Capítulo 30

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Kageyama miraba el techo de su pieza, estaba acostado en su cama con las manos entrelazadas detrás de su cabeza, masticaba un chicle, de vez en cuando hacía un globo y lo reventaba para volver a inflarlo, así sucesivamente.

Pensaba en el enano, ese pequeño de cabellos anaranjados y revueltos, ese ser que tiene un poder de salto como nadie, el pequeño que no podía dejar de mirar, ¿cómo era posible que ya estuviera saliendo con otra persona?, y lo peor de todo ¡con un hombre!, sí, al maldito de Hinata no le importaba salir con un hombre, le daba exactamente lo mismo lo que pensara el resto, ¿cómo lo hacía?, y con ese tipejo, desde que cruzaron miradas por primera vez, se odiaron, algo en él le molestaba profundamente, sería su altura, su pelo castaño y liso, sus ojos de un café oscuro, algo le molestaba del maldito y no sabía qué mierda era, pero de que lo odiaba, sí, lo hacía desde el fondo de su alma, además era gay y reconocido frente a toda la preparatoria, cómo era posible ser tan descarado y poca vergüenza de pregonar a los cuatro vientos que era distinto... No lo entendía, no le cabía en su cerebro que alguien pudiera ser tan liberal y descarado.

Por su mente pasaron imágenes de Tanaka cuando le hablaba a Hinata, ¡precioso!,¡lindura!, cómo era posible decirle eso a Hinata y más aún no morirse de la vergüenza, al contrario, decirlo de manera orgullosa, como si lo que está haciendo estuviera bien... No lo entendía, no podía, y el maldito de Hinata todo sonrojado, y ¡sonriéndole!, ¡coqueteándole!, era el colmo.

- ¡Malditos! – susurró y casi se atragantó con el chicle, que por la posición en que se encontraba se desplazó hacia su garganta – mierda – lo escupió – casi me atoro por su culpa malditos.

Dejó el chicle pegado en el velador, ya habría tiempo después para levantarse y botarlo en el basurero, volvió a su posición inicial, suspiró...

Odiaba a Tanaka Yuu con toda su alma, eso ya está establecido, ya lo había asumido, pero lo que ahora quería saber era el por qué de tanto odio, no podía ser porque sí, o porque estuviera cortejando a Hinata...¿o si?... ¿Eso era lo que le molestaba?... No, no era eso, o mejor dicho, no era sólo eso, ya que desde antes que comenzara con esa mierda de cortejo ya lo odiaba.

"Te paras tan derecho frente a toda la preparatoria y no sabes lo que dicen a tus espaldas, ¿a caso no sabes lo que dicen de ti?, aaaah Tanaka eres un imbécil, mira que andar con un ramo de rosas por toda la preparatoria, y para entregárselas al enano frente a todos nosotros, ¿cómo no te da vergüenza?, ¿cómo no te da pudor?, ¿cómo tienes el coraje para hacer algo así?, ¿cómo te atreves a decir cosas tan empalagosas como "precioso" o "lindura" y a ese enano...". Kageyama, el rey de la cancha, no podía entender el actuar de Tanaka Yuu, lo trastornaba, lo sacaba de toda convicción establecida. Luego de darle vueltas al asunto no llegó a ningún lado por lo que enfocó su furia hacia Hinata, "y tú, enano, renacuajo, pequeño bastardo..."

- Kageyama es mi primera vez – haciendo muecas y caras, dijo con voz aguda imitando a Hinata

"Sí, estoy que te creooo, seguro que lo hago, Hinata estúpido, imbécil, estamos saliendo dijo el fresco... Saliendo ... Seguuuuro, lo que esperaba, claro, como si alguien quisiera salir con él, como si fuera tierno, alegre, cariñoso, luminoso, lindo, risueño, efusivo, hiperactivo, flexible, honrado, simpático... Como si fuera adorable... mmmmhhh... ¿Qué se ha creído?. Además, ya creó conflicto en el camarín con el idiota de Tsukishima, no te das cuenta Hinata del problema que habrá ahora, cuando sepan que eres gay, claro... Eso a ti no te importa, porque eres una liebre saltarina que pasea por los prados de la imbecilidad, saltando, saltando, saltando, y follando...¿ No es eso lo que hacen las liebres?, ya te lo debes haber follado, no, en realidad, mejor dicho, ya te deben haber follado liebrecilla, ¿tan fácil fue prestar tu culo?, y yo que estaba preocupado por ti...

- Sí, tu primera vez, mis pelotas... Mis soberanas pelotas, eres un renacuajo mentiroso, sucio...!.



- ¡Tobiooooo, abre la puerta! – gritó su padre.

- ¡Ya vooooy! – "otra vez debe estar cagando y leyendo el periódico en el baño".

Kageyama bajó de a dos los escalones, cuando estuvo frente a la  puerta miró por la mirilla y quedó de una pieza, no podía creer la persona que estaba detrás de la puerta, no podía ser verdad, debe estar soñando despierto... Asió el pomo y lo giró suavemente, aún incrédulo...

- Hola KAGAyama.

- Tú...

- Sí, yo... ¿Hay algún problema? KAGAyama.

- Tú eres el problema.

- No, yo no lo soy.

- Mira, voy a cerrar la puerta en tu nariz si no te retiras.

Un zapato se interpuso entre la puerta y el umbral, y una mano agarró el borde la puerta.

- Si es por fuerza creo que yo te gano.

- Eso está por verse... – Kageyama intentó con todas sus fuerzas cerrar la puerta pero no pudo.

- ¿Viste?.

- Mierda – dijo ofuscado.

- Tenemos que hablar.

- Yo no tengo nada que hablar contigo.

- Sí, tenemos.

- Vete, nada de lo que me digas puede interesarme

- ¿Y si te digo que el pequeño Hinata está en una relación?.

Kageyama se quedó en blanco, "que Hinata está en una relación, una relación , ¿de qué tipo?..."

- Hinata ¿qué?.

- Nuestro pequeño señuelo, ¿no es así como lo llaman?... Está enamorado.

- ¿Y eso a mí qué me importa?.

- ¿Que no te importa?... Jajajajaja, no me hagas reír.

- Ríe con ganas que no me importa.

- Eres duro de roer, está bien, sólo necesito la dirección de ese proyecto de mujer, la rubia, su manager.

- ¿De Yachi san?.

- Sí, de esa, ¿me la podrías dar?.

- No.

- KAGAyama ¿quieres que te ruegue?...

- No estúpido.

- Entonces dame su dirección, es urgente.

- No – hizo fuerza para cerrar la puerta pero no pudo – mierda... Y a todo esto... ¿Cómo sabes donde vivo?.

- Fácil, los seguí hace tiempo... A Hinata y a ti...

- Pues sigue a Hinata para saber donde vive Yachi san.

- Mira tú que buena idea – dijo en tono irónico – lo  habría hecho si él no hubiera salido antes que yo llegara.

- Eres un stalker, ¿sabías?.

- Sí, lo tengo claro.

- Vete.

- ¿De verdad no te interesa?.

- No me interesa...

- Ya... No importa... Me retiro – sacó el pie y la mano que sujetaba la puerta – pero creo que lo vamos a perder...

- ¡Vete!.

- Nos vemos KAGAyama...



El peli negro cerró la puerta y acto seguido se apoyó en ella, "¿Hinata en una relación?, ¿por qué ese bastardo quería la dirección de Yachi san?, ¿no será que ...?... No jajajajajajajaja, que idiota de mi parte creer eso... Pero si ... ".

Kageyama por fin estaba hilando las ideas, Yachi san y Hinata juntos, eso no podía ser posible, ¿o si?...

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora