Capítulo 33 parte 1

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Hinata caminaba rumbo a la estación sumido en un bajón de aquellos, tenía tantos sentimientos encontrados, se odiaba por haber sido utilizado pero él estaba haciendo lo mismo con Tanaka y Yachi, se odiaba por ello, se odiaba por no tener el control sobre sí mismo, no entendía por qué  ahora no se detenía al comer, antes jamás le había sucedido, antes de Kageyama eso ni siquiera se le pasaba por la mente, pero ahora, un impulso divino o mejor dicho demoniaco lo llevaba a devorar todo y luego venía el arrepentimiento, ese asco por uno que te sobre pasa, te supera en todo los aspectos, ¡rayos!, el pobre Hinata estaba enfermo, no lo sabía, pero ya había caído en las garras del trastorno alimenticio, desde que comió como loco y después vomitó cavó su propia tumba, ya no habría vuelta atrás por sí mismo, necesitaría ayuda, pero no lo sabía aún, todavía creía que era una simple decisión, que lo podía controlar, que estaba en sus manos hacerlo o no.

"Si sólo pudiera olvidarme de todo por un momento", suspiró.

Buscó su teléfono, se sentía solo, quería llamar a alguien, pero ¿a quién?, ¿Tanaka?, no, bastante lo había utilizado, ¿a sus compañero de equipo?, no podía, no lo entenderían. Llegó a la estación, miró los carteles, si tomaba esa línea lo llevaría al mar, no era tan mala idea... ir al mar, escuchar el oleaje y ver las estrellas, pero no, "¡para de pensar esas cosas Hinata!, ¡no seas estúpido Hinata!, ve derecho a casa", se dijo.

- Hola pequeño, ¿estás perdido? – dijo una mujer preciosa.

- Hola señorita, ¡que no soy pequeño!, tengo 15 años.

- Que hermosa edad, si es así ¿te gustaría acompañarme?.

- ¿Dónde? – agarró fuerte su bolso, no fuera que le quisieran robar.

- A una fiesta.

- Pero no tengo permiso.

- Jajajajajajajaja eres adorable, me gustan así como tú, entonces llama y pide permiso.

"Tal vez esto es justo lo que necesito, una fiesta, sí, eso es, necesito salir, divertirme, olvidarme de mis problemas".

- Esta bien – dijo decidido, sacó su teléfono del bolsillo, lo agarró bien fuerte y marcó – ¿alo? Hola mamá... te llamo para avisar que voy a llegar un poco más tarde... con Yachi san... sí, su mamá me irá a dejar... gracias mamá – cortó la llamada – listo, ¿a dónde sería la fiesta?.

- Me gusta tu actitud peque... ¿cómo te llamas?.

- Hinata Shouyou ¿y tu nombre es?.

- Mucho gusto Hinata Shouyou, soy Kaori, sólo Kaori, ¿ya? – le cerró un ojo - ¿te puedo decir Shouyou?.

- Eeeh claro, no veo el problema – "es un poco confianzuda pero es justo lo que necesito, gente totalmente distinta a lo que estoy acostumbrado".

- Listo Shouyou, acompáñame a mi casa, porque la fiesta aún no comienza – lo tomó del brazo y lo tironeó.

La mujer en cuestión no tiene malas intenciones para con el pobre muchacho, sólo lo encontró demasiado tierno y quiso saber más sobre él, pero sus intenciones inocentes cobrarían un precio alto en Hinata.

El peli anaranjado miraba a la mujer que lo arrastraba, era un poco mas alta que él, pero era porque andaba con tacos, vestía: unos botines café con tachas metálicas doradas; unos jeans azules oscuros ajustados; una polera roja de una sola manga, la cual era larga y ancha en la punta; tenía puesto un cinturón café a juego con los botines y con su pequeña cartera que llevaba cruzada en el pecho resaltando sus senos. El cabello de la mujer era corto, liso y negro, lo usaba hacia el lado, tapando su ojo derecho en el proceso.

La mujer lo arrastró dentro de un vagón, el cual iba lleno por lo que quedaron frente a frente, bien pegados, las pechugas de ella se presionaban en el pecho de Hinata, éste estaba de lo más incómodo y nervioso, comenzó a sentirse un poco, sólo un poco excitado, no era de extrañarse a él siempre le habían gustado las mujeres, sólo el imbécil de Kageyama había roto la regla, "mierda soy bisexual", pensó Hinata cuando se dio cuenta de que su pequeño miembro estaba reaccionando, "respira profundo, concéntrate en cosas asexuadas", pensó en su hermana y en Yachi, si la pobre Yachi supiera que la veía como algo asexuado se moriría de pena. Yachi y Natsu cumplieron el propósito de calmar sus pasiones, suspiró y luego le sonrió a Kaori que lo miraba divertida, creo que ella se imaginaba lo que pasó por la mente de Hinata, era mayor que él, se notaba, pero no por mucho, a lo más dos años mayor. Cuando el tren se detuvo luego de tres estaciones se bajaron, ella lo arrastró y tironeó entre la gente, corrieron por las calles, la gente se daba vuelta a mirar a esta pareja de adolescentes que imprudentemente pasaban a gran velocidad.

Ella se detuvo de golpe, Hinata por la inercia y por no estar atento siguió el movimiento y se estrelló en la espalda de ella, cayendo los dos al suelo.

- Lo siento, lo siento, ¿estás bien? – dijo un asustado Hinata.

- Jajajajaja, sí que eres despistado – respondió aún en el suelo.

- Lo siento – se levantó y le tendió la mano.

Ella tomó su mano y se levantó, se sacudió el polvo de los jeans y de la polera, luego se observó si habían daños colaterales pero no, estaba bien, el impacto no fue tan fuerte, sólo tenía roja las palmas de las manos que fue donde se apoyó.

- Llegamos.

- Así veo – dijo Hinata, observando una casa gigante frente a ellos - ¿esta es tu casa?, es fuaaaww.

- Sí, jajajaja fuaw jajajaja, eres simpático, me agradas, vamos – lo tomó del brazo y lo condujo hacia dentro.

Ella sacó una llave de su pequeña cartera café, abrió la puerta, y entró, el peli anaranjado se quedó afuera esperando que lo invitaran a entrar.

- ¿Te vas a quedar afuera?, vamos entra.

- Con su permiso – entró y se sacó las zapatillas.

- Wow, me encantaron tus calcetines, los amé – ella se estaba sacando los botines, al hacerlo quedó unos centímetros más baja que Hinata.

- Ah, gracias, no eres la primera – dijo con un toque de timidez. "es bonita y es de mi porte", pensó Hinata.

- Ven a mi pieza – caminó y se detuvo para hacerle señas a Hinata de que la siguiera – apúrate, sígueme, no te vayas a perder, en esta casa hay fantasmas, es una mansión embrujada.

- ¿Qué? – dijo temeroso – los fantasmas no existen – mientras caminaba miraba en todas direcciones ya no apreciando la decoración si no buscando a los supuestos fantasmas.

- Jajaja sólo para el que no cree en ellos, los que sí creemos tenemos el don de verlos y sentirlos.

- Estás jugando conmigo.

- Algo así – se le salió una risa pequeña y le sonrió.

Luego de esto guardaron silencio, ella encendió la luz del pasillo, el cual era muy largo y alfombrado, la alfombra era de color ocre, muy peluda, al caminar sobre ella se producía un sonido especial, como si la alfombra susurrara, esto crispaba los nervios de Hinata.

- ¿Falta mucho?.

- No, llegamos, este es mi cuarto – abrió la puerta.

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Nuevo personaje Kaori, me cae bien la tipa aunque no será muy buena influencia en Hinata (õ.õ)

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora