Kageyama estaba preocupado, la madre de Hinata lo había llamado preguntando por él, como a la una de la mañana, lo despertó obviamente, en su corazón se sentía culpable de haberle gritado, estaba muy enojado, pero sabía, muy en su interior, que él no había tenido la culpa, los remordimientos no lo dejaron seguir durmiendo, agarró el teléfono y lo llamó, no contestaba, "maldito Hinata, contesta", le mandó mensajes preguntándole dónde estaba, por último, uno pidiendo disculpas. Se durmió con el teléfono en la mano, al despertar en la mañana volvió a llamar a Hinata, su teléfono estaba apagado, "¿se le habrá ido la batería?, mejor voy a verlo", se levantó, se vistió con unos jeans negros, con las rodillas medias desgastadas y una polera morada que tenía escrito: tres tres (333), abajo decía, medio bestia, unas converse negras y se puso perfume. Avisó que iba donde Hinata, se despidió y salió apurado.
Caminaba intranquilo, "Hinata estúpido", se hizo eterno el trayecto, cuando llegó a la casa se quedó frente a la puerta sin atreverse a tocar, "¿habrá estado bien haber venido?, ¿qué le digo al verlo?, hola, estaba preocupado por ti... No, eso es muy raro... Estúpido Hinata, ¿dónde estabas?...", respiró profundo, knoc, knoc, esperó un minuto y la puerta se abrió, era la mamá de Hinata, tenía bolsas y unas ojeras de un morado precioso bajo los ojos.
- Kageyama kun, pasa, disculpa haber llamado tan tarde anoche pero estaba muy preocupada, ¿qué te pasó en la mejilla?
- Buenos días, nada, sólo un mal entendido y con respecto a anoche, no se preocupe, ¿apareció?, ¿dónde estaba? - "no creo que con Yachi san...".
- Dijo que se quedó dormido en el gimnasio, es tan despistado.
- ah - "mintió, ¿dónde habrá estado?..." Un sentimiento de opresión invadió su pecho, arrugó su frente - y ¿cómo está?.
- Esta con fiebre en este minuto y por desgracia no sé que hacer porque debo partir a ver a mi hermana que se quebró la pierna, la pajarona se cayó en la escalera persiguiendo a uno de sus hijos, y como esos bandidos son tres y son pequeños, bueno, tú comprenderás lo ajetreada que está todos los días, su marido trabaja y no hay nadie que la ayude, me tendré que ausentar por el fin de semana, Kageyama kun, tú ¿serías tan amable de quedarte por lo menos hasta el domingo?, yo creo que vamos a conseguir a alguien que la ayude dentro de este fin de semana - puso carita de súplica, Kageyama se quería negar pero la mamá de Hinata le tomó la manos y dijo - por favor.
- Está bien, pero debo llamar a mis padres.
- Por supuesto que los debes llamar, si quieres puedo hablar con ellos para que te den permiso - sonreía encantada.
Solucionado el problema de con quién dejar cuidando a Hianta, el cual, obviamente esta con fiebre luego de dormir en el parque sin ropa adecuada, deshidratado luego de vomitarlo todo y de sudar luego de la carrera a toda velocidad en bicicleta, además le afectaron las emociones vividas, el pobre estaba bajo mucho stress, la mamá preparó las cosas para ir a la casa de su hermana, se preguntarán por el padre, él está de viaje por negocios, así que Kageyama fue la solución.
- Kageyama kun, te dejo mi número de teléfono, llama cualquier cosa, estaré pendiente, te llamaré seguido, me preocupa mi hijo, hace dos días que anda extraño, un poco irritable, ¿sabes si le ocurre algo?.
- Disculpe pero no sé nada - "mmm es verdad ha andado extraño, se pone rojo seguido y salta cuando le hablo".
- Bueno, me retiro - mira hacia atrás - ¿estás lista? - la hermana de Hinata estaba enojada en la entrada.
- No, no quiero dejar a mi oniisan - se cruzó de brazos y frunció su ceño.
- Pero amor, va a quedar en buenas manos - miró a Kageyama y sonrió - ¿no quieres ver a tus primitos?, ellos estarán felices de verte.
- No - miró a Kageyama con odio profundo, "me quiere quitar a mi hermano".
- Basta de berrinches, te vienes conmigo - la tomó de la manito y la arrastró.
- No, no quiero... Noooo - comenzó a llorar, la mamá hizo caso omiso y la llevó a rastras.
Kageyama subió por las escaleras, no era la primera vez que iba a la pieza de Hinata, pero nunca habían estado solos, se puso nervioso, por alguna razón su corazón se aceleró. Tomó la manilla de la puerta y la giró despacio, miró hacia dentro, Hinata estaba tapado hasta la cabeza, entró despacio, pisando con la punta de los pies, no quería despertarlo, pero tenía una curiosidad suprema, se acercó sigiloso, como un bandido, un acosador, frente a la cama de Hinata, toma las frazadas del borde, despacio, con cuidado, las mueve destapándolo, lo primero que vio lo dejó perplejo.
- ¿Qué sucede? - Hinata abrió sus ojitos dormilones, dando varios pestañeos y luego refregándose con unas manos cubiertas del pijama - tu cara...
Kageyama apretó los labios en una sonrisa exagerada, "no puede ser, se ve..."
- ¡Kageyama!, ¿qué haces aquí? - se incorporó, "estoy soñando, sí, eso debe ser, tal vez sigo teniendo pesadillas, ¿qué es esto?... Noooo, estoy vestido con mi pijama de niño, oh Dios, de nuevo, insisto, ¿tanto me odias?, pero esto, definitivamente, es una pesadilla"... "su mejilla está hinchada"
- Wuajajajajajajajajajajajajajajajajaja - se apretujaba el abdomen con ambas manos, doblándose por la mitad - ¿ese es tu pijama?, ¿un traje de perrito?.
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...