Capítulo 9

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Las chicas estaban tomándole las medias a Hinata, este tiritaba al contacto de la huincha, "esta cosa da escalofríos, aaah que nervios me están tocando por todos lados".

- Quédate quieto, no podremos tomar buenas medidas.

- Es que me da nervios.

- Sujétenlo - ordenó - ah Hinata, esto será un secreto, queremos causar sensación contigo como anfitriona, no puedes decírselo a nadie, ¿entendido?.

Tres de ellas lo agarraron, una de un brazo por el hombro, la segunda del otro brazo, la tercera le sujetaba las piernas y su rostro quedaba muy cerca del paquete de Hinata, que gracias a Dios, al estar tan nervioso no reaccionó. Y por último otra muy hábil le pasaba la huincha por todo el cuerpo y dictaba las medias que otra compañera anotaba en su cuaderno, cuando estaban en esto, llegaron los demás integrantes del equipo.

- ¿ Pero qué hacen? - dijo Tanaka, asombrado al ver a Hinata semidesnudo y rodeado de mujeres, incluso una de ellas estaba frente al miembro de Hinata.

- ¡Nada! - respondió Hinata en un grito, "Trágame tierra, por favor, quiero desaparecer", su cara tenía un exquisito color carmesí.

- Si, claro - dijo Tsukishima con mucha ironía.

- Seguro Hinata - Yamaguchi acompañó el sarcasmo de Tsuki.

- Señoritas, las invito a salir - dijo el capitán haciendo un ademán hacia la puerta.

Ellas obedientes, salieron en fila y en silencio, la última fue la presidenta, antes de cerrar la puerta mira a Hinata y se pone un dedo en los labios, recordándole de que era un secreto.

- Hinata, creo que nos debes una explicación.

- Daichi san, déjalo Hinata es un campeón. Buena Hinata, así que haciendo una orgía, déjate una por lo menos - dijo Tanaka.

- jajajaja, bien hecho Hinata, se nota que seguiste mi ejemplo - dijo Nishinoya golpeándole la espalda - pero, ¿y Yachi san?, ¿te diste por vencido?.

- Que no me gusta Yachi san.

- Eso no es lo importante, Hinata ¿qué estaban haciendo?, no puedes invitar mujeres a la sala del club, me extraña de ti Hinata, tu comportamiento deja mucho que desear, me has desilusionado.

- Perdón Daichi san, pero ellas fueron las que entraron, yo soy inocente, yo no hice nada, por favor, créanme, soy inocente - levantó las manos. Hinata estaba totalmente compungido.

- Si estás tan arrepentido, entonces nos debes decir qué estaban haciendo.

- Ellas me amenazaron de que si lo decía me harían la vida imposible.

- No creo que te hayan querido violar enano - dijo Tsukishima - pareces una bacteria.

- ¡No soy una bacteria!.

- Hinata, esto nunca más se puede repetir, como capitán tengo la responsabilidad de que se sigan las reglas.

- Perdón, pero les tengo una buena noticia, ellas irán a apoyarnos a los partidos.

- Wow, eso será excelente, tener a unas preciosuras gritando por ti, es una gran motivación - Tanaka estaba de verdad muy entusiasmado.

- Tanaka, tal vez podamos conquistar alguna, así por fin tendríamos novia... - Nishinoya se contagió con el entusiasmo de Tanaka.

- Hinata, ven, acércate - Sugawara le hizo señas.

- Perdón, no fue mi culpa, ellas se abalanzaron sobre mí, lo juro Sugawara san.

- Está bien Hinata, yo te creo pero como dijo Daichi esto no se puede repetir, ¿lo entiendes?, ¿no?.

- Sí - bajó la cabeza.

- Ahora vístete.

Hinata se vistió, "hoy no podía haber sido peor, creo que desde sé que me gusta Kageyama, todo me ha salido mal, es como una maldición, ah, le tengo que devolver la revista a Yachi san".

- Chao... - dijo al tomar el pomo de la puerta.

- ¿A dónde vas tan apurado Hinata? - Kageyama preguntó.

- Tengo que devolverle esta revista a Yachi san antes de que se vaya - "no está frunciendo el ceño, se ve realmente lindo, o Dios, mi corazón comenzó a acelerarse, me tengo que escapar".

- Espérame, vámonos juntos.

- Eeeeh - "¿qué le digo?".

- Ya, estoy listo, vamos - con su bolso agarrado caminó junto a Hinata.

"No puede ser, estoy tan nervioso que siento que se me va a salir el corazón por la boca, en cualquier momento lo vomito y para cagarla más lo piso al caminar y la sangre se desparramaría por el suelo, quedando una masa de músculos inservibles... además este silencio es incómodo, ¿qué puedo decir para distender el ambiente?, mmm, no se me ocurre nada, lo único que tenemos de interés común es el voleibol, ya sé, le preguntaré qué opina del partido de mañana, oh, ahí está Yachi san".

- ¡Yachi san! - gritó y corrió a su encuentro, jadeante le dijo - toma, gracias por la revista, de verdad no era tan mala - sonrió amigablemente.

- Que bueno que te gustó. Hinata llamé a mi mamá - en ese momento llega Kageyama y se coloca al lado de Hinata provocando en este escalofríos - y me dijo que puedes ir el sábado, ¿te parece bien?.

- Sí, claro - miró de reojo a Kageyama, "ojalá y se pusiera celoso, estúpido Hinata eso jamás sucederá, ay Dios, ¿por qué me tuve que enamorar de él?".

- Entonces es una cita, ya, nos vemos - se fue sonriendo tranquilamente, dijo cita sin pensarlo.

- Eres un mentiroso.

- ¿A qué te refieres?.

- A ti te gusta Yachi san.

- He repetido hasta el cansancio que no es así y además a ti que te importa estúpido Kageyama - "que ganas de decirle, el que me gusta eres tú".

- Mmm, a mí no me engañas.

- Métete en tus asuntos.

- Es asunto mío.

-¿Qué? - "Dios, es lo que esperaba, le gusto, le gusto a Kageyama, ahora se declarará y nos daremos un beso y seremos pareja, es obvio que está celoso, ay que alegría, por fin este día mejorará".

- Obvio que me compete, eres parte del equipo y últimamente andas muy distraído eso afecta tu rendimiento, por lo tanto tenemos mayores probabilidades de perder, por eso es asunto mío. Enfócate estúpido Hinata, ya se viene el interescolar, debes dejar de lado esos sentimientos por ahora, no puedes andar por las nubes soñando con Yachi san.

- Ah... - "sólo le interesa el voleibol, no era que se había puesto celoso, fue igual que en la mañana cundo pensé que se había preocupado por mí, pero, en realidad, estaba preocupado por si podía jugar, ay...estoy tan decepcionado, me había hecho ilusiones, muchas ilusiones, estúpido Hinata", bajó su mirada al suelo, una ola de depresión lo arrastró hasta los abismos de la tristeza.

- Oye, reacciona, de nuevo estás en las nubes.

- Me voy, tengo que ir a buscar la bicicleta, adiós - salió corriendo con los ojos cristalinos y un nudo en la garganta.

Se subió a la bicicleta y pedalió como si lo estuviera persiguiendo un perro rabioso, en un momento gritó: ¡maldito Kageyama! Y sus ojos se desbordaron, el viento que le desparramaba su pelo anaranjado, empujó las lágrimas por sus mejillas.

- Aaaaaaaaaaaaaaaaaah - gritó para desahogarse.

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora