Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina]

Capítulo 49 parte 1

Daichi lo observó con detención, al ver esos ojos llorosos lo descompuso, necesitaba de alguna forma hacer calzar la sonrisa que le daba Suga con su mirada ya que los ojos de su vice capitán expresaban una tristeza inmensa y sus labios sonreían, él sabía que los labios de Suga podían ser cínicos no así su mirada, no lo soportó, tenía que hacer algo para que su amigo dejara de llorar, debía hacerlo ya que verlo así lo estaba dañando, le dolía el pecho. Lo tomó de las mejillas y atrajo hacia sus labios, lo besó, Suga se quedó inmóvil, Daichi pensó que con el beso su amigo iba a alegrarse pero cuando se separó no vio una mirada feliz, como el domingo pasado, al contrario, sus ojos expresaban más sufrimiento y ya no sonreía.

- ¿Qué pasa Suga? – Daichi no entendía por qué ahora su amigo no reaccionaba feliz con el beso siendo que el domingo llegaba a brillar luego de haberlo besado.

- No te esfuerces tanto – respondió Suga intentando sonreír, unas gotas saladas amenazaban con caer.

- No me estoy esforzando – era verdad, no lo estaba haciendo, fue un acto que le nació, no lo pensó.

"Suga deja de llorar, por favor", las lágrimas vencieron y se derramaron a través del rostro del peli plata, Daichi nuevamente sin pensarlo estampó sus labios sobre los de su querido amigo, el contacto esta vez fue mantenido, no quiso detenerlo, necesitaba hacer que su amigo dejara de llorar, pasados unos segundos se alejó pero su amigo seguía llorando.

- No llores Suga, por favor – suplicó,  manteniendo sus manos en las mejillas de Suga para difuminar el camino de las lágrimas.

- Eres cruel Daichi, muy cruel, sabes lo que siento por ti y aún así tú... – un sollozo detuvo la comunicación.

Daichi entendía lo que le decía su amigo, claro, era obvio y lógico, él no lo amaba pero aún así lo besaba como si lo hiciera, pero no sabía de qué otra forma hacer para que dejara de llorar, y estaba angustiado viendo los ojos tristes de su vice capitán, fuck, era tan dulce cuando estaba triste...

- Pero necesito que dejes de llorar, por favor – le acarició el rostro con sus pulgares.

- Está bien Daichi, discúlpame – le tomó las manos a su querido capitán y las alejó de su cara.

Suga se separó y fue a acostarse a la cama, Daichi se terminó de poner el polerón, que la verdad sea dicha le quedaba un poco chico, se veía un tanto gracioso con la prenda de ropa muy ajustada y corta, dejaba ver su ombligo, se miró al espejo haciendo poses estilo modelo.

- Suga, ¿no crees que me sienta muy bien tu ropa? – dijo intentando llamar la atención de su amigo.

- Sí Daichi – de los labios de Suga se escapó una pequeña sonrisa.

- Esto de dejar ver el ombligo la lleva, creo que me vestiré así más a menudo – bromeó intentando alegrar a Suga.

- Ay Daichi, la gente pensaría cosas sobre eso... y a ti no te gusta que la gente piense cosas.

- Es verdad, pero delante tuyo puedo vestirme como quiera y tú nunca pensarías mal.

- Sí Daichi, tienes razón... bueno, se suponíamos que debemos estudiar, por qué no traes tu cuaderno de inglés, hagamos un repaso corto – sugirió cambiando bruscamente de tema.

- Claro.

Estudiaron unas dos horas. Daichi a cada rato observaba a su amigo que estaba muy concentrado en su libro para ver si ya estaba más tranquilo, cuando fijó otra vez sus ojos en él, se dio cuenta de que se había quedado dormido con el libro de inglés abierto sobre su cara, se paró sacó el libro y lo guardó en el bolso de su amigo, cuando estaba a punto de apagar la luz Suga hizo un ruido extraño, gimió, Daichi se levantó del futón y se quedó mirándolo, Suga tenía los labios entreabierto y los ojos cerrados pero estos parpadeaban rápido, estaba soñando, volvió a gemir y a eso se le sumó un movimiento de cabeza y de manos. Definitivamente estaba soñando, lo que no podía vislumbrar era qué tipo de sueño estaba teniendo, parecía que se quejaba y otras parecía disfrutar, quedarse ahí observándolo era muy tentador y así lo hizo, se sonría cada vez que Suga hacía el sonido, "un momento, no es una pesadilla al parecer está teniendo un sueño de esos", Daichi miró hacia más abajo quería atisbar un pequeño levantamiento para despejar las dudas, pero no pudo, las frazadas eran gruesas, por lo que se quedó ahí dubitativo, la curiosidad iba en aumento, con cada segundo que pasaba más crecían las ganas que tenía de ver si era cierto que su amigo Sugawara, que para él era casi un ser asexuado, estaba teniendo un sueño húmedo. Daichi nunca lo había visto besar a alguien a excepción de esa tipeja Reiko, fue la primera vez, nunca se lo imaginó en una situación así. Ahora por primera vez desde siempre lo estaba escuchando gemir, sintió una encarecida curiosidad que terminó por alejar sus dudas y muy despacio tomó el borde de las frazadas y las deslizó hacia abajo, dejando expuesto el pecho, luego el abdomen y por último la ingle de su amigo, sí, su amigo estaba erecto, se sorprendió muchísimo, esperaba esto pero verlo fue distinto, más se sorprendió cuando Suga movió sus caderas hacia delante y rápidamente lo tapó, Suga se quejó de nuevo, esta vez gimió más fuerte y movió aún más sus caderas, Daichi estaba asombrado, anonadado, recordó que su amigo es hombre y que como ser humano tiene sus necesidades, inmediatamente por su mente pasaron imágenes de Suga masturbándose, cerró los ojos fuertemente intentando alejar a las malditas, no podía entender por qué mierda se imaginó eso, calma se decía, pero no lo lograba, Suga esta vez movió las caderas de forma rítmica, y comenzó a gemir más rápido, de sus labios se escapó el nombre de su amado capitán... "Daichi...", el nombrado se quedó estupefacto, él era el acompañante en el sueño de Suga. Otra vez su imaginación le jugó una mala pasada... por un minuto los vio a ambos teniendo sexo, fuck, se sintió excitado, "no puedo ser, no me puedo excitar con un hombre, esto está mal, muy mal", se acostó y alargó el brazo para apagar la luz de la lámpara del velador, pero al quedar a oscuras la situación fue peor porque ahora el estímulo auditivo se intensificó, escuchaba con mayor detalle los gemidos profundos y el ruido que hacía la cama cuando Suga se movía, era tan erótico que estaba full nervioso, comenzó a transpirar, no podía ser cierto que se estuviera sintiendo de esa forma sólo con escucharlo gemir, era imposible, no debía, era un hombre por el amor de Dios y además su amigo. "Daichiiii..." volvió a escuchar, fue como si hubieran llamado a su miembro porque éste despertó, "Daichiiii...", otra vez su nombre fue pronunciado por los labios de su querido amigo, lo que provocó un latido ahí abajo, "oh Daichiiii..., aaaah... así... sigue así...", ¡mierda!, ya era mucho, demasiado para sus nervios y autocontrol, "Daichi mételá... aahhh", eso fue la guinda de la torta, la punta de la ola, la chispa que provocó el incendio dentro de sus bóxer, no aguantó se metió la mano bajo su ropa interior y agarró su miembro duro y caliente, movió su mano de forma rítmica e inconscientemente al son de los gemidos de Suga, como si éstos fueran la batuta de un maestro de orquesta y Daichi un simple subordinado, "ahhhh, aaaaahhh... mmmmh... Daichi...", el capitán estaba ardiendo de deseo, aceleró el movimiento de su mano, estaba llegando a el clímax, lo podía presentir, el placer lo estaba recorriendo, dominando por completo, antes de irse escuchó que Suga gimió muy fuerte "aaaaaaaaahhhh..." con ese gemido se fue manchando todo su bóxer, wow, su orgasmo fue notable, nunca una masturbación había sido tan buena, nunca, dejó de escuchar gemir a Suga, acababa de caer en cuenta de que él también se había ido en sueños, ambos se perdieron en el placer al mismo tiempo, fuck, su cara estaba roja por el esfuerzo y por la increíble vergüenza que tenía, "¿qué mierda he hecho?... tal vez debería haberlo despertado pero no, me quedé fisgoneando y mierda, me acabo de excitar con los gemido de Suga, mierda".

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