Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]

Capítulo 62 parte 3

Yachi conversaba con Shimizu.

-    Shimizu senpai, ¿cómo uno se puede olvidar de alguien?.

-    ¿Te quieres olvidar de Hinata?.

-    ¿Cómo lo supo? – inmediatamente se puso fucsia.

-    Porque siempre lo estás mirando y bueno, una mujer sabe.

-    Sí, me quiero olvidar de él, Hinata está ahora con Kageyama y es un imposible.

-    No te miento que me sorprendió saber de su relación, yo pensé que había algo entre ustedes dos.

-    ...

-    Lo siento Yachi.

-    No, no importa... Ya lo tengo medio asumido pero igual se me hace difícil.

-    Algunas veces tienes que darle oportunidad a tu corazón a que mire otros horizontes. No sé que tan cierto es el dicho "un clavo saca a otro clavo", pero por algo existe.

-    O sea, ¿me está diciendo que busque a alguien más?.

-    Esa puede ser una solución, pero es complicado porque si no vas en serio podrías herir los sentimientos del otro clavo... No sé si me expresé con claridad.

-    Sí, entiendo,¿pero a quién?, ¿quién podría ser mi otro clavo?.

-    Creo que puede estar más cerca de lo que crees.

-    ¿Quién?, dígamelo por favor.

-    No puedo decírtelo, él debe hacerlo.

Yachi en ese momento miró hacia la cancha, observó a cada uno de los jugadores, según Shimizu senpai había uno de ellos que podría ayudarla a olvidarse de Hinata, pero ¿cuál?.

El entrenamiento fue arduo, Suga a penas pudo continuar, a la mitad se sentó rendido en el suelo, el entrenador no lo notó porque estaba muy concentrado ayudando a Hinata.

-    Amor, ¿cómo estás? – le preguntó Daichi bajito.

-    Ah jajaja, no te miento, no me puedo mover.

-    ¿Te traigo agua? – "Dios, fui muy duro co él".

-    Por favor.

Daichi le llevó una botella, Suga la recibió y bebió.

Por fin el entrenamiento terminó, todos iban juntos a la sala del club. Entraron y comenzaron a cambiarse de ropa.

-    Hinata no te cambies aún, deja que los otros se vayan.

-    Pero Kageyama, se nos hará tarde.

-    No quiero que te vean desnudo idiota.

-    Kageyamaaaaa.

-     No se hable más...

-    Dictador.

-    ¿Qué dijiste idiota?.

-    Eso, dictador, rey dictador – le sacó la lengua y arrugó los ojos, salió corriendo por la pieza.

-    Ven aquí enano – lo salió persiguiendo.

Suga miraba a esos dos, lo divertían, eran tan libres. "Ojalá y Daichi fuera así de abierto, yaaaa deja de pensar así, él está contigo eso debería ser suficiente". El peli plata se iba a cambiar pero aún no podía porque habían muchos ojos que podrían verle las marcas en su cuerpo y si las veían habrían preguntas y él no las podría contestar, en eso se acerca Nishinoya.