- Kageyama, no vayas - Tanaka se interpuso en el camino del ceñudo.- ¿Que no vaya a dónde?.
- ¿No ibas a la enfermería a ver a Hinata? - "maldición, las cagué, me delaté sólo", se movió hacia un lado dejando espacio para que Kageyama continuara su camino por el pasillo.
- No, iba por un jugo... Oye, ¿por qué no debería ir? - "que sospechoso", Kageyama lo miró suspicaz al pasar por el lado.
- Sólo decía - caminó con paso apresurado.
"Que raro, parecía como si estuviera arrancando de algo, tsk, ahora me entró curiosidad, voy a ir a ver que le pasa a ese enano". Siguió en línea recta hacia la enfermería, cuando estuvo frente a la puerta escuchó hablar a la enfermera.
- Hinata si algo parecido llega a suceder, recuerda venir inmediatamente a verme y nada de gracias, quiero que me prometas que vendrás a verme, dilo.
- Sí, prometo venir si algo así pasa de nuevo - al darse cuenta que dijo "de nuevo", se tapó la boca con una mano. "Hinata estúpido".
¿Estás seguro de no querer aclarar el asunto?.
- No, estoy bien, de verdad, no quiero que nadie sepa, por favor - "si se sabe me muero de la vergüenza".
Kageyama escuchaba detrás de la puerta, "¿qué le habrá pasado que es tan urgente que vuelva a la enfermería?, ¿estará grave?, estúpido Hinata, no te puedes enfermar, tenemos la interescolar muy pronto, ¿aclarar el asunto?, ¿cómo que no quiere que nadie sepa?, si es grave puede perjudicar al equipo". Abrió la puerta de golpe.
- Hinata, me vas a decir lo que tienes ahora mismo - lo señaló directo a su entrecejo.
- Aaah... Eeeeh... Yo... - miró suplicante a la sensei, su corazoncito volvió a desbocarse y el rojo se le subió al rostro. "No puede haber llegado en peor momento, bueno, tal vez no el peor, el peor hubiera sido cuando Tanaka me intentó besar... Pero de igual forma, maldito Kageyama, pero, ¿por qué vino?, ¿habrá estado preocupado?", al pensar esto una pequeña llamita de esperanza creció en su corazón.
- A ver jovencito, ¿qué formas son esas de entrar?.
- Lo siento - suavizó el tono de su voz para responder, pero miró a Hinata y gritó - ¡responde!.
- Hinata está con problemas de presión y no necesita que lo gritoneen, discúlpate con Hinata.
- Lo siento Hinata - dijo en un tono para nada creíble, luego se dirigió a la sensei - ¿puede jugar voleibol?.
- Sí, pero con precaución, hoy no jugará porque estuvo con fiebre - fijó sus ojos en los de Hinata - ¿entendido?, nada de ejercicio por hoy - sacó otro termómetro de su delantal - toma - le volvió a meter el termómetro en la boca - veremos de inmediato si tu fiebre bajó.
- fiii - respondió Hinata. "Así que era eso lo que te preocupaba, si podía o no jugar voleibol, yo no le importo, bueno, no me debo deprimir, ya lo sabía de antes, en realidad, no tenía la certeza sólo lo sospechaba, pero aún así...". Sus ojitos se volvieron cristalinos y la llamita de esperanza se apagó.
- ¿Cuándo podrá jugar normalmente?.
- Si no tiene fiebre ahora, creo que mañana, pero de todas formas debe tomarse la temperatura mas tarde.
Se produjo un silencio incómodo para Hinata, "¿por qué justo me tenía que pasar esto?". Ambos miraban al pobre con el termómetro en la boca.
Kageyama con el ceño fruncido cruzó los brazos sobre su pecho, "Estúpido Hinata, mira que enfermarte ahora, te ves ridículo con eso en la boca", el ceñudo comenzó a mover su pie derecho rítmicamente sobre el suelo, marcando los segundos.
ESTÁS LEYENDO
Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...