Génesis 46:1-4Jacob emprendió el viaje con todas sus pertenencias. Al llegar a Berseba, ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac. 2 Esa noche Dios le habló a Israel en una visión:
―¡Jacob! ¡Jacob!
―Aquí estoy -respondió.
3 ―Yo soy Dios, el Dios de tu padre -le dijo-. No tengas temor de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación. 4 Yo te acompañaré a Egipto, y yo mismo haré que vuelvas. Además, cuando mueras, será José quien te cierre los ojos.
Estos versículos son simplemente hermosos, no sabemos si Dios había guardado silencio por todos estos años con Jacob, lo que si la Biblia nos deja bien claro es la amargura deprimente de Jacob y Dios le llama de nuevo, quizás como antes cuando era joven, cuando soñaba con muchas cosas pero ahora lo único que le importaba era el ver a su hijo y poder morir en paz.
Dios es muy especial en esto, pues Él sabe que quizás él pudo evitar esta herida, sin embargo esta herida nos iba a dar tanto eventualmente a todos.
La promesa es muy difícil de entender si no entendemos que ya Dios sabía lo que le iba a pasar en Egipto, pero Dios iba a permitir que se movilizaran con un propósito que Israel como país se formará y le conociera.
5 Luego Jacob salió de Berseba, y los hijos de Israel hicieron que su padre Jacob, y sus hijos y sus mujeres, subieran en los carros que el faraón había enviado para trasladarlos. 6 También se llevaron el ganado y las posesiones que habían adquirido en Canaán. Fue así como Jacob y sus descendientes llegaron a Egipto. 7 Con él se llevó a todos sus hijos, hijas, nietos y nietas, es decir, a todos sus descendientes.
Jacob no iba con 10 hijos nada más, este iba con todas las familias de estos hijos, Jacob a pesar de esta hambre que pasó por la región, este se consideraba un hombre rico o por lo menos no pobre.
Entonces ellos deciden mudarse a donde pueden estar mejor, ya que en Egipto debido a la posición de José y a que la región estaba siendo mejor administrada fue mejor moverse, después veremos donde los ubicaron y lo importante que es esto en la historia, tanto de Egipto como de Israel.
En la vida de una persona que ha pasado por tristezas fuertes, hay momentos donde se le hace muy difícil escuchar la voz de Dios, por eso es importante ver las pruebas o sufrimientos como algo que nos puede acercar a Dios aún más. Pues Jacob fue un hombre que por años pensó que quizás había perdido las ganas de vivir pero ese "Tu hijo Vive" fue suficiente para darle vida a ese corazón que ya no esperaba nada. A veces Dios nos reserva lo mejor para el final. Siempre debemos estar a la expectativa de lo que Dios puede hacer, siempre entendiendo que la Fidelidad de Dios se extiende de aquí al Cielo.
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Un día Con Dios (Sin Editar)
EspiritualEste libro esta diseñado, para que puedas ver la necesidad que tiene la humanidad de ser salva. Y solo a través de Jesús tenemos esa salvación. No importa el momento, ni el lugar de nacimiento, o que tipo de persona eres, todos estamos invitados y l...