Capítulo 64 parte 4

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Caminaron en dirección a los dormitorios.



Hinata iba con una toalla amarrada a la cintura y con la otra se estaba secando el pelo, Kageyama iba a su lado como escolta, ya en los camarines Kageyama se saca la toalla y la pone como protector para que Hinata se vistiera sin ser visto.

Algunos alumnos miraron a esos dos pero nadie les tomó mayor atención, exceptuando a los que habían sido reprendidos por el ceñudo.

- Vístete ahora.

- Pero Kageyama no me he secado bien el pelo.

- Hinata idiota vístete ahora – le ordenó.

- Me carga cuando te pones así – hizo un mohín con los labios.

- Hinataaaaaaaa – pronunció el nombre de su amado exasperadamente.

- Ya voy... – "no debo aprovecharme tanto de su paciencia, mejor me cambio rápido para que no hayan más malos entendidos".

- ¿Cuánto te falta?.

- Ya estoy casi... – lo último que le faltaba eran los pantalones del pijama – listo – dijo ya vestido.

- Bien – bajó la toalla y ahora él se comenzó a vestir.

"¿Quién es ese gruñón que no nos dejó seguir viendo a la belleza?", se preguntó uno de los mirones... Luego se fijó que el que acompañaba al ceñudo era el bajito de Karasuno, el pequeño que saltaba muy alto, "oh, no, espera... ¿Es idea mía o tiene el pelo naranja?... ¿ no será qué...?, noooo, imposible... ¿El pequeño?...", su mente estaba haciendo las conexiones correctas.



Por fin estaban listos para dormir, cuando llegaron al dormitorio los padres de Karasuno los estaban esperando.

- Kageyama, ¿todo está en orden? – preguntó papá Daichi.

- Algo así – respondió con el ceño fruncido.

- Kageyama, entendemos el problema pero debes intentar calmarte, recuerda lo que nos pidió el entrenador – acotó mami Suga.

- Sí, entiendo – afirmó con su cabeza – pero es que...

- Te entiendo a la perfección Kageyama, créeme – lo interrumpió el capitán.

- Yo haré todo lo posible por alejarme de problemas – acotó Hinata, "parece que no podré alejarme de Kageyama, debemos controlarnos... Eso será difícil".

- Está bien Hinata, ambos – miró a su novio – te cuidaremos,¿no es cierto Daichi? – "si estamos pendientes de Hinata y Kageyama podré mantener a la bestia de mi novio más controlado, ah jajaja serán como nuestros hijos".

- Gracias Sugawara san – el naranjito se sonrió.

- Gracias – el ceñudo hizo una pequeña reverencia.

- Ya, ya, no se preocupen, todo estará bien – Daichi les palmeó la espalda a los dos, "me siento como un padre cuidando a sus retoños".

Kegeyama agarró de los hombros a su novio y lo condujo al final del dormitorio para arreglar los futones, que gracias a la buena organización de Nekoma ya estaban disponibles en un rincón. El peli negro agarró todo lo necesario y él mismo preparó ambos futones.

- Ya amor, tú dormirás apegado a la pared y yo obviamente a tu lado – "espero que nos podamos aguantar estar tres noches sin hacer nada".

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora