El papá abrió la puerta luego de dejar a Hinata apoyado en el suelo, sólo lo sostenía con un brazo por lo que Kageyama se acercó y recibió a Hinata, le pasó el brazo por debajo de su axila y lo sostuvo. Entraron a la casa, Hinata no decía nada, tampoco miraba a nadie a la cara, tenía los ojitos clavados en el suelo y su mirada estaba totalmente perdida, su rostro era una escultura, no movía ni un sólo músculo.
- Kageyama querido, ¿podrías subir con él a su habitación?.
- Claro – miró a Hinata y le hablo – ¿estás bien? – no obtuvo respuesta ni siquiera una mirada. Kageyama sabía que algo grave había pasado por lo que no se enojó y menos lo insultó.
Subieron las escaleras a duras penas porque Hinata no tenía fuerzas. Al llegar a la habitación de éste, Kageyama lo guía hasta su cama y lo sienta, el naranjito se quedó sentado con la cabeza gacha sin decir ni una sola palabra, ni siquiera un suspiro, nada.
- Hinata ¿ estás bien? – volvió a intentarlo, pero recibió absolutamente nada – oye, no estás solo – eso fue lo único que se le ocurrió, quería decirle que él estaba ahí para él, pero no le salió eso, dijo lo que dijo porque así no se incluía directamente en lo que se refiera a compañía – Hinata... – se acercó y se sentó a su lado.
La madre aparece en la puerta con una bandeja con comida, Kageyama al verla va ayudarla, la bandeja traía un plato de carne con arroz y un plato de sopa de carne con verduras.
- La carne es para ti, la sopa para Hinata, no puede comer cosas sólidas – dijo con tristeza la señora.
- Entiendo –respondió el otrora ceñudo ya que ahora tenía una expresión compungida.
- Sírvete que yo le doy de comer a Hinata.
- ¿Usted ha comido algo? – preguntó Kageyama sospechando que no había sido así.
- No, nada en todo el día – reconoció la mamá.
- No se preocupe vaya a comer yo le doy la sopa a Hinata – "se ve tan cansada, además así tendré tiempo de conversar con él".
- Gracias hijo – le acarició el cabello – te lo encargo, cuídalo que lo necesita – agregó y salió del cuarto.
Kageyama sacó su plato y lo dejó sobre el escritorio, con bandeja en mano se sentó al lado de nuestro amado naranjito.
- Hinata tu mamá quiere que comas, come por favor – sacó una cucharada de sopa, la sopló para enfriarla un poco y la acercó a los labios de Hinata poniendo la otra mano abajo para recoger cualquier posible derrame del contenido.
Hinata abrió la boca obedientemente, no quería disgustar su madre, no quería causarle mas dolor, se odiaba por ello. Masticó la carne y las verduras y tragó.
- Eso es naranjito – ups se le salió el apodo, no supo por qué pero se le escapó, se puso nervioso por como lo podía tomar Hinata pero no obtuvo reacción por su parte, tomó otra cucharada y repitió el procedimiento – anda, come otro poco – Hinata así lo hizo.
Cuando llevaban la mitad de la sopa Kageyama le acercó la cuchara, Hinata negó con la cabeza y cerró fuertemente su boca.
- ¿no quieres más? – preguntó, Hinata negó – no sé si tu mamá estará feliz con eso.
Al escuchar eso, Hinata abrió la boca nuevamente, Kageyama rápidamente aprovechó y siguió dándole de comer, pero a las cuatro cucharas Hinata volvió a cerrar su boca, esta vez también cerró sus ojos.
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...