Nishinoya se quedó a dormir en la casa de Tanaka, estaba acostado en el futón con las manos bajo su cabeza, observaba las paredes llenas de póster de mujeres en poco ropa, él siempre bromeaba con que todas las mujeres le servían siempre que fueran bellas, pero la verdad en su corazón sólo habitaba una, y esa una era la hermana de su mejor amigo, que a parte de ser prohibida por el parentesco que tenía, era un poco más alta y mayor que él, no un poco, si no mucho mayor, de otra generación incluso, ufffff, se intentó relajar para quedarse dormido pero no pudo, se dio vueltas como cerdo al palo, comenzó a transpirar, por lo que se destapó hasta la mitad, pudo regular su temperatura, miró hacia la cama y ahí yacía Tanaka con mitad de pierna derecha fuera de la cama, estaba estirado como una estrella sobre ésta, con la boca abierta y de ella escurría un hilo de saliva que se depositaba en la almohada.
"Rayos y pensar que de verdad se parecen un poco, ¿ella dormirá así también?", cerró los ojos pero a través de sus párpados vio una luz, los abrió deprisa, asomada por la puerta estaba ella, se veía sólo su cabeza y el pelo liso que colgaba en vaivén.
- Nee san – dijo en un susurro.
- Oh, estás despierto creí que estaban seta (ZzzzZzzz) – dijo bajito para no despertar a Tanaka.
- Es que no puedo dormir.
- ¿Quieres acompañarme?.
Qué le dijeron, feliz se levantó de un salto y corrió a su encuentro, pero fue un error de cálculo no recordar que estaba sólo en bóxer.
- Te ves muy bien así Noya chan – dijo risueña.
- ¿Ah? – la miró con cara de bobo, pero inmediatamente se percató de su vestimenta, sólo un bóxer, se tapó a lo doncella y sonrió ampliamente, como suele hacerlo – espérame para que me vista.
- De acuerdo – eso dijo y no se movió de su lugar, se quedó mirándolo.
Nishinoya sentía la mirada persistente de ella, le revolvía el estómago pero no de forma enferma si no de las sensaciones agradables, de aquellas que te motivas a volver a hacer eso que te las provocó. Agarró una polera de su amigo y se puso un pantalón de buzo de Tanaka, él tenía pero estaba doblado en su bolso, no tenía tiempo para deshacerlo ya que no quería hacer esperar a ella, a su adorada nee san. El de pelo en punta con un viso coqueto se veía demasiado adorable con ropa que le quedaba grande, tuvo que arremangarse el pantalón pero con la polera no hubo caso, no había nada que hacer. Decidido y con su gran personalidad salió del cuarto seguido de ella.
- Oye noya chan – dijo socarronamente.
Nishinoya odiaba que le adhiriera el chan porque eso denotaba y resaltaba que él era menor que ella, cada vez que lo decía era como una patada en su hombría.
- ¿Sí nee san? – dijo con su rostro bobo.
- Te ves demasiado abrazable, ¿puedo? – preguntó pero no esperó respuesta y lo hizo, abrazó a Nishinoya.
El pobre quedó sorprendido hasta la médula, se quedó ahí dócil, domesticado, disfrutando del contacto, sentía los cabellos de ella en su cara, sintió un gran regocijo porque la amaba tanto que la respetaba, la idolatraba incluso.
- ¿Quieres helado de miel de ulmo?, es delicioso – dijo a penas terminó el abrazo.
- Sí, me encantaría.
Fueron a la cocina, ella sacó el helado de la nevera y sirvió sólo un cucharón en un plato, abrió el cajón y tomó una cuchara, se sentaron en el mesón de la cocina y ella sacó una porción y le dio de comer.
- Abre la boca.
Nishinoya se quedó muy sorprendido, ella lo estaba alimentando, mimando, abrió la boca y aceptó el helado, luego ella misma se comió una porción.
- Tengo que confesarte algo, Noya chan, creo que me gustas.
El pequeño se atoró con su propia saliva, comenzó a toser, ella le golpeó la espalda para acto seguido besar sus labios.
Tsukishima estaba escuchando música con sus audífonos, unos nuevos que le había traído su hermano de Tokyo, como siempre estaba acompañado de Yamaguchi que quería entablar una conversación pero no había caso con Tskuki. Era tarde y debían dormir, él se había quedado en su casa porque estuvieron estudiando hasta tarde, Yamaguchi estaba débil en algunas asignaturas por lo que necesitaba la ayuda de Tsukishima, éste a regañadientes aceptó ayudarlo y sólo porque necesitaban buenas notas para ir al interescolar y además era probable que tuvieran entrenamiento con Nekoma.
Por mientras un fugado y drogado Hinata paseaba en bicicleta, estaba encantado con su viaje, de nuevo veía que las hojas de los árboles caían al suelo convertidas en gotas de óleo, la pocas personas que se encontró ya no eran duendes de dientes afilados, si no elfos hermosos, sonreía encantado de lo que veía y sentía, el viento le rozaba la cara y lo escuchaba, el viento era amigable, lo quería calmar, se dejó llevar por el viaje, era excelente, todo lo que escuchaba era música para sus oídos y logró olvidarse de Kageyama y todo su dolor, "esto es fantástico, wow, una estrella fugaz, mi deseo es que Kageyama me ame", graso error, se acordó de él, de voldemort, su innombrable del vuelo, respiró profundo y una pequeña gota rodó por su mejilla, eso fue fuuuaaawww porque la gota iba quemando su rostro, escuchaba como rodaba hacia atrás por el viento y luego el vuelo de ella.
Llegó a su preciado árbol, se había aprendido el recorrido cuando se fue de vuelta a su casa aquella vez, se apoyó en él y le conversó, esta vez el árbol no respondió, quedó un poco frustrado, pero agarró una hoja seca que había caído al suelo y la arrugó con la mano, eso también fue increíble, la hoja se quejó y vio el sonido que emitía, tuvo remordimiento por haberla destruido.
"Si alguna vez destruyo a alguien ojalá no emita ese sonido, Kageyama, discúlpame por todo pero eres un maldito porque no me dijiste nada de lo que hicimos nosotros, aunque tal vez ella haya mentido pero eso es poco probable, ella me inspiró confianza, sé que soy un desastre andante, oh, me acordé que el efecto luego de unas horas es la excitación, mierda, tal vez debería volver, soy un estúpido, era pequeña la dosis por lo que podría haber estado en mi pieza y no haber molestado a nadie, pero tenía miedo de que me diera la locura y mis padres me descubrieran, tal vez este viaje sea más corto, voy a volver"
Cuando iba de vuelta, tuvo las mismas sensaciones, pero tuvo un encuentro que no esperaba para nada, no chocó, los intentó esquivar, ahí estaban, el hombre del tatuaje junto a otros dos, reconoció al dealer que le había pasado las estampillas. El otro personaje se interpuso frente a él y lo detuvo agarrándolo del hombro, lo botó de la bicicleta, Hinata cayó con fuerza y se pegó en la espalda, tuvo muchísimo dolor que le llegó hasta el trasero. "Me quedará un moretón", pensó para luego asustarse ya que cayó en cuenta del problema en que se había metido.
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...