Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]

Capítulo 20

Hinata estaba emocionado, su corazón latía con fuerza, "no se avergonzó al decirlo, ni siquiera lo pensó, ¿me amará como yo lo hago?", Kageyama seguía apoyado en la pared con su entrecejo arrugado, pero ahora cruzó sus piernas y los brazos sobre su pecho, tal vez a modo de defensa, estaba abriéndose más de lo que esperaba.

  - Te creo - Yachi hizo un mohín con los labios.

  - Yo... Igual, gracias Kageyama por elegirme para salvarme - se ruborizó y sonrió encantado.

  - De nada - dijo a regañadientes - Hinata a quién elegirías para salvar, ¿a Yachi san o a mí?.

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La pieza de Hinata es pequeña: las paredes de un color crema, tienen dos póster de voleibol pegados, uno de ellos era el que Yachi había hecho para pedir fondos para el equipo de la preparatoria, donde salía él rematando el balón, cada vez que lo veía se sentía como el pequeño gigante al cual admiraba, el otro póster era del equipo de Japón; su cama tiene un cobertor verde oscuro y las almohadas una funda color azul mar, el velador es de madera, un cuadrado sin gracia, sobre el cual hay una lámpara de color verde; el suelo de una madera oscura y sobre ésta una alfombra circular de color crema; el escritorio es simple, lleno de libros y cuadernos, muy desordenado, la silla, donde se supone se sienta a estudiar, es giratoria y negra, sobre ella está depositada la  ropa de ayer y el pijama de perrito de Hinata.

Los tres en silencio, Kageyama y Yachi escaneando las reacciones de peli anaranjado, se sentía tensión, "no me presionen de esa forma, maldito Kageyama, ¿por qué hiciste eso?, ahora, ¿a quién elijo?...".

  - Penitencia, prefiero eso - dijo Hinata asustado, no quería ponerse en mala con ninguno de los dos.

  - Nunca quedas mal con nadie, es eso - Kageyama se desilusionó al no ser elegido para ser salvado de ahogarse.

  - Sí, Hinata, elige - dijo Yachi con un puchero en los labios.

  - Las reglas del juego son: contestar o penitencia, yo elegí penitencia - se cruzó de brazos de manera defensiva.

  - Tiene razón Kageyama, no podemos forzarlo - miró a Hinata y le sonrió comprensiva, "no quieres que él se enoje contigo porque me elegirías a mí".

  - Está bien, la penitencia será que te quites los pantalones - Kageyama fue rotundo, no daría su brazo a torcer.

  - ¡¿Qué?!, ¿estás loco?, eso sería una ofensa para Yachi san y además me muero de vergüenza, no puedo.

  - Es eso, o responde a mi pregunta - Kageyama casi le gruñó al responder.

  - Pero Kageyama creo que es excesiva tu petición - Yachi se colocó roja con sólo pensar ver a Hinata en ropa interior.

  - ¡No quiero!, ¡maldito Kageyama!, ¿qué es lo que pretendes? - lo miró desafiante, un lindo rosado invadió sus mejillas al hacer contacto visual por tanto tiempo con su armador.

  - Son las reglas del juego, como bien dijiste recién - Kageyama levantó una ceja y sus hombros restándole importancia al asunto.

  - ¡Yaaaaaaaa!, ¡wuoooooo!,¡está bien!, ¡lo haré! - Gritó enojado.

Kageyama abrió los ojos, ya estaba arrepentido, no quería que Yachi san lo viera en bóxer, hizo un ademán para detenerlo pero Hinata se metió totalmente bajo el cobertor y se sacó el jeans, subió el cobertor hasta su cintura y sacó la prenda triunfante - aquí está, estúpido Kageyama - lo giró el aire y se lo tiró.