Capítulo 39 parte 1

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Les debía la foto de Pablo

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Kageyama iba con Hinata en brazos cuando ve  de reojo a Daichi, sí, había visto bien, era su capitán de equipo, rápidamente se giró para darle la espalda, no podían ser vistos.

- Oye, vamos rápido, hay alguien que nos conoce, podemos meternos en problemas – le dijo a Kaori.

- Está bien, sígueme – lo condujo a través de la gente hacia fuera.

Salieron de la casa, ella le señaló un audi, Kageyama caminó en dirección al auto, ella sacó las llaves de su cartera y presionó el seguro, abrió la puerta trasera.

- Déjalo ahí - señaló el interior del auto.

Kageyama no le respondió pero le hizo caso, lo depositó sobre los asientos, fue un poco brusco al hacerlo lo que le valió una reprimenda de parte de Kaori.

- Oye, más cuidado con mi naranjito.

- ¿Tu naranjito?

- Sí, es mi nuevo amigo, es adorable, me agradó a penas lo vi hoy en la estación, eso me pasa muy poco – miró a Kageyama con desprecio – por ejemplo tú no me agradas en lo absoluto, eres el típico personaje que se hace el frío, que disimula sus sentimientos, que sólo sabe insultar y además no eres sincero.

- Oye, no soy nada de eso – se defendió, pero por dentro sabía que en algunas cosas ella tenía razón.

- No importa, lo único que importa es mi naranjito – miró los ojos azules de Kageyama – no te preocupes, yo lo voy a cuidar muy bien.

- ¿Te gusta?.

- Sí, pero no de la forma en que tu crees, él ya está enamorado de alguien que al parecer no le conviene para nada.

- ¿Te dijo algo?.

- No fue necesario que me dijera nada, sus ojos hablan por él.

- Necesito tu teléfono, porque me voy a quedar preocupado – admitió a regañadientes.

- Por fin algo de sinceridad – sacó su teléfono, intercambiaron números.

Llegaron los dos extranjeros abrazados y sonriendo.

- Kaori, estamos listos, oye no aguantamos el sueño, creo que nos vamos a quedar dormidos en el auto – dijo Rodrigo, que efectivamente tenía una cara de somnoliento que no se la podía.

Pablo por su parte estaba bostezando y ya se le cerraban los ojos, otro efecto de la droga al parecer, era un sueño profundo luego del orgasmo, y ellos aún estaban bajo los efectos de la maldita droga.

- Suban rápido antes de que se queden dormidos, a ustedes los voy a dejar durmiendo en el auto, no me los puedo.

- Como guste madame – le respondió Pablo.



Kageyama no podía creer todo esto, parecía algo salido de una película, cómo podía ser que Hinata se estuviera drogando con gente que acababa de conocer, qué mierda pasaba por la cabeza de ese naranjito, odiaba el apodo que le habían puesto, naranjito, naranjito mis pelotas, ¡es Hinata imbéciles!, pero esto sólo lo decía mentalmente.

- Tu nombre – exigió la de melena.

- Kageyama Tobio¿y el tuyo?.

- Kaori, sólo Kaori – ella no decía su apellido a propósito, tenía sus motivos.

- Ok Kaori, te voy a llamar en unas tres horas más.

- Como quieras – se giró hacia sus amigos que ya estaban dentro del auto, Pablo adelante y Rodrigo atrás cumpliendo función de almohada para Hinata – nos vamos.

Kageyama vio como ella se subió al auto y lo encendió, al partir se le quedó parado y tuvo que volver a echarlo a andar, el auto avanzaba frenado, de a poco, "Dios, esta mujer no sabe manejar", pensó Kageyama y así era, no sabía manejar bien, pero una vez que agarraba vuelvo era aceptable. Se quedó parado en la vereda viendo como el auto avanzaba ya mas fluido.

"Debo ir a mi casa, es tarde", miró la hora y comenzó a caminar con las manos en sus bolsillos, "tal vez debí satisfacer al imbécil de Hinata... Así no se habría metido con ese extranjero... Mierda, se estaban besando, y Hinata tuvo un orgasmo a causa de la mano de ese imbécil".

- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaa mierda! – gritó.





Sugawara estaba en el dormitorio de Reiko, miraba hacia todos lados, sentado en el único sillón que había sala, Reiko había ido al baño a ponerse más cómoda, sea lo que sea que eso significara, el pobre Suga estaba muy nervioso, "esta va a ser mi primera vez y no con Daichi, pero si espero que sea con él jamás perderé mi virginidad, ¡rayos! ¿qué hago?, ni siquiera estoy enamorado...", en eso aparece Reiko sólo en ropa interior muy sugerente, se veía preciosa, era escultural, de eso no había dudas, cualquier hombre se derretiría por ella y así estaba Sugawara, anonadado frente a esa belleza pero no podía dejar de pensar en su amado capitán. Ella camino como un gato hacia él, y se sentó a horcajadas sobre sus piernas, lo abrazó y se acercó hacia sus labios, lo besó, fue un beso casto, sólo un pequeño roce, pero comenzó a mover las caderas friccionándose sobre Suga, éste estaba excitado, no lo podía negar, subió sus manos y agarró sus senos, apretándolos con suavidad y moviéndolos hacia los lados, en círculos, ella atacó sus labios, metiendo la lengua acarició la de Suga, ella estaba húmeda, desde que vio a este muchacho de cabellos claros, le gustó de inmediato,y se sentía atraída como nunca antes, estuvieron varios minutos en los juegos previos, pero Suga no estaba ahí, su mente viajaba hacia su amado capitán, qué estará haciendo, se habrá molestado porque lo dejó solo, sí, debe estar molesto.

- Reiko, creo que no fue buena idea venir, dejé a mi amigo solo y debe estar muy molesto, ¿podríamos volver? – dijo preocupado.

- ¿De verdad cariño?, ¿no lo estamos pasando regio? – le hablaba en el oído susurrando, cuando terminó de hablar le mordió el lóbulo de la oreja.

- Pero estoy muy preocupado y además quiero que mi primera vez sea con alguien a quien amo, lo siento – dijo en tono arrepentido y apenado.

- Quedémonos así un ratito más cariño, yo lo estoy pasando muy bien contigo – le agarró el miembro y comenzó a mover su mano.

- Aaah... No hagas eso, por favor – le tomó la mano y la alejó – en serio me quiero ir de vuelta, estoy preocupado.

- Ay cariño, me dejas totalmente desilusionada, quería que esta noche fuera especial para ti y para mí, ¿podemos salir de nuevo algún día?.

- Sí, por supuesto, pero quiero que sepas que no me voy a acostar contigo a no ser que me enamore.

- Eres toda una doncella cariño, jajajaja – dijo risueña y divertida.

- ¿Doncella?, jajajaja, sí, creo que tienes razón – admitió Suga.

- Bueno, vamos de vuelta a la famosa fiesta, estamos a sólo 10 minutos, tu amigo no estuvo solo mucho tiempo.

Ella se vistió, estaba totalmente desilusionada, quería con ansias comerse a este joven bombón. Pero ella sabía que la primera vez es importante, y quería que él la recordara por siempre.

Llegaron a la casa de Himura, Sugawara a penas entró lo primero que hizo fue buscar a su amado capitán, no estaba en el living ni comedor, entró a la cocina y tampoco, buscó en las piezas intranquilo, no era posible que se hubiera ido, si así fuese él iba a estar muy enojado con Suga, lo conocía lo suficiente para saberlo.

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora