José se da a conocer

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Génesis 45:1-3

1 José ya no pudo controlarse delante de sus servidores, así que ordenó: «¡Que salgan todos de mi presencia!» Y ninguno de ellos quedó con él. Cuando se dio a conocer a sus hermanos, 2 comenzó a llorar tan fuerte que los egipcios se enteraron, y la noticia llegó hasta la casa del faraón.

Este capítulo es muy hermoso e importante, pues es donde ya José no puede más y decide decirle a sus hermanos quién es él en realidad, yo no se como aguantó tanto.

Pero todo era parte del proceso que todos tenían que pasar, para sanar, enfrentar y ser restaurados completamente.

V.3-9

3 ―Yo soy José -les declaró a sus hermanos-. ¿Vive todavía mi padre?

Pero ellos estaban tan pasmados que no atinaba a contestar. 4 No obstante, José insistió:

―¡Acérquense!

Cuando ellos se acercaron, él añadió:

―Yo soy José, el hermano de ustedes, a quien vendieron a Egipto. 5 Pero ahora, por favor no se aflijan más ni se reprochen el haberme vendido, pues en realidad fue Dios quien me mandó delante de ustedes para salvar vidas. 6 Desde hace dos años la región está sufriendo de hambre, y todavía faltan cinco años más en que no habrá siembras y cosechas. 7 Por eso Dios me envió delante de ustedes: para salvarles la vida de manera extraordinaria[a] y de ese modo asegurarles descendencia sobre la tierra. 8 Fue Dios quien me envió aquí, y no ustedes. Él me ha puesto como asesor del faraón y administrador de su casa, y como gobernador de todo Egipto.

Y esto es lo que hace de un perdón, uno verdadero, el tener la capacidad de no tener ni siquiera reproches ante la situación vivida y eso solo lo hace Dios, cuando tu puedes ver que todo lo malo que pasaste en tu vida es por que Dios te llevaba hacía algo mejor, y ni siquiera cuestionamos el porque, entonces ya estas restaurado de todo.

Y los hermanos de José necesitaban ver esta situación de frente a ellos era un antes y un después en las vidas de todos, pues no solo tuvieron que enfrentar este pecado oculto, también se lo tendrían que confesar ahora a su padre, también tuvieron que ver como su hermano los perdonó y no les reprochó absolutamente nada.

Sin palabras quedaron todos, y no es para menos en 1 un solo minuto Dios puede tomar días de esclavitud, noches de lágrimas, sufrimientos, tristezas, olvidos, y todo lo que pasaron ambas partes y convertirlo en lágrimas de alegría emoción, esperanza hacia el futuro y tantas cosas que Dios puede hacer cuando utilizamos el perdón como la llave hacía una mejor vida, ya sin mentiras, sin rencores, ni absolutamente nada que nos amargue el alma.

Un día Con Dios (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora