amuleto, era un regalo para disculparse por todo y para cerrar el ciclo absurdo de besarse y luego separarse que habían comenzado ese sábado en su pieza con él vestido de perrito, al recordar ese momento sonrió con tristeza, "si sólo hubiéramos hecho las cosas distintas, si sólo hubiéramos mantenido la amistad...", comenzó a pensar con el maldito "si" condicional que ya a estas alturas no servía de nada. Miró su obra terminada, un lindo amuleto negro con letras rojas, se veía con estilo, además nadie podría haber dicho que fue hecho por un principiante, Hinata tenía habilidad para coser, su madre encantada lo felicitó, le entregó todo lo necesario para que Hinata siguiera haciendo manualidades, él aprovechó y se llevó todos los utensilios a su cuarto, debía realizar del doble bolsillo en su bolso lo antes posible, ahora que tenía tiempo y que estaría nuevamente solo por la tarde.

Cuando su madre salió con Natsu se puso manos a la obra y siguiendo al pie de la letra lo que le ordenaban en el tutorial realizó el tan anhelado doble bolsillo, lo logró, quedó perfecto, guardó la caja de fósforos para probar cómo había quedado, luego  la sacó, la abrió y miró el contenido, esas estampillas que tanto problema le habían dado, al tenerlas en la mano comenzó a sentir escalofríos, a sudar,  le tiritaba un poco las manos y le dolían los músculos, su respiración se volvió agitada, "que ganas de pegarme un viaje pero solo, así no haría una tontería, sólo un poquito, una pequeña punta..." Tomó la estampilla morada, la que no tenía un efecto alucinógeno potente y con las tijeras cortó una punta pequeña, estuvo a punto de despegarla y metérsela a la boca pero en el último minuto pensó  "no seas estúpido Hinata, esto te puede traer consecuencias", guardó el resto de las estampillas en la caja, el pedazo que cortó lo dejó en el basurero, ahí se confundiría con todos los restos de papeles, nadie encontraría una ínfima punta de la estampilla, nadie, era imposible pero ¿qué pasaría si un animal lo mordiera?, "No imposible, eso es imposible, aunque podría ser...", trató de no seguir pensando en eso pero su cuerpo era el que no lo dejaba evadir el pensamiento, tenía ganas horribles de pegarse un pequeño vuelo, total, ahora estaba solo en su casa, ya había aprendido la lección de no salir drogado...

Con toda su fuerza de voluntad dejó las estampillas guardadas y agarró el basurero de su cuarto para llevarlo a la cocina para vaciarlo en el más grande, así se desharía de la tentación más inmediata, bajó con el balde lleno de papeles y desechos, llegó a la cocina, sacó la tapa del recipiente y vertió el contenido del balde, ahí iría la droga, directo a la basura, se le ocurrió la genial idea de ir cortando las estampillas de a poco y cada día botar un pedazo así habrían menos probabilidades de que lo pillaran, pffff, ¿cómo no se le había ocurrido antes?, era perfecto. Ya más contento, subió a su cuarto a realizar los ejercicios de rutina, los temblores, el dolor y la sudoración pasaron, lo había logrado, había vencido la tentación, estaba contento, dichoso, saldría adelante.

La madre llegó con Natsu a las seis de la tarde, Hinata estaba estudiando inglés, debía estudiar porque faltar tanto lo iba a dejar atrás y no se podía permitir el lujo de tener malas notas o si no, no le permitirían ir al inter-escolar, la mamá tocó la puerta de su pieza antes de entrar pero no esperó respuesta y entró de inmediato.

- Hijo, ayer cuando vino ese tipo Tanaka – suspiró, debía hacerlo, era lo correcto, se metió la mano en el bolsillo y sacó la carta – te dejó esto – le ofreció la carta a Hinata – tómala.

- ¿Una carta? – Hinata alargó la mano y la tomó.

- Así parece.

- Gracias mamá – le dejó a un lado de la cama.

- ¿No la vas a leer?.

- Después – dijo restándole importancia.

- Pero... – la mamá se moría por saber qué decía aunque ya se había hecho una idea de lo más acertada por lo demás.

- Después – repitió.

- Está bien – luego de darse por vencida salió del cuarto.

Hinata al ver salir a su madre toma la carta, se levanta y cierra la puerta de su cuarto con llave.

Volvió a sentarse en la cama para abrir la carta.



Querido Hinata, te escribo porque has estado muy extraño últimamente, sé que es mentira que te caíste de las escaleras por la fiebre, eso no me lo creo, tus hematomas son la señal de que fuiste golpeado, dime por favor quién osó golpear tu hermoso rostro, yo me encargaré de que esa persona sufra los mil infiernos.

Me duele verte así y me duele más aún que no confíes en mí, tú sabes que soy tu incondicional, sé que amas a otra persona, se supone que es a ese proyecto de mujer llamado Yachi pero ayer martes creí sentir algo cuando llegó ese entrometido de Kageyama, precioso ¿es él al que amas?, dímelo por favor, confía en mí, yo lo único que quiero es estar contigo, hacerte feliz, eres mi sol, estos días en que has faltado todo es aburrido, faltan tus sonrisas, tus fuaaaaw, tus gritos y saltos, miro hacia tu puesto y tu ausencia  me hiela el corazón, vuelve a clases te extraño, te necesito, te amo.

Siempre voy a estar disponible para ti, aunque tú estés enamorado de alguien más yo estaré siempre presente para recordarte que puedes regresar a mis brazos a cualquier hora del día, aún si pasan años y yo esté con alguien más, si tú decides correr hacia mí, yo te recibiré con los brazos abiertos porque te amo como nunca imaginé amar a alguien, sólo me gustabas en un principio pero luego de pasar estos días junto a ti me di cuenta de que te amo, eres mi primer amor y por eso estaré siempre pero siempre esperando que me correspondas.

Te amo y confía en mí precioso.

Tu eterno enamorado

Tanaka Yuu.





Hinata leyó toda la carta con un nudo en la garganta, cuánto le gustaría que fuera Kageyama el que le hubiera escrito algo así.

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En la foto Tanaka Yuu.

Quiero agradecerle a todas su apoyo incondicional, casi lloro cuando vi todas las lecturas, me hacen feliz, y siempre trataré de responder todos sus comentarios, son muy importantes para mí.

Un beshito y abaaazo.

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora