El sol estaba regalando sus último destellos, lindos colores de tonalidades naranja iluminaron la pieza del naranjito y a Hinata, que recibía directamente los rayos solares que ingresaban por la ventana, esto le daba un aspecto como de brillar, su cabello anaranjado resaltaba, sus ojos se iluminaban y con el sonrojo de sus mejillas era perfecto. Tomó sus manos muy nervioso, las entrelazó y dejó sobre su abdomen, se apoyó de espaldas en la puerta, tenía su cabecita levemente gacha y miraba al ceñudo sólo levantando levemente la vista, sus piernas estaban estiradas y muy juntas, sus rodillas apretadas a más no poder, incluso ya le estaban doliendo por la presión que ejercía.
- ¿De qué quieres hablar? – preguntó con un hilo de voz.
- Pues de tu comportamiento, estás raro, ya no te reconozco.
- Eso a ti no te debe importar, mientras juegue bien, todo está en orden, ¿cierto? – dijo un sentido Hinata.
- Sí, o sea, me importa muchísimo que juegues bien pe...
- ¿Ves?, está todo resuelto, no se hable más del asunto – lo interrumpió porque no quería seguir escuchando, se sentía dolido y enrabiado porque Kageyama no reconocía lo que había pasado anoche.
- Eres un imbécil Hinata, pero ahora estás más estúpido que de costumbre y no sé, pero has perdido tu entusiasmo característico por el voleibol.
- ¡Eso es lo único que te importa!, bueno, no debería importarte, ahora vete, no quiero seguir conversando, ya me dijiste lo que tenías que decir así que vete – se giró para abrir la puerta pero la mano de Kageyama estampada en ésta le indicó que no había terminado de hablar.
- Sí que eres estúpido – al hablar tan cerca del oído de Hinata éste se estremeció, Kageyama lo notó de inmediato.
- ¡Déjame en paz! – "no puedo sentirme así, no debo dejar que sus acciones me afecten de esta manera, no debo sufrir por él y mucho menos dejar que me vea llorar, no desgastaré ni una sola lágrima".
- Hinata – le susurró al oído luego de ver la reacción que le causó. "Me encanta cuando te estremeces. Maldita sea".
- ¡No! – alzó la voz , se agachó y se deslizó hacia abajo y al lado para escapar del brazo de Kageyama – no juegues conmigo, te lo prohibo – fue lo menos enérgico al hablar, su voz fue trémula.
- Oye – lo tomó de la muñeca y lo atrajo hacia sí – no te escapes.
- Suéltame – forcejeó su resto pero fue en vano, Kageyama era mucho más fuerte que él.
- Deja de moverte idiota – lo agarró de la otra muñeca y lo aprisionó sobre la superficie de la puerta, cuando lo empujó la puerta sonó fuerte, por lo que ambos se quedaron callados expectantes.
Hinata podría haber aprovechado este ruido para deshacerse de Kageyama pero en su interior no quería que se fuera, en ese minuto se acordó de Yuu, dónde estará se preguntó...
- Buen, ahora que estás calmado me vas a escuchar con calma, ayer estabas desenfrenado, nunca te había visto así, te prohibo volver a juntarte con esos tipos y esa peloliso mandona, ¿entendido?.
- Tú a mí no me prohibes nada, no eres nada mío, ni siquiera eres mi amigo.
- Soy tu compañero de equipo y me preocupa tu rendimiento.
- No te voy a responder porque eso sólo me compete a mí.
Kageyama cayó en lo más bajo con que uno puede chantajear a un amigo...
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...