Capítulo 32 parte 1

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Yachi iba caminando con Hinata, éste la guiaba por las calles, "se siente genial ir de la mano con Hinata". La rubia estaba viviendo una fantasía, algo que había soñado desde que conoció al señuelo del equipo, su sonrisa y espontaneidad fue lo primero que la cautivó de él, luego fue su entusiasmo, su perseverancia, su tenacidad, la intensidad con que vivía le transmitía el impulso y energía que a ella le faltaba, y él le inyectaba cada día una dosis precisa, que en el poco tiempo que llevaban conociéndose ya la había hecho adicta, adicta a él.

Se imaginaba que caminaban de la mano, era su fantasía, ahora se estaba cumpliendo pero como la fantasía que era, era una mentira, "no importa, disfruta el momento", se decía mentalmente para alejar la verdad que la agobiaba, "ya tomaste la decisión, si no logro el cometido de que Hinata se enamore de mí, por lo menos lo ayudaré a que esté junto a Kageyama", un pensamiento de lo más egoísta y a la vez altruista, se contradecía pero la vida está llena de contradicciones, nunca todo es blanco o negro, las distintas tonalidades de grises son las que le dan color a la vida, aunque suene contradictorio, esto reafirma mi punto anterior.

- Aquí es Yachi san – señaló la entrada de una tienda.

-    Entremos – sonrió al mirarlo, "¿cómo haces para sonreír todo el tiempo Hinata?.

Entraron a la tienda sin soltarse de las manos, el peli anaranjado se acercó al mesón, apareció la vendedora, una mujer larguirucha, de tez blanquecina en demasía que dejaba vislumbrar unos caudales verdes que se ramificaban a través de su rostro, tenía pelo largo, ondulado y seco.

-    Bienvenidos – dijo con una voz dulce y melodiosa que no combinaba para nada con su imagen.

-    Hola, queremos ver los calcetines, de preferencia los de panda – levantó su pierna y señaló la prenda que vestía – como estos.

-    Ya veo – los observó por un momento y agregó – hay una promoción para parejas.

-    No somos pa... – fue interrumpido por la voz alzada de Yachi.

-    Sí, nos interesa – apretó y tironeó firme la mano de Hinata recordándole que son novios.

-    Comprendo, vuelvo en seguida – se dio media vuelta y desapareció tras unas cortinas.

-    Hinata tienes que acostumbrarte que somos novios, estuviste a punto de echarlo a perder, menos mal que te dije que practicáramos – le reprochó la rubia.

-    Tienes razón Yachi, es que me es difícil aún, sólo llevamos unas horas de noviazgo – le sonrió condescendientemente.

-    Sí, llevamos poco tiempo – reconoció bajando la mirada.

-    Yachi, ¿vas a querer estos mismos? – señaló sus calcetines – ¿o prefieres con otro diseño?.

-    Quiero ver todos los diseños antes de decidirme.

-    Claro.

Llegó la vendedora con varios pares de calcetines en sus brazos, los colocó sobre el mesón y los comenzó a ordenar para presentarlos.

-    Mire señorita, este es el mismo que trae su novio.

"Mi novio, ay que suena bonito".

-    Y acá están estos en promoción, se llevan dos pares iguales por el precio de uno y medio.

Los calcetines en promoción eran del panda en cuestión, pero no estaba comiendo bambú, si no que estaba besando a una panda, se daba a entender que era ella porque tenía un moño color rosa amarrado a su oreja izquierda. Ambos animales sentados sobre el pasto y de fondo un bosque de bambú. Yachi se enamoró de los calcetines pero siguió revisando los distintos diseños.

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora