Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]

Capítulo 6

Sugawara miraba el puesto de Daichi, hace dos años que lo miraba este sería el tercero, sufría en silencio su amor no correspondido, además de gustarle, lo admiraba, era todo lo que él siempre quiso en una pareja, tal vez era porque él no tenía esas características y buscaba en otros lo que a él le faltaba. Daichi era fuerte, seguro de sí mismo, confiable, apuesto, un líder innato, casi llegaba al punto de idolatrarlo, "si tan sólo me miraras alguna vez, pero no, ¿cierto Daichi?, tu tipo de pareja ideal es Michimiya san, ¿no?, ¿por qué no te declaras de una vez?, así matas de una vez por todas mis esperanzas". Mascaba el lápiz mientras reflexionaba sobre su situación, "sólo nos queda este año juntos y después cada uno por su lado, lo más probable es que dejemos de vernos, al principio nos juntaremos seguido, luego cada vez será con mas distancia y después ya no te acordarás de mí y así jamás podré decirte lo que siento, pero es mejor, sí, de todas formas es mejor así, no creo que saque algo declarándome, recibiría un rechazo rotundo y además, afectará al equipo, habrá tensión en el grupo y todo cambiará para siempre, no, no quiero eso, prefiero mirarte y soñar despierto, fantasear es gratis ¿no?, así no le hago daño a nadie, bueno, sí, sólo a mí mismo, uffff, si supieras que guardo la fotografía donde salimos los dos abrazados, sí, un simple abrazo de amigos, pero para mí es lo máximo a lo que podré aspirar... Sólo un simple abrazo de amigos... Que irónico, ese día yo no quería tomarme la foto porque me daba vergüenza que me abrazaras pero insististe, y ahora es mi mayor tesoro, ¿cómo es posible de que a parte de ser talentoso y guapo seas fotogénico?, es una tortura, estás a mi lado, soy tu vice capitán y eres tan inalcanzable, estás tan lejos y cada vez soy más invisible a tus ojos, ahora que está Kageyama como armador del equipo rara vez me preguntas por jugadas, antes solíamos desvelarnos en tu pieza planeando movimientos, ay que extraño esas noches, donde sólo éramos tú y yo, debo confesarte que muchas veces estuve a punto de besarte, esperaba a que te durmieras y me levantaba en silencio, me ponía al frente de tu rostro, sentía tu respiración y tu calidez, pero no me atrevía a dar el paso, sólo llegaba a humedecer mis labios pero cuando debía juntarlos con los tuyos me arrepentía, no podía hacerlo, nuestra amistad vale mas que un beso, eso siempre me decía y lograba frenar mis instintos".

Tocaron el timbre para el receso de la mañana, y Sugawara cayó en cuenta de que no había tomado atención en toda la clase, se levantó con el cuaderno y lápiz en mano y se dirigió hacia el puesto de su Daichi.

- Daichi... Eeeh, ando un poco distraído y no escribí nada - se rascaba la cabeza nervioso - ¿me prestarías tus apuntes?.

- Claro, pero Suga eso es muy raro en ti, ¿te sucede algo?.

"Sí, me sucede que cada día que pasa son menos días para verte, menos días para apreciar tus ojos y tu sonrisa, menos días para escucharte y eso me tiene atormentado - no, no me pasa nada - sonrió lastimeramente.

- Suga recuerda que como somos de tercer año debemos dar el ejemplo, no podemos bajar nuestras calificaciones - como siempre salía a relucir su complejo de líder.

- Sí, lo sé - acercó una silla y se sentó a copiar la materia. "No me sigas sermoneando que tú eres el culpable... ¿ qué pasaría si le dijera algo como eso?" - hahahaha.

- Suga, ¿de qué te ríes?.

- de nada, de nada, cosas mías - dijo con un gesto quitándole importancia.

- estás raro Suga.

- Silencio Daichi que no me puedo concentrar.

- Ah, lo siento.

Sugawara utilizó toda su fuerza de voluntad para no quedarse pegado mirando la cara de Daichi y poder copiar.

- Sawamura san, te buscan - dijo un compañero.