- No, quédate quieto – forcejearon un poco lo que llamó la atención de los que iban pasando por lo que Kageyama arrastró de los hombros a Hinata deslizándolo por la pared hasta una puerta, era la sala de estar, abrió la puerta y empujó a Hinata dentro.
Rodrigo observó esto, "bueno de ahí no pueden salir a no ser que sea por la puerta".
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Hinata estaba sin polera caminando por el pasillo, Kageyama lo agarró y lo empujó contra la pared.- Ahora te debes quedar quieto Hinata estúpido – dijo muy enojado, su cara para variar daba miedo.
- No quiero, tú me odias Kageyama – sus ojos estaban llorosos.
- No te odio – "si sólo supieras".
- Suéltame – dijo sin mucha convicción.
- ¡No!, quédate quieto – forcejearon un poco lo que llamó la atención de los que iban pasando hacia el baño por lo que Kageyama arrastró de los hombros a Hinata, deslizándolo por la pared hasta una puerta, era la sala de estar, abrió la puerta y empujó a Hinata dentro.
- Ahora me vas a decir, ¿quién te dio la droga?.
- No tengo por qué decirte nada – sonrió y agregó – además no veo lo malo me siento muy fuaaaaww – se rió – esto es lo máximo.
- ¡¿Acaso eres estúpido?!, ¡cálmate! – apretó el agarre de sus muñecas, pasados unos dos minutos Hinata se calmó, al dejar de hacer fuerza Kageyama lo soltó – que bueno que ya te calmaste.
- ¡Kageyama dame un beso! – rápidamente se abalanzó sobre el sorprendido Kageyama.
Se puso de puntillas para besarlo, Hinata metió su lengua y la movió por toda la boca de Kageyama que no opuso resistencia.
- Te necesito Kageyama – dijo con voz seductora el naranjito.
- Estás drogado Hinata – lo alejó.
- Malo, bésame de nuevo – lo atacó con fuerza.
- Oeeee – habló con la lengua de Hinata dentro de su boca e intentando alejarlo – estas dogao.
Hinata lo tenía abrazado del cuello, apretó su agarre y saltó, con las piernas cruzadas atrás de la espalda de Kageyama se rozó con el abdomen de éste y gimió. Kageyama sintió el miembro duro de Hinata en su abdomen.
- Oye – logró que Hinata sacara la lengua de su boca – detente, estás muy drogado.
- Te necesito Kageyama, mi cuerpo está ardiendo, quiero todo, estoy desesperado – gimió en el oído del sorprendido – si no es contigo, me voy a buscar alguien más – dejó de apretar sus piernas para bajarse dejando en claro que cumpliría su amenaza.
Hinata estaba sufriendo los efectos del éxtasis, el efecto de esta nueva droga era retardado, al igual que la vez anterior cuando arrancó de los duendes y estaba en el parque la necesidad vino horas después y la verdad, no aguantaba, su cuerpo estaba ardiendo de deseo. Esta droga era una versión distinta de la que probó esa vez, esta no hacía alucinar de la forma en que lo hizo la vez anterior, en eso era más suave, pero el efecto del éxtasis era mayor y además su duración también era por más tiempo..
Hinata se separó de Kageyama y con su mano comenzó a rozarse sobre el jeans, arriba abajo, cada vez que su mano se movía era acompañado del movimiento de las caderas, se veía muy sexy, su rostro esta sonrojado, sus ojos semi cerrados, con la boca abierta, jadeando, moviéndose con las caderas y su mano rozando su miembro.
Kageyama lo miraba embobado, comenzó a sentir esa agradable sensación de excitación, era hermoso verlo; Hinata con la mano que no se estaba rozando la paseó por su cuerpo, y llegó a sus pezones, agarró el primero girando sus dedos, su placer iba en aumento, volvió a gemir, cuando su pezón estuvo erecto se fue por el segundo, repitió el procedimiento de agarrarlo y retorcerlo suavemente mientras continuaba el roce de su mano y el movimiento de las caderas en contra de su mano, luego de que el segundo pezón estuvo erecto, se paseó la mano con el abdomen, subió por el mismo y llegó hasta su cuello, luego hasta su boca, se metió los dedos dentro y succionó incitando a Kageyama.
- Te necesito Kageyama, ahora, por favor – dijo suplicante, ardiendo de deseo.
- Estás drogado Hinata – Kageyama se estaba sintiendo cada vez más excitado, luchaba contra esa sensación, puso todas sus fuerzas para controlarse, respiró profundo y agregó – te vas arrepentir después Hinata.
- Estoy hirviendo Kageyama, estoy desesperado – dejó de friccionarse, se sacó el cinturón y desabrochó su jeans.
Quedó así con los jeans desabrochados, con el cierre abajo, éste se le deslizó hacia abajo pero sólo unos centímetros, con su mano derecha volvió a comenzar la fricción sobre su miembro que estaba duro, caliente y palpitante, su bóxer azul estaba humedecido en la zona de la punta de su eje, mientras se friccionaba gemía extasiado, Kageyama lo observaba anonadado, no se imaginó nunca a Hinata tan sexy, tan deseoso, su libido crecía a cada segundo, escuchar los gemidos sexys del necesitado Hinata lo tenían encendido, deseoso.
- Kageyama... Aaaah... Por favor... Sólo un poco... Mmmmh – suplicó nuevamente el peli anaranjado.
- Estás drogado – volvió a repetir negando con cansancio
- Sólo un poco – Hinata mojó sus dedo de saliva, ésta escurría por su mano, la deslizó hacia bajo, y la metió bajo su bóxer – Kageyama te necesito ahora, aaaah... Aaaah – gimió fuerte cuando agarró su miembro y movió la mano arriba y abajo.
Kageyama ya estaba erecto, caliente y deseoso, se acercó a Hinata, lo agarró con fuerza y unió sus labios a los de él en un beso frenético, sus lenguas se mezclaban, saliva escurría por la comisura de sus labios, Hinata movía su cabeza hacia los lados, mientras su lengua danzaba en la boca de Kageyama, sintiendo sus dientes, su lengua, su aliento, su respiración, sus jadeos que eran cada vez mas profundos y rápidos. Hinata también jadeaba, estaba sintiendo un placer sublime, movía sus caderas hacia delante friccionándose en Kageyama que por su parte hacía exactamente lo mismo, presionaba hacia delante con fuerza.
- Kageyama se siente tan rico – dijo jadeando Hinata – pero ¿puedo desvestirme?, no es suficiente.
- Estás drogado Hinata – Kageyama se estaba arrepentido de haber correspondido a Hinata – dejemos esto hasta acá Hinata, es lo mejor.
- No puedo, estoy que exploto Kageyama, no aguanto – el pequeño apuró el movimiento sobre el muslo de Kageyama – aaaah... Por favor... – gimió rápidamente.
- Ay Hinata, detente por favor... Aaaah... Mmmh... Hinata... – le pedía que se detuviera pero siguió el movimiento de sus caderas y comenzó a gemir.
Hinata estaba, de verdad, muy desesperado, él por iniciativa propia se bajó los jeans y los bóxer, agarró firmemente su miembro erecto, movió la mano rápidamente, al mismo tiempo se separó de los labios de Kageyama, besando su cuello, y con los dientes raspando su clavícula. Fue bajando aún raspando con sus dientes y mordiendo la piel bajo la camiseta de Kageyama, éste gemía con cada mordisco de Hinata que ahora agarró el borde la camiseta y la tiró hacia arriba, cuando vislumbró sus pezones se acercó con sus labios y succionó con fuerza, jugaba con su lengua apretando y soltando el botón de carne, Kageyama se estaba olvidando por completo de sus miedos, de que Hinata estaba drogado y que estaban en la casa de un completo desconocido, sólo se concentró en el placer que estaba sintiendo. De prisa se desabrochó los jeans y los bajó juntos con los bóxer, su miembro saltó, grande, duro, brillante, las venas se marcaban en demasía, de la punta se asomó un líquido semi transparente, Hinata Cuando se dio cuenta de que Kageyama se había semi desvestido, agarró ambos miembros y comenzó a masturbarlos juntos, el líquido preseminal de ambos ayudaba a que el movimiento fuera más suave, que su mano se pudiera deslizar con facilidad.
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Por Dios que me cuesta escribir esto (T-T)
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...