Kageyama introdujo el primer dedo sintiendo esa presión que ejercía el interior de Hinata, metió y sacó el dedo rozando las paredes húmedas buscando, hurgando. Se aventuró con un segundo dedo y tijereteó para dilatarlo más aún, Hinata sentía algo entre dolor y un poco de malestar pero en algunas intromisiones un placer agradable y potente le recorría el cuerpo, decidido a disfrutar agarró su miembro para masturbarse durante el proceso, Kageyama se deleitaba con imagen que veía, su amado estaba gozando ya que gemía fuerte, sin vergüenzas ni pudores, el ceñudo agarró su miembro con la mano libre y también se masturbó, decidió meter un tercer dedo entrando y saliendo del canal de Hinata; ya estaba listo, sacó su mano y posicionó su miembro en la entrada de ese anillo de carne seductor, le dijo a Hinata que iba a penetrarlo.
- Hinata ¿estás listo? – le susurró.
- Ahora... Aaah, Kageyama... Aaah poséeme – dijo el naranjito osadamente.
Kageyama introdujo su eje con amor, despacio y suavemente, la sensación fue inmediatamente placentera, su entrepierna disfrutaba de la atención recibida, más profundo, más aún, cuando toda la longitud estuvo dentro gimió con un gruñido, esto era el paraíso, uno que había añorado y soñado por varios meses atrás.
Hinata recibió la penetración completa del eje de su amado nervioso ya que le dolió pero estaba feliz de complacer a su armador y demostrar el amor profundo que le tenía, intentó relajarse respirando profundo y rítmicamente, cuando Kageyama embistió de nuevo hasta llegar a los cabellos rizados de Hinata éste gimió casi en un grito, había tocado el punto exacto; con su mano seguía masturbándose, era una sensación extraña, dolor y placer al mismo tiempo, pero el placer y el amor superaba el dolor; Kageyama aumentó la velocidad de las estocadas, gruñendo con cada penetración, ambos ya tenían el cuerpo cubierto de pequeñas gotas de sudor, Kageyama se agachó y besó a su naranjito con pasión, metiendo su lengua al igual que miembro hasta el fondo, un mete y saca constante.
- Hinata... Aaah, no creo que aguante mucho... Aaah – avisó el ceñudo.
- yo... Aaah... Sigue así Kageyama...
- Hinata... Eres tan sexy... Mmm... Mmm
- más rápido... - el naranjito aumentó la velocidad del movimiento de su mano.
Kageyama lo imitó con el movimiento de cadera, entrando y saliendo con fuerza. Hinata no se contenía en el volumen de los gemidos que cada vez eran más fuertes.
- Kageyama... Aaaah...
- yo lo hago - sacó la mano de Hinata y él mismo comenzó a masturbarlo, quería que su novio sólo sintiera placer por lo que él le hacía.
- aaah... Sigue así Kageyama... Aaah, no te detengas.
Hinata arqueaba su espalda y ondulaba su cuerpo, con sus manos agarró su cabeza y ésta la movía como un poseído, con sus ojos semi abiertos, cristalinos y con un hermoso sonrojo miraba a su novio que tenía el ceño fruncido, con su lengua se relamía los labios y jadeaba, sus ojos eran puro fuego, su mirada estaba posada en los homónimos de su querido Hinata, sus miradas lascivas se encontraron, una pequeña sonrisa nació de ambos, Kageyama aprisionó el miembro del naranjito cuando éste rodó los ojos en sus órbitas.
- No tan rápido - le dijo entre jadeos.
- Kageyama... Aaaah... Por favor... Estoy...
- pequeño lascivo - soltó el agarre
- Yo... Aaaah... Mmmh – Hinata se fue bruscamente.
Sus testículos se contrajeron y el semen voló manchando su abdomen, incluso llegó hasta su cuello, su orgasmo fue tan placentero que quedó exhausto, las contracciones aún lo invadían provocando una estimulación extra en el eje de su amado, Kageyama osadamente con su dedo índice lo deslizó sobre el abdomen de Hinata sacando una muestra de su semilla, se llevó el líquido a la boca bajo la atenta mirada de Hinata, éste abrió los ojos asombrado.
- Rico – dijo sonriendo, Hinata miró hacia otro lado por la vergüenza que sintió en ese momento. Pero ésta pasó rápidamente ya que Kageyama se apoyó con fuerza en las caderas de Hinata y lo atrajo hacia sí, embistió con fuerza y vuelto loco – date vuelta, te quiero sobre tus rodillas.
Hinata más asombrado aún, obedeció, apoyó las rodillas y sus antebrazos en la cama, agachando su tronco y ofreciéndose por completo a su amante.
- Dios Hinata tu cintura – ante el comentario Hinata sonrió, lo había logrado. Kageyama agarró los globos turgente de Hinata y los separó, sin pudor escupió sobre sus dedos y dejó la saliva sobre el anillo que le daba tanto placer, de una sola vez lo penetró fuerte hasta el fondo agarrando sus caderas acompasando el movimiento de su pelvis con el agarre de sus manos, su orgasmo no tardó en llegar, se fue con un gruñido, casi un grito ahogado que expresaba todo el placer que sintió, se estremeció y llenó el interior de Hinata, éste sintió la calidez y cómo el miembro de Kageyama se estremecía en su interior, la sensación fue magnífica y agradable, su amado era suyo no cabía duda alguna.Kageyama rodó sin detener la separación y quedó detrás por la espalda de su pequeño
- Hinata... Te amo – dijo Kageyama, Hinata giró su cabeza, Kageyama se acomodó para besar a su naranjito, el beso fue tierno y a la vez pasional, una combinación perfecta.
Al terminar de besarse, con su rostro girado hacia atrás, Hinata con su mano derecha tomó la mejilla de Kageyama – yo también te amo – y lo volvió a besar – no quiero que te salgas, quédate dentro de mí por más tiempo, se siente rico – le dijo sonriendo – quiero mimos, los necesito.
- Por ti lo que desees – besó la nuca de su pequeño y lo abrazó, cerró los ojos para disfrutar el momento, esto era lo que tanto añoró y que sólo por miedo no lo hizo antes.
Después de un rato el miembro de Kageyama se durmió y salió del interior de su amado; lo tenía abrazado y acariciaba su pecho, llenándolo de besos y de mimos, Hinata se dejaba querer, estaba disfrutando pero comenzó a sentir escalofríos y dolores musculares, sudaba más de lo normal, por su mente apareció la imagen de las estampillas, "tal vez un poquito no me haga mal total está Kageyama conmigo", pensaba, pero luego recapacitaba y creía que tal vez a su amado no le gustaría que hiciera eso, pero las ganas eran muy fuertes, más que antes, le dolían los músculos pero se aguantó e intentó disfrutar de las caricias de su amado, en un minuto las caricias se detuvieron, puso atención y la respiración de Kageyama era rítmica señal inequívoca de que se había quedado dormido, se levantó y al hacerlo la evidencia de su acto pasional escurrió por sus muslos, los sentía pegajosos pero era una muestra de que lo vivido fue real; con pañuelos desechables que estaban en su velador se limpió por fuera, ya habría tiempo de asearse debidamente, desnudo se agachó y tomó su bolso, abrió el doble bolsillo y cortó con las tijeras de coser que le había prestado su madre, una pequeña cantidad de la maldita estampilla morada, la metió en su boca e inmediatamente comenzó el vuelo...
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Soy malvada. Pero las adicciones son así, créanme. Por eso son peligrosas las drogas xq no te das cuentas y dependes completamente de ellas. Tanto psicológicamente como físicamente.
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...