Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]

Capítulo 61 parte 1

Kageyama se levantó y ayudó a ponerse en pie a Hinata, el mismo peli negro vistió a su novio, con sumo cuidado; no tuvieron tiempo de limpiarse bien, sólo superficialmente. Cuando estuvieron vestidos tomaron sus pertenencias y se marcharon a la casa del más pequeño, Hinata llamó a su madre avisando que iban en camino.

Mientras Hinata y Kageyama estaban solos en la sala, los demás salieron juntos, Daichi iba al lado de Suga, éste no lo miraba, estaba serio, un tanto molesto y envidioso de que Kageyama y Hinata gritaran su amor y él lo tuviera que esconder. Daichi sabía lo que le pasaba a su novio, lo conocía demasiado bien, "mmm Suga aún no puedo decirlo, por favor entiende", lo miraba de reojo...

Cuando salieron de la entrada principal de la preparatoria, dos mujeres agarraron a Suga, éste se había olvidado que le había prometido a Reiko que la iba a acompañar a una fiesta en la casa de Himura.

- Reiko san, no puedo ir, tengo examen mañana – mintió mientras era arrastrado por las dos mujeres e intentaba zafarse del agarre de ellas.

- No te me vas a escapar – dijo Reiko segura de sí misma – Karen agárralo fuerte.

Karen así lo hizo, la rubia pelo liso abrió la puerta trasera y metió a Suga que inmediatamente se corrió hacia la puerta contraria para abrirla, pero tenía seguro de niños, de esos que no permiten que la puerta se abra por dentro, sólo por fuera. Estaba totalmente atrapado. Reiko se subió con rapidez y cerró su puerta de un portazo al mismo tiempo que la  rubia.

Daichi esta vez reaccionó y corrió hacia el auto – ¡no te lo vas a llevar!, ¡Suga bájate! – ordenó a su novio pero éste lo intentó, tiró de la manilla  para que su amor se diera cuenta de que estaba encerrado y que no se quedaba en el interior por voluntad propia – ¡Oye secuestradora, abre la puerta! – con sus manos golpeo el vidrio de la ventada del copiloto desesperado.

- Es mío por ahora – le cerró el ojo a Daichi y echó a andar el auto, poniendo primera a la brevedad.

- Reiko san déjame bajarme, no tienes derecho a raptarme – alegó Suga cruzando sus brazos sobre su pecho.

- Me lo prometiste, me dijiste que me ibas a acompañar a la fiesta, sólo te estoy obligando a que cumplas tu promesa.

- Reiko de verdad es guapo – dijo Karen observando de pies a cabeza a Suga.

- Te lo dije.

- Por favor déjame volver, Daichi me está esperando.

- No hasta que pases por lo menos dos horas conmigo y después te iré a dejar a tu casa.

- Está bien... – se rindió, le era imposible discutir con la testaruda de Reiko, ella era de armas tomar.

- ¡Muy bien, iremos a disfrutar! – gritó Reiko, la rubia sonrió comiéndose con la mirada a Suga, que al sentir esa mirada le entraron escalofríos.

- Reiko, ¿podemos compartir?.

- Ni lo sueñes Karen, ni lo sueñes.

Suga no entendía a lo que se referían, sacó su teléfono para escribirle un mensaje a Daichi, lo primero que ve fue como cinco mensajes de su novio:

-     Suga... Escapa... No dejes que te toque.

- Amor, por favor vente rápido cuando tengas oportunidad...

- Dios Suga, fuck esa mujer de mierda...

- Suga no me dejes por ella, por favor no me abandones... Suga vuelve a mí.