- Lo sé amor, pero... – no supo que decir, su carita de ternura lo ablandó.
Estaban a la vista de todos en la cancha por lo que reprimió las ganas supremas de besarlo. Hinata notó esto y juguetón se acercó incitándolo un poco, al ver que su novio se ponía nervioso se puso en puntillas y cerró los ojos.
- ¡Hinata idiota! – se dio media vuelta y se marchó.
Hinata quedó enfurruñado, Kageyama le había prometido nunca más dejarlo esperando un beso, estaba muy sentido aunque sabía que tenían prohibido hacer pública su relación.
Kenma fue hasta donde estaba Hinata y le tomó el hombro.
- ¿Shouyou ustedes son novios? – le preguntó mirándolo a los ojos.
Hinata inmediatamente se puso fucsia, era imposible esconder la verdad, era demasiado obvio.
- ¿Por qué lo dices? – se hizo el loco, hasta la persona más despistada del mundo lo habría notado.
- Shouyou no me mientas es DEMASIADO notorio.
- Bueno, sí, lo somos pero por favor no lo divulgues, el entrenador nos pidió que no dijéramos nada.
- Está bien pero si ese es el caso te recomiendo que seas más disimulado.
- Jajaja, tienes razón, algunas veces soy muy impulsivo.
- ¡Kenma!, ¡ven rápido debemos pagar la penitencia por perder el partido! – lo llamó Kuroo.
- ¡Vooooy!, ya Shouyou te dejo – se alejó caminando lentamente, lo que crispó los nervios de Kuroo.
"Mmm ¿cómo puedo disimular?... Es que Kageyama me provoca tanto... No aguanto y me lanzo sobre él, creo que mejor me alejaré un poco para no levantar tantas sospechas".
Llegó la hora de almuerzo, Hinata conversó con su novio.
- Kageyama, Kenma se dio cuenta de que había algo entre nosotros y me dijo que debía disimular mejor, pero no puedo – hizo un puchero delicioso para Kageyama que apretó los puños aguantando las ganas de besarlo – así que creo que debo alejarme un poco, sólo un poco, de ti, para que pasemos más desapercibidos.
- No me gusta para nada tu idea amor – levantó la mano para acariciar la mejilla de su novio pero se detuvo a la mitad de camino, "es cierto, si estamos juntos es muy difícil no demostrar nuestro amor" – pero también es muy cierto lo que dices, intentémoslo pero al dormir, tienes que dormir en la punta de la fila y yo a tu lado, en eso si que no daré mi brazo a torcer, no quiero que ninguno tenga oportunidad ni siquiera de tocarte mientras duermen – "no puedo, quiero abrazarlo con locura... Maldito Hinata por qué eres tan adorable".
- Trato hecho – le tendió la mano sonriendo, mirándolo hacia arriba y le levantó una ceja provocativamente.
Kageyama asió la mano de su novio, "maldito naranjito sí que sabes cómo provocarme...".
Así comenzó su trato de andar más alejados para no levantar sospechas, por lo tanto Hinata en la hora de almuerzo se sentó lejos de su novio, se acomodó entre Kenma y Kuroo. El ceñudo respiró profundo aguantando las ganas de ir a interponerse entre su amado y ese cabeza de pudín.
Tsukishima se sentó al lado de su amigo del alma, aunque no lo reconociera, lo quería montones, pero su maldito orgullo no lo dejaba demostrárselo. Yamaguchi andaba muy feliz, a su lado izquierdo se sentó Yachi, la rubia de su corazón.
- Yamaguchi san, quieres comerte el postre, yo no acostumbro a comerlo luego de almorzar – le dijo ella sonriéndole.
- Claro Yachi san, será un gusto – no cabía más de felicidad, "Dios, ¿cómo puede ser tan linda?.
Tsukishima no escuchaba la conversación entre la rubia y el pecoso, estaba ofuscado, quería apartar la vista del peli negro pero los ojos se le iban solos en esa dirección, en un momento hicieron contacto visual, y el capitán de Nekoma le levantó una ceja y descaradamente le cerró un ojo, nuestro rubio se sonrojó y giró su rostro en el sentido contrario.
Luego del almuerzo siguieron jugando, Karasuno ganó todos los partidos, Hinata fue la estrella, Asahi el ace, todos estaban asombrados de lo fuerte que se habían convertidos los cuervos, ahora les tocó contra Fukuroudani.
- Hohoho, cuervos los derrotaremos, téngalo por seguro – exclamó Bokuto con una carcajada bien sonora.
- Eso ya lo veremos – respondió nuestro capitán con una seguridad divina, lo que intimidó un poco a Bokuto.
Akaashi lo notó y palmeó la espalda de su amigo – tranquilo, haz lo de siempre y ya verás como venceremos.
- Claro – le chasconeó el pelo.
- Odio que hagas eso Bokuto, lo odio – se dio media vuelta y se colocó en su posición.
El partido comenzó favorable para la Fukuroudani, Hinata erró tres remates, se ofuscó pero los demás integrantes de su equipo lo animaron, Kageyama deseaba con todas sus ansias correr a abrazarlo pero debían mantener las malditas apariencias.
Perdieron el primer set, fue grosero, 25 – 18, Hinata apretaba los puños y los dientes, tenía rabia porque la defensa había leído todos sus movimientos. Kageyama supo lo que pensaba su novio pero no debía ir a consolarlo y confortarlo.
El segundo set lo ganaron los cuervos, Hinata estuvo fiero, saltó, no, perdón, voló. Kageyama y él estaban sincronizados desde el alma. El marcador anotó un 15 – 25 , esta vez se lucieron, sólo faltaba el tercer set.
El entrenador en un movimiento totalmente inesperado cambió a Kageyama y puso a Sugawara. El set fue reñido a tal punto que se fueron a alargue, 29 – 27, ganaron los cuervos, Bokuto estaba furia y a la vez deprimido.
- Bokuto, no es para tanto, entiende, es sólo un partido de práctica y así podremos aprender, tranquilo – Akaashi le palmeó la espalda y no se dio ni cuenta cuando Bokuto el búho lo estaba rodeando con los brazos – ¡oye!, aléjate, ¡qué crees que haces?.
- No se supone que me estás consolando, entonces hazlo bien – le reclamó Bokuto.
- Tsk, está bien – correspondió el abrazo, su cara estaba fucsia, todos sus compañeros lo estaban mirando...
- ¿Kageyama viste cómo salté al final y todos me siguieron y así Asahi pudo anotar el punto de la victoria?, ¿me viste, cierto?, ¿cierto? – hablaba saltando encantado, Kageyama tenía unas ganas locas de abrazarlo y besarlo pero resistió estoico.
"Contrólate, es adorable cuando se emociona, cuando salta, cuando exige tu atención, cuando hace un remate, cuando sonría, mierda...es adorable todo el tiempo... Maldito adorable Hinata".
- Sí, te vi, fue fantástico – se acercó, se agachó para decir lo siguiente en su oído – estuviste perfecto amor.
- Kageyama... – "te amo, te amo, te amo tanto Kageyama".
- A ver ustedes dos – Daichi llegó y los tomó por el hombro, "si no los detengo habrían montado un espectáculo" – ya chicos estamos por hoy, deben descansar pero no tan cerca, si entienden a lo que refiero.
- Ossu – respondieron al unísono.
- Daichi – lo llamó su novio, Daichi giró su rostro he inmediatamente caminó como hipnotizado en su dirección.
"Lo extraño tanto... Le ha sido demasiado fácil no mirarme, en cambio yo estoy desesperado por su atención...", pensó mientras caminaba.
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...