Hinata abrazado con su amor rebosaba de felicidad, su corazón latía fuerte y sus manos tiritaban un poco; no podía creer tener en sus brazos a la persona que añoraba con locura y que acababa de confesar su amor por él, ahora ya no eran simples compañeros de equipo, amigos o amigos con ventaja, no, ahora eran oficialmente novios y para mejor reconocidos por sus padres, aunque sólo los de Hinata; esto era el término del sufrimiento, por fin dejaría de auto destruirse y se recuperaría de todos sus males, creía en esto fehacientemente. Kageyama no quería soltar a su naranjito porque pensaba que podía desaparecer y deshacerse en sus brazos como si fuera arena entre sus dedos, por eso lo apretaba con fuerza; apoyó su nariz en el pelo de Hinata y respiró profundamente llenando sus pulmones del aroma del peli anaranjado, olía maravilloso, olía a Hinata, se separó de él, lo miró directo a los ojos, ambos al hacer contacto visual se pusieron rojos, un sonrojo leve que decía que estaban ansiosos y nerviosos por lo que venía, ambos sabían que no aguantarían sin acariciarse y probar el sabor del otro, lo deseaban casi insanamente.- Kageyama ¿esto es real? – preguntó con un rostro que sólo expresaba ternura.
- Hinata, Hinata, Hinata – suspiró profundamente, luego besó la frente del pequeño – por fin estás entre mis brazos, por fin puedo acariciarte y besarte sin miedo, esto es real, lo más real que pude sentir en mi vida, por favor no me dejes, no te alejes de mí, ya no soportaría perderte y de nuevo te pido perdón por mi cobardía, tenía miedo pero ahora prefiero enfrentarlo que no tenerte a mi lado, sufrí mucho, los celos me mataban, no me dejaban tranquilo, pensaba en ti, soñaba contigo, no te podía sacar de mis pensamientos porque ocupabas todo mi corazón y aún lo ocupas, eres tan especial para mí, ahora jamás podré dejarte ir, te amo – se acercó a los labios del naranjito y lo beso.
El beso fue tierno, casi un besito, pero Hinata quería más, agarró la cabeza de Kageyama impidiendo que se alejara; deslizó su lengua por los labios de su amor, intentando que separara más su boca y éste así lo hizo, Hinata invadió la cavidad húmeda con desenfreno, paseando su lengua acariciando todo a su paso, mejillas, dientes y la lengua de su amado que luego de ser incitada comenzó a jugar con su homónima, se alejaron un poco para mirarse, ver reflejado el deseo de ambos era excitante, volvieron a unir sus labios, chupando, mordiendo juguetonamente el labio inferior del otro, estirándolo para luego lamerlo, Hinata paseó sus manos por debajo de la ropa de Kageyama sintiendo su musculatura definida y tonificada.
El ceñudo jadeó cuando su naranjito llegó a su pecho y apretó con cuidado el pezón derecho, este sonido excitó más a Hinata que moviendo sus manos con destreza y celeridad tomó el borde de la polera de Kageyama y con fuerza la subió con el fin de despojarlo de la ropa lo antes posible, Kageyama estiró los brazos para quitarse de una vez su ropa, al hacerlo Hinata se abalanzó sobre su amado, lo empujó con fuerza hacia la cama, volteándolo, no fue suave, lo hizo con toda la fuerza que tenía, el peli negro se asombró de la actitud y actos de su pequeño pero le gustó y lo excitó aún más ya que su miembro latió diciéndole que necesitaba atención y con urgencia, su eje se puso duro y palpitante, gimió cuando Hinata se subió sobre él a horcajadas y se sacó la polera, lo miró como se miraría a una presa acorralada y asustada, tenía un hambre voraz y se comería a Kageyama, le subió la presión y el calor dominó todo su cuerpo.
- Kageyama, hazme tuyo completamente – solicitó con voz seductora y sugerente.
- Hinata – jadeó Kageyama cuando Hinata deslizó sus caderas hacia delante y atrás sobre su eje erecto, provocando una descarga de placer inmediato en ambos.
Hinata continuó el movimiento de su pelvis rozando ambos miembros duros, jadeaban y gemían con cada deslizamiento, el naranjito sólo quería amar con locura al número nueve de karasuno, a su querido armador; se levantó rápidamente y se sacó de un golpe sus jeans y bóxer, los tiró en alguna parte de la pieza, no le importó donde cayeran, Kageyama al sentir que su amado se alejó hizo un puchero inconscientemente pero Hinata ya estaba sobre él nuevamente y ahora desnudo, el ceñudo no podía dejar observar la adorable hombría rosada, suave y erecta de Hinata, éste con cara de cazador desabrochó el jeans de Kageyama bajándolo hasta sus rodillas, se agachó y mordió el pene de Kageyama sobre su bóxer así le arrancó un gemido profundo y potente, eso le gustó a Hinata, le gustaba hacerlo gemir y tenerlo a su merced, Kageyama removió su bóxer, Hinata ayudó hasta que quedaron en sus rodillas, liberando el miembro del ceñudo que saltó al bajar el bóxer, Hinata sonrió de medio lado al verlo, ya no tenía miedo se sentía seguro y más osado, se agachó y pasó su lengua por todo el contorna de la cabeza de Kageyama, éste gimió y agarró la cabeza de Hinata enredando sus dedos, acariciando las hebras anaranjadas de su novio; el señuelo abrió su boca e introdujo el miembro de su amado hasta lo más profundo que pudo, ayudándose con su mano comenzó a chupar entrando y saliendo jugando con su lengua que la pasaba masajeando la longitud del eje que succionaba, moviendo su mano acompasando el mete y saca de su boca, la saliva no tardó en escurrir ya que no la tragaba dejaba que escurriera para que sirviera de lubricante; en un segundo sintió un sabor salado que le indicaba que Kageyama había liberado unas gotas de su pre semen, le encantó el sabor pero dejó de succionar relamiéndose los labios y de forma muy sexy subió acercándose a la boca de Kageyama, ronroneó antes de besarlo con pasión, se fundieron en un beso profundo donde Kageyama sintió su propio sabor.
- Prepárame ahora – exigió Hinata con una mirada fija y dando a entender que no aceptaría una negativa.
Kageyama no podía creer que su tímido naranjito se había convertido en un ser dominante y exigente, menos mal seguía siendo el pasivo pero ya veía que de un momento a otro se intercambiarían los lugares, le asustaba esta premonición pero a la vez le excitaba de sobre manera.
- Kageyama – lo miró levantando una ceja y sonriendo de medio lado.
El sorprendido reaccionó y agarró a Hinata dejándolo bajo él, Hinata se rió juguetón, Kageyama le levantó las piernas y se las puso en sus hombros, Dios, no podía creer lo caliente y ansioso que estaba, esto era excelente no como la vez que su amado estaba drogado, esto era real no un deseo artificial; alargó su mano hasta la boca de Hinata y agarró con su pulgar e índice el labio inferior del naranjito, estirándolo para luego introducir sus dedos en la cavidad, inmediatamente Hinata respondió lamiéndolos y llenándolos de saliva con su lengua, Kageyama sacó los dedos y él mismo los llenó con su saliva para luego jugar con la entrada de Hinata, con suavidad y cuidado, lo amaba tanto y lo deseaba con tal grado de locura que su mayor deseo era que Hinata se entregara por completo, sentirlo suyo para siempre, rodeó con su dedo el pequeño agujero presionando haciendo círculos, Hinata gemía de anticipación, había investigado en internet cómo era el sexo entre dos hombres, Kageyama también tuvo esa inquietud, ambos tenían una idea ya que lo habían experimentado en la fiesta.
Hinata se había masturbado en las noches metiéndose el dedo a parte de subir y bajar las manos por su eje, quería saber y sentir por ahí, no quería que fuera doloroso o desagradable.
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...