Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]

Capítulo 46 parte 2

Anoche tuve insomnio así que escribí varios capítulos...

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Así todos se sentaron a la mesa, la madre les sirvió a todos, tostadas, sopa miso, pescado, fruta, etc, era un desayuno en extremo abundante y delicioso, pero Hinata a penas probaba bocado.

Kageyama tampoco podía comer, "lo raptaron, lo secuestraron, lo golpearon, por eso tiene esas heridas, no fue que se cayó por descuidado e hiperactivo, mierda, esto es más grave de lo que pensé... Lo secuestraron, por Dios".

El desayuno fue un desastre en todo sentido, los adolescentes no comieron casi nada, la pequeña fue la única que comió, los padres comieron pero sin ganas sólo porque sabían que debían comer, y en lo referente a la comunicaciones sí fue monumentalmente un fracaso, había un silencio incómodo, la mamá se paró y llevó a Natsu a su pieza, al volver se sentó, debía poner fin a esta incomodidad.

- Shou chan, tesoro, ¿quieres contarle lo que pasó a Kageyama? – le habló con ternura.

Hinata sólo se limitó a levantar los hombros.

- ¿Quieres que sea yo la que le cuente para que no sea traumático para ti?.

Hinata asintió e hizo un puchero de lo más adorable.

- Está bien, ¿quieres quedarte mientras lo hago?.

Hinata afirmó.

- Está bien, Kageyama, ¿quieres saber lo que pasó?.

- Por supuesto – dijo muy seguro, Hinata lo miró con el ceño y las cejas levantadas, tenía una mirada de tristeza que tocó el corazón de Kageyama.

- Te voy a contar desde mi perspectiva. El lunes salí en la mañana a buscar el diario y lo primero que vi cuando abrí la puerta fue a mi hijo con una venda en los ojos y maniatado, con sangre en su rostro y labio, lo tomé y lo llevé a su cama, con su padre lo llevamos al hospital, allí le hicieron exámenes, éstos arrojaron que tenía rastros de droga – al decir eso Kageyama miró a Hinata con asombro.

"No puede ser, Hinata estúpido, te drogaste de nuevo, esto pasó por tu culpa imbécil, te apuesto que andabas con esos extranjeros".

- Y esta droga coincidía con la que usa un hombre que suele drogar a sus víctimas para violarlas, pero gracias a Dios a Hinata no le pasó nada porque se defendió.

- Hinata, ¿tienes algo que decir? – preguntó Kageyama.

Hinata negó.

La madre suspiró y dijo – los dejo solos para que conversen, vayan a la pieza así tendrán más privacidad.

Así lo hicieron, ya en la pieza Kageyama cerró la puerta y con una cara de furia extrema, acorraló a Hinata que sólo se dejó sujetar y miró hacia el lado evitando el contacto visual.

- Cuéntame la verdad, ahora mismo.

- No me acuerdo – mintió.

- Dime la verdad Hinata – Kageyama hablaba bajo pero con una ira que a cualquiera dejaría paralizado.

- Sólo recuerdo que me subieron a un auto y me golpearon.

- ¿Por qué estabas drogado?,¿de dónde sacaste la droga?, dime, dime, dime maldita sea, ¿te juntaste con ellos?, te fuiste con ese extranjero de mierda.

- Noooo, eso es mentira, yo no los he vuelto a ver, además estaba acá ayer en la noche, ¿recuerdas? – dijo entrando en pánico, esta pálido como la nieve y su corazón ya se le salía por la boca.