Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]

Capítulo 60 parte 1

El naranjito despertó abrazando a su novio, éste lo miraba con su rostro inflamado, "mi Hinata". Al naranjito se le apretujó el pecho al verlo, le sonrió de todos modos, acercó su mano con sumo cuidado a la mejilla inflamada y la acarició.

- ¿te duele mucho?.

- Nada comparado con no tenerte a mi lado.

- Kageyama te amo.

- Lo sé, yo igual mi pequeño.

- Que no soy pequeño.

- No lo eres es mí pequeño.

- Mmm puedo aceptar eso.

- Lo debes aceptar porque eres sólo mío –se movió con cuidado y besó la frente de Hinata.

- Kageyama... Supongo que quieres que todo se mantenga en secreto, ¿cierto?.

- Mmm no lo sé, veremos como se dan las cosas – "ahora quiero que todos lo sepan, no quiero que nadie se te acerque, menos ese entrometido de Tanaka" –   y tú ¿qué quieres amor? – lo miró expectante.

- No lo sé – rehuyó la mirada de su novio, "no quiero que te avergüences de mí".

- Mañana lo veremos, yo respetaré lo que tú me digas.

- ¿Vas a ir mañana en esas condiciones?.

- Sí

- Pero te van a preguntar qué te pasó, ¿qué vas a decir?.

- La verdad.

- ¿Cómo?.

- La verdad que mi padre me golpeó porque descubrió que estoy enamorado de ti.

- Pero... ¿Y si nos miran feo?...

- Que lo hagan , no me importa, ya viví con miedo y por eso te hice daño, nunca más en mi vida te haré daño negando mi amor por ti, te lo prometo – puso su mano sobre su pecho a la altura de su corazón – nunca más mi pequeño – se emocionó, por fin venció su miedo, por fin puede gritar al mundo que amaba a Hinata.

- Kageyama... Gracias por amarme, gracias – lo abrazó con cuidado de no lastimarlo.

- Mi pequeño, debemos arreglar nuestros uniformes y los libros para mañana.

- Tienes razón – se levantó y prepararon sus cosas.

Kageyama tenía un poco de dolor pero estaba bien, "mañana gritaré al mundo que amo a Hinata, y si a alguien no le gusta que se pudra".

Ambos bajaron a comer, la mamá de Hinata les hizo algo blando para que Kageyama no tuviera que masticar. Cenaron y se acostaron, nuevamente durmieron abrazados disfrutando del calor y aroma del otro. Al otro día se despertaron alegres y ansiosos, Hinata estaba muy hiperactivo, parecía trompo saltarín, Kageyama amaba eso de su pequeño.

- Vamos en mi bici nueva – gritó.

La mamá miró la bicicleta – ¿de dónde sacaste esa bicicleta?.

- Me la regaló Kaori – dijo restándole importancia.

- Pero es un regalo muy caro.

- Mamáaaaa.

- ¿Y tu bicicleta? – "no me había dado cuenta pero su bicicleta no está".

- Creo que me la robaron – le mintió a su madre pero ahora no se sintió culpable.

- Mmm, no sé si debas aceptar tal regalo, además... ¿Qué es ese collar que andas trayendo?.

- ¿Esto?, algo que me compré el otro día – volvió a mentir con descaro.

Kageyama estaba furia porque se había puesto el collar, estaba celoso.

- Está bien, pero que no se vea en clases.

- Sí mamá, ya nos vamos, Kageyama súbete atrás y me abrazas bien fuerte.

- Adiós señora, gracias por todo.

- Vayan con cuidado.

- Sí mamáaaaa – dijo ya pedaleando con su novio en su espalda.

- Dios, estos niños – alegó la mamá para sí misma.

Se demoraron unos diez minutos más en llegar ya que el peso de Kageyama hizo que le costara la subida, llegaron tres minutos atrasados a la sala, el profesor a penas acaba de llegar por lo que los dejó pasar sin problemas. Todos los alumnos miraron el rostro de Kageyama, tenía hematomas, un parche en la mejilla, todos se dieron cuenta de que había recibido una paliza, pero nadie dijo nada, todos se mantuvieron al margen, pero  se preguntaban porque estaba tan feliz si había recibido senda paliza.

Se sentaron en sus puestos, antes de poner atención se miraron y sonrieron, Hinata se sonrojó. Tanaka observó toda la situación, estaba asumiendo que había perdido a su precioso, le dolió el pecho, tenía unas ganas locas de llorar, "mi amado precioso... Por fin eres feliz... Ojalá hubiera sido yo el que creó esa sonrisa en tu rostro, te ves hermoso sonriendo... Ojalá y seas feliz, te recordaré que siempre estaré disponible para ti aunque esté con otra persona... Ay, me agarró fuerte el amor...", una lágrima se escapó, pidió permiso para ir al baño, corrió a éste y se encerró a llorar, no pensó que le iba a afectar tanto.

Al timbre de recreo Kageyama se paró rápidamente para ir por su novio.

- Hinata vamos.

- ¿a donde?.

Se acercó a su oído y dijo en un susurro – necesito besarte o si no me volveré loco, detrás en los arbustos...

- Kageyama, estoy nervioso y ¿si nos descubren?.

- Asumimos y ya.

- Bueno... Pero los arbustos estarán ocupados, vamos al gimnasio a la pequeña bodega y nos encerramos ahí.

- Excelente idea – bajó su tono de voz – amor.

Hinata inmediatamente se sonrojó, miró hacia los lados por si alguien los hubiera escuchado pero nadie hacía un gesto acusatorio, estaban a salvo.

Caminaron en dirección del gimnasio, casi corrían, llegaron justo antes de que apareciera Nishinoya y Tanaka, se escondieron. Era excitante estar así, expectante porque los fueran a pillar, Kageyama abrazó a Hinata por la espalda y comenzó a morder su oreja...

- Te deseo con locura... ¿Que tal uno rápido?.

- Kageyama... Uffff... No hagas eso – Kageyama agarró el miembro de Hinata sobre el uniforme moviendo su mano incitándolo.

Hinata se deshizo, comenzó a gemir  encantado, Kageyama se sonrió, le encantaban los gemido de Hinata, eran adictivos, besó su cuello, mordió su hombro, lo dio vuelta y besó sus labios desenfrenadamente.

- Más... Kageyama... Más...

El peli negro obedeció y se agachó, desabrochó el pantalón del uniforme de su novio y comenzó la tarea, mordió sobre sus bóxer, deslizando la lengua por toda la extensión, Hinata agarró el pelo de su amado, pasó los dedos por esas hebras negras sedosas y aprisionó la boca de su armador, éste bajó los bóxer de una sola vez, ya que no tenían tiempo para juegos previos, metió la totalidad del miembro de su amado en su boca, Hinata apretó los dientes porque sabía que no debía hacer mucho ruido ya que Nishinoya y Tanaka estaban afuera, es más escucharon la voz de Asahi y de Ennoshita...

- Kageyama estoy a punto... Más rápido por favor... – Hinata estaba que explotaba, hacerlo escondidas, en la preparatoria, más aún en la bodega del gimnasio como la primera vez que soñó con Kageyama lo llevó rápidamente al borde – aaaahhh –  dijo mas o menos fuerte.