Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]

Capítulo 63 parte 3

-    ¡Chicos! – los llamó Daichi – quiero que nos sigan, Kuroo los guiará al dormitorio para que dejemos nuestras cosas y después iremos a tomar desayuno.

Así todos fueron al dormitorio. Kenma estaba con Hinata y Kageyama conversando.

-    Shouyou ¿quieres ver mi nuevo juego?.

-    Ooooh claro.

-    Hinata ¿no deberíamos estar calentando ya? – intervino Kageyama.

-    Pero Kageyama es sólo un momento.

-    Sí Kageyama, hace tiempo que no veía a Shouyou.

-    Tsk.

En eso llegaron los demás, todos dejaron sus cosas y fueron al comedor, Kenma no le pudo mostrar el juego a Hinata, Kageyama estaba encantado de que así fuera. Odiaba que Kenma se dirigiera a Hinata por su nombre, ni siquiera él que es el novio lo hacía. Kageyama miraba como su amado y ese otro cabeza de pudín iban caminando delante muy juntos, estaba ultra celoso.

Kenma los condujo al comedor, todos estaban hambrientos, comieron rapidísimo, Hinata comió muy poco ya que había comido medio pan, no quería subir de peso, Kageyama le había dicho que tenía una linda cintura, no la perdería por nada del mundo, recordó que no había hecho sus ejercicios, "si dejo de hacerlos tal vez vuelva a como estaba...", se imaginó más gordo y lo odió.

-    Amor – dijo muy bajito amor – Hinata, nos has comido nada, antes comías mucho más.

-    Es que tengo el estómago más pequeño.

-    Pero debes comer o no tendrás fuerza para los partidos.

-    Pero si como mucho después me duele el estómago y me dan ganas de vomitar – no estaba mintiendo en eso.

-    Come un poco más por mí – "estás comiendo muy poco Hinata, no me había dado cuenta antes pero de verdad estás más delgado".

-    Está bien – aceptó con un puchero en los labios.

Kageyama tuvo el impulso de darle de comer en la boca pero se abstuvo, no quería llamar la atención, el entrenador y el sensei les pidieron expresamente que no comentaran su relación, que ojalá la mantuvieran en secreto, el naranjito y el ceñudo no entendieron muy bien el por qué pero acataron de inmediato.

Hinata comió sólo un poco más. Luego de que terminaron de comer corrieron al cuarto sacaron su cepillo de dientes y corrieron al baño, fueron los primeros en terminar, así que al entrar al baño y lavarse los dientes se dieron cuenta de que eran los únicos, era el momento perfecto para besarse y tal vez hacer algunas cositas más.

Hinata agarró de la mano a su novio y lo arrastró a un cubículo, al entrar puso el seguro.

-    Por fin, ahora no tienes excusa Kageyama – con cepillo en mano agarró la cara de su novio y se lo comió.

Ambos sabían a pasta dental, un aroma a menta los invadía, el ceñudo se derritió por tercera vez en lo que va del día, amaba a Hinata con iniciativa, amaba que fuera tan fogoso, amaba que lo acosara y que le exigiera besos y caricias. Ahora era el turno de Kageyama de tomar las riendas, introdujo sus manos bajo la polera de su novio buscando estimular los botoncitos de carne, cuando lo hizo a Hinata se le escapó un pequeño gemido.

-    Kageyama rápido, no tenemos tiempo ya vendrán los otros.

Hinata se desvistió en un dos por tres, quedando desnudo por completo, Kageyama quedó impresionado, "o sea, ¿quieres hacerlo ahora, aquí mismo?".

-    Amor no creo que sea una buena idea – sus ojos viajaron a la entrepierna de su novio notando que el miembro de éste estaba completamente erecto – amor... No creo que podamos concretar... – no pudo seguir hablando porque su naranjito le bajó los pantalones del buzo y los bóxer.

-    Por favor, ya no aguanto – dijo mimado con un puchero de lo más adorable.

"Dios Hinata esa mezcla de sexy con tierno me vuelven loco".

Kageyama besó con pasión a su amado, éste obviamente le correspondió, se subió a la taza del baño y se afirmó a la pared ofreciéndose. El ceñudo comenzó a excitarse al ver a Hinata llamarlo con el dedo índice y con una expresión sugerente, se acercó y mordió el abdomen de Hinata, al naranjito se le escapó otra vez un pequeño gemido... Kageyama creó un camino de besos por la ingle de Hinata, paseando su nariz en los cabellos rizados de su novio, sorpresivamente introdujo todo la extensión del miembro de Hinata en su boca.

-    Oh Dios, necesitaba esto – dijo Hinata, alargó las manos y sujetó la cabeza de su amado guiando los movimientos de éste – aaah Kageyama... Sigue así... – comenzó a olvidarse de donde estaban, pero Kageyama no.

-    Hinata idiota – agarró el miembro de éste con su mano sin dejar de masturbarlo le llamó la atención – más bajo, que alguien nos puede escuchar.

-    Ossu – Hinata se apoyó en la pared echando la cabeza hacia atrás, estaba disfrutando – aaah ...

En eso llegan Akaashi, Bokuto, Haruki Komi y Wataru Onaga.

-    ¿Escucharon eso? – preguntó Komi.

-    Sí, yo también escuché algo – contestó Akaashi – como un aaah.

-    Alguien debe estar haciendo del dos, hizo fuerza y lo logró, a mí me ha pasado – dijo Bokuto.

-    A ver – Wataru se agachó para ver cuál baño estaba ocupado, vio que era uno solo, se veían sólo un par de piernas – tienes razón Bokuto.

Kageyama y Hinata se quedaron en silencio pero el peli negro maliciosamente seguía masturbando al naranjito, éste se mordía la mano para no gemir. La cosa se complicó más para nuestro Hinata cuando llegó más gente, incluso escucharon a Suga y Daichi que conversaban sobre posibles ataques.

Kageyama posicionó sus pies como si estuviera sentado en la taza, porque si las puntas de éstos fueran hacia la pared sería incongruente con alguien sentado haciendo 'del dos', en eso Hinata se iba, lo supo porque su mano se humedeció y sintió las contracciones de su novio, lamentablemente el iba a quedar sin acción, no podían estar tanto rato encerrados en el baño, ya vendrían de nuevo más tarde.

- Kageyama eso fue fuaaaw, lo necesitaba pero tú no sentiste nada, lo siento – se disculpó el naranjito.

-    Amor, no importa, más tarde nos arrancamos de nuevo, entremedio de los partidos nos arrancamos de nuevo, ¿te parece? – agarró el mentón de Hinata – te lo voy a cobrar y con intereses – lo amenazó.

-    Malvado – hizo un mohín con los labios.

-    Ahora vamos, es sospechoso que ambos nos hayamos ausentado.

-    Ossu.