Capítulo 43 parte 3

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Los padres se miraron, él se levantó y miró a su señora.

- Iré a llamar a la policía, quédate con él – la madre asintió.

Ella fue por un botiquín y una toalla húmeda, se sentó al lado de Hinata que de nuevo se había quedado dormido, su mamá con mucho cuidado comenzó a limpiar la sangre seca del labio, el chorro rojo que había caído por su mentón y el de la frente. Descubrió que tenía hematomas en su bello rostro, luego con mucho amor, desinfectó las heridas, pensó que Hinata se iba a despertar por el ardor que producía el desinfectando pero él estaba profundamente dormido, efecto secundario de la droga. Cuando hubo terminado de limpiar le colocó compresas frías para la hinchazón y al verlo así todo machucado, maltrecho, lo levantó y abrazó.

- ¿Que te hicieron querido?, ¿cómo fue que te sacaron de casa para hacer algo así?.

El padre llegó y le dijo que debían ir al hospital para que le hicieran un informe de constatación de lesiones, y después ir a dejar la denuncia a la estación. Tomó en brazos al pequeño y lo llevaron al auto, la mamá tomó a Natsu que aún dormía y la dejó en el asiento de atrás junto con ella y el herido. Llegaron rápido a urgencias, lo atendieron a la brevedad.

Lo primero fue hacerle un scanner, le tomaron muestras de sangre, y lo revisó un neurólogo que lo tuvo que despertar, le pidió que siguiera la luz de una pequeña linterna, la movió de derecha a izquierda, le pidió que levantara los brazos, que diera vuelta las palmas, que girara la cabeza, que sacara la lengua, que moviera la lengua de un lado al otro.

- Al parecer no hay problemas, pero necesito ver el scanner para asegurarme – dijo el médico en el típico tono profesional.

- Gracias doctor.

Hinata estaba cansado, arrepentido y sobre todo asustado, en el examen de sangre saldría que había consumido droga, estuvo todo el tiempo pensando en qué decir, que mentira sería creíble, pero luego se quedaba dormido y todo se iba a negro.

- En el examen de sangre se encontró pequeñas trazas de éxtasis y LSD, son drogas – dijo el doctor.

- Eso es imposible mi hijo no es un drogadicto.

- No estoy diciendo eso señora, mire... no es el primer caso de que llega un niño con drogas y que no es drogadicto, no sé cómo decirles esto, pero debemos examinarlo para revisar si fue violado, los otros niños que llegaron así... fueron violados.

La mamá casi se desmaya, el padre de Hinata tuvo que sujetarla y llevarla a una silla cercana.

- Dios, mi hijo, mi querido hijo, no lo puedo creer – sollozaba la madre. Natsu no entendía que sucedía, abrazó a su mamá.

- Por favor, salgan del cuarto para poder revisarlo – dijo el doctor, los padres fueron conducidos a la salida por una enfermera, luego ésta entró nuevamente.

Desvistieron a Hinata y el doctor con guantes puestos revisó el trasero de Hinata en busca de semen, o de alguna lesión, tenía una pequeña fisura que podría ser compatible con estreñimiento y que al evacuar el contenido éste haya estado muy duro y pudo haber hecho algo de daño en la zona, pero él no sabía que había sido Kageyama el que provocó esa pequeña lesión, al ser tan minúscula sentenció que no encontró nada, pasó un hisopo y lo guardó en un frasco por si había semen, se lo entregó a la enfermera, Hinata durmió durante todo el procedimiento aunque lo manosearon hasta ahí mismo.

- Es increíble, no despertó, así se viola a los pobres, los deja fuera de combate, al parecer este niño dio la pelea y por eso quedó en este estado, es un luchador – dijo el médico.

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora