Daichi caminaba con rumbo a su hogar, el cual quedaba muy cerca del departamento de Suga, eran tan cercanos que incluso sus madres eran amigas, estudiaban juntos, salían juntos, comían juntos, "¡mierda!, todo lo hacemos juntos", y como es sabido, juegan voleibol juntos, desde que entró en la preparatoria, el primer día se conocieron porque ambos habían llenado la solicitud de ingreso para el club y se presentaron al mismo tiempo en el gimnasio, los dos estaban nerviosos por enfrentarse a las miradas escrutadoras de los senpai, tenían miedo de ser rechazados. Con varios centímetros menos de estatura y más delgados que ahora, se pararon firmes y derechos a la entrada del gimnasio."Aún recuerdo el día en que hablamos por primera vez, yo tenía mi solicitud de ingreso en las manos, estas me sudaban por montones y gotas de transpiración caían por mi frente, tú estabas a mi lado, me mirabas de reojo, no te miento Suga, me molestaba tu mirada persistente.
Ese día me puse mis mejores zapatillas, y con rodilleras nuevas me presenté porque estaba ansioso de que me aceptaran, hacía calor, los rayos de sol mañaneros ingresaban a raudales atravesando los cristales de las ventanas enrejadas del gimnasio, escuchaba los chirridos que hacían las zapatillas de nuestros senpai, que a esa hora ya estaban practicando, nos quedamos estáticos ahí, tus ojos se iban hacia mi persona a cada rato, fue tanto lo que me exasperé que te dije: ¿qué tanto miras?, recuerdo tu respuesta, que fue cálida y amigable, a diferencia de mis primeras palabras para contigo que fueron bruscas y frías; me dijiste: estoy nervioso, sólo quería entablar una conversación contigo para que se pasara más rápido el tiempo, perdón si te molestó, dijiste todo eso sonriendo, tu sonrisa me cautivó, mi ceño fruncido de a poco se fue relajando, y las comisuras de mis labios, aunque no fue intencional, se dirigieron hacia arriba y a los lados, sí, sonreí también, no me di cuenta en qué minuto mis manos dejaron de sudar, pero tu sonrisa me tranquilizó, luego, arrepentido de haberte hablado de mala forma, te pregunté de qué secundarias venías, tú hiciste lo mismo y seguimos hablando...
- Ojalá nos acepten, creo que no somos muy altos - dijiste nervioso.
- No lo somos, pero aún nos falta crecer - intenté ser positivo, me inspirabas serlo.
- Sí, tienes razón, además el primer año nunca seremos titulares, así que no creo que les afecte aceptarnos, ¿no? - sonreíste esperanzado.
- Pero yo quiero ser titular, me esforzaré por serlo este año, ya verás, tenlo por seguro - dije altanero, no fue para menospreciar tu comentario, no, en realidad, fue para impresionarte.
- Wow, eso quiero verlo - nuevamente tu sonrisa esperanzadora - suenas muy seguro de ti mismo, te envidio por eso.
- Espera y verás - te devolví la sonrisa.
Nos quedamos mirando y a los dos nos entró un risa extraña, no había motivos pero ambos nos reímos, primero aguantándonos la risa para luego dar paso a unas sonoras carcajadas, tú te tapabas los labios con tu mano libre de la solicitud, yo, en cambio, me agarraba el abdomen con las dos manos arrugando el dichoso papel que marcaría nuestro destino de compañeros de equipo, este espectáculo hizo que algunos senpai se distrajeran del partido de práctica que estaban jugando, a uno le cayó un pelotazo en la cara y pararon el partido.
- ¡Hey!, ustedes... - dijo un grandulón de un metro ochenta.
- Lo sentimos - dijimos al mismo tiempo, pero no fuimos muy convincentes porque las palabras salieron atropellándose entre carcajadas.
Esta situación hizo que nuestras risas aumentaran y tú caíste al suelo de rodillas, ahora tú te sujetabas el abdomen.
- A ver, ¿ustedes son de primero?, no pueden interrumpir un partido de esa forma - se nos acercó el capitán del otrora equipo.
- De verdad, lo lamento - dije intentando controlarme, respiré profundo para calmar las contracciones risueñas.
Por lo visto lo logré, pero tú aún estabas bajo el efecto de ese alucinógeno invisible e inexistente, te toqué el hombro y recién pudiste controlarte.
- Perdón, estamos muy nerviosos - te disculpaste seriamente.
El capitán suspiró - Está bien, a ver sus solicitudes - alargó la mano y sujetó nuestros pases de ingreso - todo en orden, me llamo Takahashi y soy el capitán del equipo, por lo visto tú - dijo mirándote - eres Sugawara y tú - me miró - eres Sawamura, está bien chicos.
A estas alturas estábamos rodeados de los compañeros de equipo, un semicírculo de hombres fuertes nos inspeccionaban.
- Preséntense - ordenó.
Y así lo hicimos, desde ese día jamás nos separamos, jamás, nos tocó siempre ser compañeros de curso, lo que a mí me hacía enormemente feliz, debo confesar que a parte de sólo tenerte como amigo, me era conveniente porque eras el que siempre ponía atención y sí, eres más inteligente que yo, me ayudaste a estudiar y a ser más responsable, te estoy tan agradecido que lo que acaba de ocurrir no es nada comparado a todo lo que te debo, perdóname por no amarte de la misma forma en que tú lo haces Suga".
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Agradecimientos a quienes han puesto estrellita (voto) en algún capítulo
esusempai que tb leyó la historia del cachorro... Aprovecho de agradecerte tb por ello 💕
tsukkishima_lucy
luciRojad
DanielaMelillanFuent
Sofialjm256
se me deben haber quedado algunos nombres en el tintero ... me mandan un msj y los agrego al toque.besos
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Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]
FanfictionHinata se da cuenta que le atrae Kageyama y de ahí para delante su vida se vuelve un caos, cada día un mal entendido tras otro, pasa por períodos en que añora morir, no estar, esfumarse del mundo por lo que toma pésimas decisiones que traerán nefast...