Capítulo 46

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Hinata despertó y lo primero que vio fue el rostro de su amado Kageyama, éste aún dormía, el naranjito no se movió, sólo se quedó observando las facciones de su armador. Le dolía el cuerpo y la cara, incluso un poco la cabeza, por lo que tuvo que obligadamente moverse, se quejó al hacerlo, pero no despertó a Kageyama, observó que era de mañana, pero no tenía su teléfono a la mano, por lo que no sabía qué hora era, ahora sí debía despertarlo porque le entraron unas ganas horribles de ir a orinar.

- Kageyama – habló bajito y lo movió – Kageyama – volvió a repetir – oye, despierta.



El armador aún lo tenía abrazado cuando despertó, abrió sus ojos y dirigió su mirada hacia los ojos de Hinata, éste le sonrió con timidez. Kageyama le devolvió la sonrisa.

- Que bueno que ahora estás hablando – le dijo sonriendo.

- Mmm – desvió la mirada.

- Por favor Hinata, no te pongas mudo de nuevo – con su mano acarició el rostro del naranjito.

- Perdón – fue lo único que salió de los labios de Hinata, luego se movió y levantó.

El brazo de Kageyama quedó libre y sintió como la sangre volvía a circular por él, las típicas hormigas lo estaban haciendo trizas, movió su mano y luego el brazo, lo tenía totalmente dormido, se quejó al hacerlo.

Hinata observó eso y atinó a decir nuevamente – perdón – se levantó y se dirigió al baño.

Kageyama se quedó tendido en la cama y se acordó que no le había avisado a sus padres dónde estaba, ¡mierda!, se iban a enojar, definitivamente lo iban a castigar, en eso aparece la madre de Hinata.

- Buenos días Kageyama, ¿dormiste muy mal? – preguntó cariñosamente.

- No, para nada – se puso rojo ya que se dio cuenta de que la mamá de Hinata lo había visto dormir abrazado de su hijo, ya que tenía sobre él una manta que anoche no estaba.

- Que bueno, el desayuno está listo por si quieres bajar a comer, ¿Hinata está en el baño?.

- Sí – dijo aún muerto de vergüenza – debo llamar a mis papás deben estar furiosos conmigo, no avisé que me quedé fuera.

- Ah, eso, no te preocupes yo llamé ayer y les avisé, tengo tu número recuerdas que llamamos antes a tus padres cuando te quedaste el fin de semana cuidando a mi pequeño – le cerró el ojo con cariño.

- Gracias por llamarlos – dijo aún más avergonzado.

- Es lo mínimo que puedo hacer por ti, oh, ahí viene mi tesoro.

Hinata paró frente a su madre y bajó la cabeza, ella lo abrazó y lo apegó hacia sí –  ¿cómo te sientes hoy tesoro? – lo alejó para verle la cara.

- Bien – respondió con culpa, mucha culpa.

- Perfecto, bajemos a desayunar .

- Debo vestirme para ir a la preparatoria – dijo Hinata.

- Oh no, Hijo, recuéstate, esta semana no irás a la preparatoria, te quedarás conmigo muy cerquita – lo abrazó y comenzó a llorar – no quiero que nada te pase amor mío, ahora quiero encerrarte y nunca dejarte salir, tengo miedo de que no vuelvas – la mamá no aguantó y descargó sus miedos con la persona menos indicada porque sólo logró que Hinata se odiara incluso más que antes.

- Lo siento – se disculpó Hinata, quería llorar pero las lágrimas no salían.

"Soy el ser más despreciable del mundo, hice llorar a mi madre..."

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora